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4G: Verdades y mentiras


En diciembre de 2013 analizábamos el despliegue de esta tecnología de telefonía móvil. Han pasado seis meses desde entonces y nos volvemos a preguntar por estas conexiones: ¿Cómo ha evolucionado el acceso? ¿Han variado los hábitos? ¿Hacia donde caminamos?




¿Qué significa realmente 4G?

Esta sigla, que tan habitual se nos ha hecho en los últimos meses, identifica la última generación de telefonía móvil implantada también conocida como LTE (Long Term Evolution). Si con nuestros “viejos” terminales de tercera generación, con tecnología UMTS, se alcanzan velocidades de descarga en torno a los 2 Mbps con esta nueva tecnología podría llegarse a 1 Gbps; el salto cuantitativo es evidente. En ambos casos, claro está, en condiciones óptimas de conexión.

Hay que señalar una cosa importante: La empresa Samsung ya está trabajando en el desarrollo de la sucesora del 4G; esta tecnología 5G ya se está probando en Europa. Sobre el papel con este futuro estándar, y su ancho de banda de hasta 100 Gbps y un mínimo real de 10 Gbps en movimiento, se podría descargar una película en ¡1 segundo!. El problema fundamental que se están encontrando de momento es el poco alcance de la señal, unos 2 Km, debido en gran parte a la banda de frecuencias que se está empleando; si el 4G emplea la banda de 1,8 GHz para 5G se está usando al de 28 GHz.

¿Dónde puedo conectarme?

Esta es la primera gran mentira de estas ofertas: Las posibilidades de conexión todavía son muy limitadas desde el punto de vista geográfico; no hay más que consultar las páginas de cada operador para comprobar esto (Vodafone, por ejemplo, incluye una lista con 83 poblaciones) y en cuanto nos apartamos un poco de estos núcleos la conexión si no desaparece evidentemente perderá calidad y así en Siero (cuarto municipio de Asturias con más de 50.000 habitantes empadronados y a menos de 20 Km. de Oviedo), Martorell (30.000 habitantes, a 33 Km. de Barcelona), Illescas (25.000 habitantes, a 35 Km. de Toledo y otros tantos de Madrid) o San Lorenzo de El Escorial (casi 20.000 habitantes, a 50 Km. de Madrid) Orange no ofrece estas conexiones. El cuarto operador, Yoigo, ni siquiera ofrece una lista con los municipios con cobertura; eso sí se jactan de tener «el despliegue más completito de España» [sic] pero sin más datos.

Si en diciembre pasado citábamos, por ejemplo, que Telefónica disponía de una red que daba cobertura a “más de 100 ciudades españolas y muy pronto llegaremos a todas las ciudades de más de 70.000 habitantes” actualmente esa misma web informa que “ya está disponible en más de 200 ciudades españolas” [sic]. Sin embargo, y ciñéndonos a esta compañía, comprobamos que al menos de momento se está limitando a las zonas urbanas más pobladas de cada provincia; por ejemplo:

  • Madrid: 54 municipios de la provincia tienen cobertura sobre un total de 179.

  • Barcelona: Únicamente 16 de los 311 municipios de la provincia cuentan con este servicio.
  • Valencia: En 15 de 266 se cuenta con esta tecnología LTE.

De acuerdo: En Madrid, por ejemplo, se está dando cobertura a más del 94% de los empadronados en esta provincia, que se reduce a menos del 60% si miramos los datos de Barcelona. Yendo a provincias menos pobladas vemos que:

  • Badajoz y Huelva: Sólo tres poblaciones cuentan con este acceso.

  • Ciudad Real, Cáceres y Zaragoza: Sólo la capital de la provincia.
  • Burgos: Ni siquiera la capital de la provincia disfruta de este servicio.

En el caso de Badajoz se da cobertura a menos del 12% de sus habitantes. El resto de operadores no ofrecen una cobertura sensiblemente diferente.

Una cosa está clara, y es lógico que sea así por más que nos duela reconocerlo: el negocio de los operadores ya no está en la voz; de hecho el estándar LTE se basa en la transmisión de paquetes, razón por la cual se implementan cada vez más aplicaciones relacionadas con internet: voIP en vez de llamadas convencionales o whatsapp y similares en lugar de SMS. Es muy evidente que están centrando el negocio en zonas de alta implantación empresarial, que a priori hacen un uso mayor de la transmisión de datos (pedidos, albaranes, agendas, etc.) y buscan menos el cliente residencial

Y otra cosa muy importante: hasta la fecha casi ninguno de los operadores móviles virtuales (OMV) ofrecen estas conexiones. Informaciones aparecidas en medios de comunicación hablan que, en marzo de este año, hay casi 50 OMV que acumulan unos 6,5 millones de clientes (más del 12% del mercado); sin embargo los tres grandes están bloqueando el acceso de estos OMV, que alquilan las redes de los grandes, a esta tecnología con el consiguiente perjuicio para las empresas y para los usuarios ya que desaparece la posibilidad de competencia en los precios finales que pagamos.

¿Cuántos datos se consumen con 4G?

Existen ya varios estudios que comparan el consumo de datos entre ambas tecnologías. Vamos por partes. En principio el consumo de datos no debería variar entre ambas tecnologías... Siempre y cuando se utilizaran de la misma forma la única diferencia sería el tiempo que tardaríamos en descargar los contenidos buscados. Un estudio publicado por Expansión muestra las diferencias: Un juego de 20 Mb está disponible con un terminal 3G en unos 180 segundos, tiempo que se reduce a 25 segundos en una red 4G.

Cuanto más grande es lo que hay que descargar, más aumenta la diferencia. Si escuchar música en streaming con un viejo terminal puede dar lugar a tirones en la reproducción, en este nueva red se escucha como si tratara de un cederrón o un fichero MP3. Y si pasamos a reproducción de vídeo en 3G hay casi un 100% de posibilidades de sufrir cortes de transmisión si dicho vídeo está grabado en HD, mientras que con 4G es casi imposible que esto ocurra. Todo esto, no lo perdamos de vista, en condiciones óptimas de acceso.

Ahora bien, todos los estudios publicados sobre el uso de los nuevos terminales demuestran que el consumo de datos se ha aumentado de forma exponencial. La razón es muy sencilla: Con la capacidad de la red en el mismo tiempo de conexión se pueden acceder a muchos más contenidos. Ese mismo estudio citado por Expansión revela que el consumo medio se ha duplicado, pasando de 1,1 GB/mes en el primer trimestre de 2012 a 2,1 GB/mes en el mismo periodo de 2013 en el país con más implantación de esta tecnología, Corea del Sur.

Sólo unos datos: navegar por la red o consultar el correo electrónico puede consumir en torno a 500 Kbps, un canal de TV normal entre 3 y 6 Mbps y un canal de HDTV alrededor de 8 Mbps.

Es este nuevo modelo de negocio (como hemos dicho la tecnología LTE se basa en la transmisión de paquetes) el que ha permitido las ofertas que vemos actualmente con conexiones de voz ilimitadas siempre que se emplee el sistema convencional de transmisión y, aquí es donde viene el problema para los usuarios, penalizadas con límite en el tráfico; una vez superado el mismo hay dos alternativas: o cobrar un suplemento por el exceso o reducir la velocidad de acceso a la red. El uso, cada vez más indiscriminado, de aplicaciones con protocolo IP aumenta de forma notable el consumo de datos.

Comparando conexiones equivalentes en precio, que no en condiciones de uso y exclusivamente de telefonía móvil, en el primer modelo está Movistar, que baja el ancho de banda de 7,2 Mbps a 16 Kbps, una reducción más que notable (a menos del 0,5%); en el segundo sistema tenemos a Orange que cobra 1 € por cada 100 Mb de exceso, aunque ofrece la posibilidad de acogerse al otro sistema.

Vale, pero ¿qué puedo hacer con mi conexión?

Uno de los ejes publicitarios de los operadores se basa en las grandes posibilidades que tienen estas tarifas. En estos días vemos la campaña de uno de ellos en la que dos grupos de jóvenes quieren ver un partido de fútbol en la playa, uno de ellos en un smartphone y el otro en un tablet, y el primero de ellos se le corta la transmisión porque no usa una conexión 4G. Lo que no nos dicen es cuanto nos va a costar ver ese partido de fútbol o una película. Esta es la pregunta del millón.

A día de hoy las mejores conexiones que ofrecen nuestros operadores son estas en lo que a transmisión de datos se refiere:



Operador


Tráfico mensual

Importe mensual
(I.V.A. Incl.)


Exceso

Movistar

1,5 GB

42,50 €

Reducción de velocidad

Orange

5 GB

39,95 €

Sobreprecio o reducción de velocidad

Vodafone

4 GB

60,00 €

No informa

Yoigo

4 GB

39,00 €

No informa

Vamos al grano. Con estas conexiones ¿qué podemos ver? Aunque parezca raro no es fácil responder a esta pregunta; ha costado bastante encontrar una respuesta coherente. Para poder responder a esto lo primero es saber en que calidad se produce la transmisión porque es evidente que no tiene el mismo tamaño, por citar un título de cierta actualidad, una copia de «Los juegos del hambre», título con una duración de 142 min., en vídeo HD o en VGA. Tras dar muchas vueltas con la ayuda de “San Google” encontramos esta respuesta:



Tamaño total

Calidad vídeo

Tamaño/hora

Película

Partido fútbol

Alta

1 GB

2,37 GB

1,50 GB

Estándar

500 MB

1,15 GB

0,75 GB

Baja

300 MB

0,70 GB

0,45 GB

A la vista de estos datos queda clara una cosa: Tratar de utilizar estas conexiones con vídeo de alta calidad consume una gran cantidad del tráfico, cuando no todo, del que disponemos sin penalización.

Segunda gran mentira de estas conexiones. Se está vendiendo la posibilidad de videoconferencia sin cortes; cierto, pero ¿hasta cuándo? Me refiero a cuánto tiempo puedo estar haciendo uso de ese servicio. La cuenta es fácil: suponiendo una calidad aceptable, digamos 640x480 (vídeo estándar), consumiríamos 1 GB cada hora de charla (no hay que olvidar que el tráfico de subida también cuenta) así que un cliente de Movistar en hora y media habría gastado todo lo contratado.

Y todo esto sin tener en cuenta el tráfico web normal porque mucho de lo que se puede hacer implica tener abierta una página en internet, que también consume tráfico aunque sea poco. ¿Nadie ha oído que mi conexión va muy lenta y no puedo enviar un simple whatsapp? Ahí está la explicación: Se ha consumido todo el tráfico contratado y se ha recortado la velocidad de transmisión.

No miramos el tema del audio, otra de sus promociones (descarga un CD en 10 minutos), porque ahí si tienen razón siempre y cuando la conexión sea óptima. Por poner un ejemplo: el álbum rojo de Los Beatles («The Beatles 1962-1966») tiene 26 canciones que en formato MP3 con una calidad 192 kbps (algunos puristas pueden alegar que 192 kbps están lejos de una grabación de calidad, pero estamos poniendo ejemplos) ocupan unos 86 MB; es evidente que en una zona de buena calidad de acceso (7,2 Mbps) se tardarían unos 15 minutos en descargar el disco entero.

Conclusiones

En este momento se habla de una cobertura al término de 2014 del 75% del territorio español (Orange y Yoigo) incluyendo todos los municipios de más de 50.000 habitantes o un 60% de la población en el caso de Movistar. Vodafone, por su parte, no facilita previsiones de despliegue futuro aunque habla que a 1 de abril llegaba ya al 50% de la población siendo sobre el papel quien mayor cobertura ofrece, lo que contradice los datos que se ofrecen en su propia web y que antes se han citado.

Uno de los problemas que hay para alcanzar la totalidad del territorio es la falta de espacio radioeléctrico. La mayor parte de las conexiones de esta tecnología se efectúan en las bandas de 1,8 y 2,6 GHz. La reducción de canales de TDT que se sufrió hace unos meses se debió a la necesidad de liberar la banda de 800 MHz (canales 61 a 69 de UHF, frecuencias de 790 a 862 MHz) para asignárselas a los operadores de telefonía móvil en lo que se ha venido a llamar dividendo digital. Una vez liberada esta banda de frecuencias se podrá extender la cobertura 4G a muchas poblaciones pequeñas que ahora están fuera de la misma.

Otro problema que se planeta viene de la mano de la citada 5G. Samsung espera comenzar el despliegue de dicho sistema para 2020, lo que significa que a los operadores actuales les queda muy poco margen temporal para amortizar la inversión que están teniendo que llevar a cabo para ofrecer esta “maravillosa oferta” que es el 4G.

Esto en lo que respecta al aspecto técnico. En lo que al usuario concierne, el bolsillo, no parece que haya movimientos en el sentido de abaratar el acceso o mejorar las condiciones de los mismos. Antes bien es más que probable que veamos cada vez con más frecuencia como se cobran peajes por el exceso de tráfico y cuantas más aplicaciones que empleen los protocolos IP se implementen el consumo por parte de los usuarios irá en aumento. Algo que se puede hacer para reducir el mismo es emplear, siempre que sea posible, conexiones wifi; además de las que disfrutamos en nuestros domicilios, cada vez son más los sitios en que se ofrecen de forma gratuita estos accesos: locales de hostelería, centros comerciales, redes de metro y ferrocarril, autobuses de línea, aeropuertos... El uso de estas conexiones permite utilizar todas estas aplicaciones sin penalizar nuestra tarifa normal.

Angel Matilla es miembro de la Junta directiva de la Asociación de Internautas


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