En un encuentro mantenido ayer tarde, la AI reclamó concretamente la eliminación del concepto de intermediario y que el servicio ADSL sea ofertado directamente por las operadoras telefónicas desde el bucle local, con unos precios en torno a las 4.000 pesetas al mes.
También se reclamó a la CMT medidas a favor de la diversificación de las ofertas, posibilidad de exigencia de calidades por cada operador oferente y diferenciación de los servicios.
La Asociación de Internautas transmitió su profunda preocupación por las medidas cautelares adoptadas por el Consejo de la Comisión, porque suponen un incentivo para que las operadoras en competencia sigan rehuyendo la posibilidad de gestionar el bucle local y prestar servicios directos a los usuarios en vez de ser meros intermediarios de la operadora dominante.
Según un comunicado de la Asociación de Internautas, por otra parte se entregó a la CMT una petición de información sobre la disposición de la comisión de fecha 21 de junio, en la que se facilita que las operadoras puedan preasignar con el consentimiento tácito de los usuarios en vez de consentimiento explicito, fenómeno conocido como "slamming" y que ya ha suscitado denuncias.
Reproducido de Europa Press
También se reclamó a la CMT medidas a favor de la diversificación de las ofertas, posibilidad de exigencia de calidades por cada operador oferente y diferenciación de los servicios.
La Asociación de Internautas transmitió su profunda preocupación por las medidas cautelares adoptadas por el Consejo de la Comisión, porque suponen un incentivo para que las operadoras en competencia sigan rehuyendo la posibilidad de gestionar el bucle local y prestar servicios directos a los usuarios en vez de ser meros intermediarios de la operadora dominante.
Según un comunicado de la Asociación de Internautas, por otra parte se entregó a la CMT una petición de información sobre la disposición de la comisión de fecha 21 de junio, en la que se facilita que las operadoras puedan preasignar con el consentimiento tácito de los usuarios en vez de consentimiento explicito, fenómeno conocido como "slamming" y que ya ha suscitado denuncias.
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