La razón son las quejas de los demandantes, entre los que está Microsoft, que explicaban que la propuesta de Google no era suficiente y que no serviría para redirigir tráfico a sus competidores. Google tiene que modificar su propuesta para mitigar su posición dominante y permitir a la competencia llegar a los usuarios.
Si no logra convencer a la Comisión, Google, que fue notificado de esta decisión a principios de mes, se puede enfrentar a multas millonarias por abuso de posición, y probablemente sería obligado a retirar muchos de esos servicios extra (Maps o Shopping, por ejemplo) integrados en la página de resultados del buscador. Todavía no han respondido públicamente a las declaraciones de la Unión Europea, pero parece que llegar a un nuevo acuerdo será difícil.
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