Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


¿Quién da más?, el negocio de las gangas online


Es como el zoco de cualquier bazar de Oriente Medio. Sólo hemos cambiado el regateo verbal por golpes al mouse y los puestos de lona por páginas webs. Es una tradición centenaria y más universal de lo que –a simple vista- nos pudiera parecer: pues, ¿a quién no le gusta –al menos creer y decir- que acaba de comprar algo tirado?




Así no extraña que las cifras del comercio electrónico no dejen de sumar dígitos: el pasado año ya rozaron los 10.000 millones de euros de facturación en España. Es el único sector que crea empleo y que no se espanta ante los vaivenes de la prima de riesgo. El quid de la cuestión estriba en que en Internet se encuentran fácilmente la oferta y la demanda. Existen varias fórmulas -clubes de venta privada, cupones, promociones- y fórmulas que, como Dscuento, lo combinan todo para satisfacer a los cazadores de ciberofertas. Tanto es así que algunos gurús ya hablan de que ha nacido una nueva raza: los smartshoppers o compradores inteligentes.

Su atractivo se basa en ofrecer rebajas en el precio original desde un 50 a un 90%. Acumulan y lanzan diariamente ofertas personalizadas temática y geográficamente: vacaciones, masajes, accesorios, muebles, tickets…Siempre que haya alguien que quiera comprarlo, habrá alguien que quiera ofrecerlo: cada oferta precisa un mínimo de compradores para que se active; ya activada, se especifica la caducidad y condiciones. Es un negocio redondo donde, igual que cuando negociamos y acordamos un precio en el mercadillo de turno, todos salen contentos.

Comercio electrónico: negocio anticrisis

En una sociedad cada vez más adicta a la red y a las compras, no sorprende que el comercio electrónico viva su época de esplendor. Media Markt, el minorista alemán de productos electrónicos, abrió este mes una sede en Barcelona; ha creado 40 puestos para gestionar su dominio online; y, desde el comienzo de la crisis, ha ganado cinco puntos de cuota de mercado. El próximo mes de septiembre, Zara –con un millón de visitas diarias- se expandirá a China con una tienda online. La alemana Zalando, la mayor tienda de calzado y ropa de Europa, abrió el pasado mayo tienda online en España con la previsión de lanzar aproximadamente 1000.000 productos y más de 1.000 marcas. Un año antes, Asos se entrenó en el país bajo el lema “Hello, Spain”. Y, con aún más tradición, Spartoo desembarcó en nuestro país en 2010: en 2011 creció un 70% más que en el año anterior y rozó los 100 millones de euros en beneficios. Estas grandilocuentes cifras, sin embargo, no tocan techo pues cada día son más los internautas y potenciales compradores: 2.000 millones en la actualidad con una fuerte previsión de crecimiento gracias al impulso de los países emergentes.

Desde 2009, las empresas online han subido sus ventas un 60%. Además, según un informe de la compañía Trusted Shops, los españoles y los polacos somos los europeos que menos miedo le tenemos a utilizar la tarjeta para comprar online: al cierre de 2011 gastamos 2.421,8 millones de euros, 27,4% más que en el año previo. Décimo trimestre consecutivo en alza y nuevo récord histórico. De acuerdo con el último informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, los ingresos generados por las adquisiciones de residentes en España en tiendas españolas superaron por vez primera a lo gastado en tiendas virtuales extranjeras: 1.053 frente a 1.019, 9 millones de euros.

El futuro de los ciberchollos

Los que encabezan la meteórica carrera del eCommerce son los sitios web que acumulan ofertas, descuentos, cupones y rebajas varias. Fue un modelo que nace de la mano de Groupon –“la empresa que más ha crecido en toda la historia” según la revista Forbes- en Estados Unidos y al que pronto se han unido grupos editoriales españoles de la talla de PRISA o Vocento. Pero, ¿cuál es el futuro de la compra colectiva? Tras el boom inicial, se inició la consolidación y quedaron los grandes competidores. Y si atendemos al país que está a la vanguardia en descuentos, de nuevo Estados Unidos, parece que el futuro vendrá en forma de aplicaciones móviles: se puede acceder fácilmente desde cualquier punto con sólo tener conexión; no requiere imprimir el cupón; y, finalmente, gracias a los geolocalizadores incorporados a los smart phones el usuario puede encontrar el descuento aplicable en la zona donde está. Inventándose y reinventándose podemos terminar por preguntarnos: ¿se convertirá también en milenario el negocio del regateo virtual?

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