Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


Gorras, llaveros y la familia Alcántara


Enésimo plan para fomentar la Sociedad de la Información en España habemus. La mala suerte, o la ineficacia, o lo disparatado de las iniciativas que preceden a ésta que ahora auspicia el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, han terminado por generar la sensación de que la Sociedad de la Información es como ese enfermo que jamás se recupera de un achaque. Lo que pasa es que, en este caso, el médico nunca ha acertado con la receta. Birulés, Piqué y, en menor medida, Costa, no sabían ni por dónde empezar a auscultar al enfermo.





Y ahora llega Montilla que, como sus predecesores, se lanza con estimulantes bríos a la aventura de difundir Internet en España, conseguir que cada casa disponga de una ordenador, fomentar el uso de la banda ancha y lograr que las zonas rurales se conviertan en localidades totalmente conectadas. Para ello ha diseñado un plan de comunicación, incluido en el 'España.es' de Piqué, al que se le han inyectado entre ocho y dieciséis millones de euros. Alguien debería explicar tamaño desfase: son ocho millones. 1.330 millones de las antiguas pesetas. Da para comprar 8.000 ordenadores.

El plan de comunicación, llamado 'Todos en Internet', se divide en dos iniciativas: por un lado en el inicio de una campaña publicitaria y, por otro, en la puesta en marcha de acciones de formación y concienciación social. Tiene una duración prevista de dieciséis meses, tiempo suficiente como para inaugurar 25 aulas de Internet desde las que se impartirán clases de Nuevas Tecnologías a los vecinos de entre 2.500 a 3.750 poblaciones de mediano y pequeño tamaño de todas las comunidades autónomas.

Entre los aspectos que el ministerio resalta sobresale que ocho de esas aulas viajarán a bordo de autobuses, lo que supone recuperar, en el fondo y en la forma, la idea de Anna Birulés de alentar la alfabetización digital sobre ruedas. Los vecinos de las zonas rurales estarán contentos: por un día podrán acudir a la plaza del pueblo, de cuatro a seis, subirse al autobús, sentarse delante de una pantalla y ver qué es Internet. Luego volverán a casa, comentarán con la familia lo estimulante que ha sido la experiencia y si te he visto no me acuerdo. ¿Es hasta ahí donde llegan las ideas para difundir la Sociedad de la Información en España?

La iniciativa también contempla repartir CDs con formación interactiva y multimedia (¿los repartirán a los habitantes de las zonas rurales que no tienen ordenador donde leer el CD?), "un manual de supervivencia en Internet" (el término "supervivencia" es incompatible con la idea de fomento de la Red) y artículos de "merchandising". Vaya por Dios. La alfabetización digital se ha convertido en objeto de feria. Te llevas el CD -cuya máxima utilidad será la de convertirse en posavasos- y un llavero con el logotipo de un proveedor de acceso.

El objetivo del Departamento Montilla es que los ciudadanos que nunca hayan tocado Internet puedan experimentar "de forma efectiva y sensible" los beneficios de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, como "primer paso para un uso diario y cotidiano". ¿De verdad cree Montilla que después de estar un par de horas delante del ordenador el habitante de un pueblo andaluz, por poner un ejemplo, se va a comprar un PC y va a contratar una tarifa plana de acceso?

En fin, lo mejor de todo es que la labor pedagógica de explicar las numerosas virtudes de la red la llevará a cabo la familia Alcántara, protagonista de la serie televisiva "Cuéntame". Será curioso contemplar qué pirueta realizan los creativos para que resulte convincente ver a una familia que vive en la década de los 70 mostrándonos los beneficios de Internet. Más o menos como si Hannibal Lecter anunciase una marca de espinacas. Sólo en esta campaña se invertirán entre tres y seis millones de euros. Alguien debería explicar tamaño desfase (3 millones son 500 millones de las antiguas pesetas).

La campaña no servirá de nada. La sociedad de la Información no se fomenta ni con autobuses, ni con CDs interactivos, ni con gorras. Se difunde, por ejemplo, consiguiendo que el precio de las conexiones a Internet se equiparen con las que disfruta cualquiera de nuestros vecinos europeos. El paso dado por Ya.com contribuirá a impulsar mucho más la Internet hispana que todo el plan de Montilla

Guillermo Rodriguez
Libertad Digital

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