La realización de la mesa redonda en Campus Party ha permitido llevar a cabo un interesante e innovador debate sobre la revolución digital y el boom de las redes sociales y su impacto en los hábitos sociales y de consumo de ocio.
Actualmente hay 22,4 millones de usuarios de Internet en España, de los cuales 1 de cada 5 tiene un perfil en las redes sociales. Sólo Facebook cuenta con más de 10 millones de usuarios. A pesar de la espectacularidad de estas cifras, no existen estudios de población general sobre consumos problemáticos y porcentaje de incidencia de conflictos en las redes. No obstante, tomando como hipótesis de partida los datos de prevalencia de consumo de drogas y los problemas de dependencia, podemos estimar que el 5% de los internautas realiza un consumo abusivo y compulsivo de Internet, es decir, cientos de miles de ciudadanos españoles pueden tener problemas relacionados con las TICs.
Se trata de datos importantes que hacen necesario impulsar una profunda renovación del marketing social y la prevención de las dependencias que nos permita salvar la brecha digital para poder conocer los gustos y prioridades de los jóvenes internautas e intervenir en sus pautas de consumo.
Afortunadamente, la respuesta a estos retos se encuentra en las propias redes sociales y en su dimensión más positiva. En este contexto hay que tener en cuenta la enorme capacidad de impacto viral y exponencial de los mensajes que circulan por las redes sociales, las posibilidades de movilización e interacción con los jóvenes en la red y, por último, el privilegiado conocimiento que las redes sociales nos transmiten de las modas juveniles, sus gustos y tendencias en tiempo real.
Actualmente hay 22,4 millones de usuarios de Internet en España, de los cuales 1 de cada 5 tiene un perfil en las redes sociales. Sólo Facebook cuenta con más de 10 millones de usuarios. A pesar de la espectacularidad de estas cifras, no existen estudios de población general sobre consumos problemáticos y porcentaje de incidencia de conflictos en las redes. No obstante, tomando como hipótesis de partida los datos de prevalencia de consumo de drogas y los problemas de dependencia, podemos estimar que el 5% de los internautas realiza un consumo abusivo y compulsivo de Internet, es decir, cientos de miles de ciudadanos españoles pueden tener problemas relacionados con las TICs.
Se trata de datos importantes que hacen necesario impulsar una profunda renovación del marketing social y la prevención de las dependencias que nos permita salvar la brecha digital para poder conocer los gustos y prioridades de los jóvenes internautas e intervenir en sus pautas de consumo.
Afortunadamente, la respuesta a estos retos se encuentra en las propias redes sociales y en su dimensión más positiva. En este contexto hay que tener en cuenta la enorme capacidad de impacto viral y exponencial de los mensajes que circulan por las redes sociales, las posibilidades de movilización e interacción con los jóvenes en la red y, por último, el privilegiado conocimiento que las redes sociales nos transmiten de las modas juveniles, sus gustos y tendencias en tiempo real.
