Lógicamente, el proceso no se puede automatizar. Muchas de estas solicitudes son duplicadas, y algunas señalan descargas que no infringen ninguna propiedad intelectual (y no hablamos de sus goles en propia puerta). Hay que revisar todas y cada una de ellas de algún modo, pero al mismo tiempo se revisan y mejoran los algoritmos de búsqueda de Google Search para que encontrar esas descargas no oficiales sea cada vez más difícil.
Mientras tanto, la industria pide medidas más drásticas como filtrar dominios enteros de los resultados de búsqueda o subir el pagerank de las webs de descargas oficiales. Sólo tenéis que ver el gráfico superior para comprobar cómo de urgente es que Google tome una decisión, y me temo que va a ser dura para las webs de descargas P2P.
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