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Los operadores renuncian a desplegar más red en Cataluña


Los ayuntamientos sólo tienen seis licencias de obras solicitadas para septiembre

Las zanjas para el tendido de redes de fibra óptica han desaparecido de las poblaciones catalanas debido a la crisis financiera que viven las empresas de telecomunicaciones. Según Localret, el parón en el despliegue de red -casi total fuera de Barcelona- obliga a la Administración a tomar el relevo con inversión pública.





Las zanjas para el tendido de redes de fibra óptica han desaparecido de las poblaciones catalanas ante las penurias económicas que viven las empresas de telecomunicaciones que compiten con Telefónica. Localret, el consorcio de los ayuntamientos catalanes para la gestión de las telecomunicaciones, señala que para el mes de septiembre sólo hay seis licencias de obras solicitadas a los ayuntamientos de toda Cataluña, "y eso que contabilizamos cualquier inversión que tenga un presupuesto de más de 30.000 euros (5 millones de pesetas)", aseguró Guillem Casas, director general de Localret, SA.

La situación es especialmente dura fuera de Barcelona, con una sola licencia de obra solicitada por cada uno de los meses de septiembre, octubre y diciembre. La crisis también se deja notar, aunque en menor medida, en Barcelona, donde en estos momentos sólo hay nueve obras en curso, que quedarán en cinco en septiembre y en niveles similares en los últimos meses del año.

El sector de las telecomunicaciones vive en las antípodas de la euforia que se vivía en la primavera del año 2000, cuando los principales operadores de telecomunicaciones hacían pujas billonarias en las subastas de las licencias de telefonía móvil UMTS en Gran Bretaña y Alemania. Ahora los nuevos operadores no encuentran financiación y algunos incluso han desaparecido.

Casas recuerda que "probablemente no era racional que hubiera 83 obras de tendido de cable fuera de Barcelona en la primavera del 2000 y que los operadores criticasen a Localret y a los ayuntamientos porque les obligaban a coordinarse para no reabrir las mismas calles varias veces. Sin embargo, la situación actual, con sólo seis obras previstas para septiembre en Cataluña, es igualmente irracional".

El parón de las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones se ha dejado notar en todas las empresas, pero afecta menos a las "de nicho", especializadas en captar a grandes empresas como clientes. Según los datos del Ayuntamiento de Barcelona, donde se concentra la mayor parte de la red de los nuevos operadores, British Telecom y Colt han mantenido un buen ritmo inversor pese a las dificultades del sector, y en los últimos 16 meses han incrementado su red en Barcelona un 63% y 23%, respectivamente. Por el contrario, los dos operadores más implantados en el mercado catalán, Al-pi y Menta (ahora AunaCable-Retevisión) frenaron su expansión y han aumentado su red un 6,4% y 9,2%, respectivamente, pese a los compromisos de despliegue alcanzados con las administraciones públicas.

En total, explica Casas, los competidores de Telefónica sólo han llegado a 12 localidades catalanas, aunque uno de ellos, Menta, se había comprometido a tener cableados todos los municipios de más de 50.000 habitantes este octubre.

Esta situación lleva a Localret a reclamar que "el Gobierno catalán asuma una política activa de telecomunicaciones, invirtiendo, aunque siempre con un papel subsidiario de la iniciativa privada, para que este país tenga una infraestructura de telecomunicaciones que le permita ser puntero en el desarrollo económico", según Casas.

El consorcio de los ayuntamientos ha elaborado un estudio sobre la inversión que se requeriría para crear una red pública de telecomunicaciones alternativa a la de Telefónica que pudieran alquilar a sus competidores y, según las primeras estimaciones, su coste sería de unos 360 millones de euros.


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