Un
año después del tarifazo
El próximo lunes hará un año que se hizo efectivo el denominado tarifazo: un incremento
de más del 100% en el coste de la llamada telefónica local, que recordó viejos tiempos
en los que se aprovechaba las vacaciones estivales para subir el precio de los servicios
básicos.
Pasados estos 12 meses se pueden sacar algunas conclusiones de lo que ha significado el
movimiento de protesta internauta y la reivindicación de que se pueda acceder a Internet
de una forma asequible y universal en España.
Hay cosas que han cambiado que suponen avances considerables. Ahora se pone ya en
cuestión fuera de la red el alto coste de la llamada telefónica local y, por ende, la
vigilancia sobre el famoso reequilibrio tarifario, que hasta hace muy poco era una
cuestión casi familiar entre el Gobierno y Telefónica, y que ahora está en el punto de
mira de partidos, sindicatos, asociaciones de usuarios y consumidores, y de los medios de
comunicación.
Pero claro, tanto esfuerzo, cuatro huelgas y ¿eso es todo lo conseguido? Desgraciadamente
sí, porque todos los estudios independientes publicados durante los últimos meses
indican que España sigue a la cola de Internet en Europa en número de usuarios, en
número de conexiones y en desarrollo del comercio electrónico. Y la causa de este
retraso es la que indicamos: el elevado coste de las tarifas.
Mientras, el Ministerio de Fomento sigue favoreciendo a Telefónica y evita cualquier
posibilidad de liberalización del bucle local. Incluso ha propuesto una normativa para
implantar la tecnología ADSL, cuestionada desde la CMT, los proveedores de servicios, el
resto de las operadoras, incluidas las de cable, y los usuarios. Está siendo investigada
en estos momentos por la Comisión Europea. Esta normativa sobre el ADSL, además, no da
respuesta a las necesidades y demandas de colectivos socio-profesionales cada vez más
amplios, que insistimos en soluciones simples, reales y prácticas constatadas con éxito
en otros países.
La reivindicación internauta, comenzada en España, se ha extendido por Europa como un
reguero de pólvora. Gobiernos, operadoras y entidades reguladoras hacen una lectura del
movimiento internauta en positivo y buscan soluciones a estas demandas en clave de
progreso social y económico, considerando a los colectivos internautas por su fuerza y
por sus argumentos.
Irlanda fue el primer país europeo que reaccionó, en noviembre pasado, y por medio del
Comité Consultivo de Telecomunicaciones apuntó la necesidad del país de entrar de lleno
en las nuevas tecnologías, poniéndolas al alcance de todos los ciudadanos. Elaboró un
informe dirigido a su Gobierno en el que proponía la liberalización del bucle de abonado
para lograr una verdadera y rápida liberalización de las telecomunicaciones.
De esta forma, Telecom Eireanns es obligada a compartir su infraestructura y facilitar el
acceso de las empresas competidoras a las líneas individuales de los consumidores, a
precio de coste. El comité recomendó especialmente que Irlanda establezca un coste bajo
de acceso a Internet, sin descartar una tarifa plana con precios como los de EEUU.
En el Reino Unido se hizo lo propio el mes pasado. OFTEL, el regulador de las
Telecomunicaciones en ese país, propuso varias opciones, pero todas ellas coinciden en
plantear la liberalización del bucle local y su ancho de banda correspondiente.
Por un camino completamente distinto, un operador suizo, Globalcom a través de PrimeLine
(empresa de accesos a Internet), ofrece una tarifa plana para todos sus abonados por
55.242 pesetas al año, 4.603 pesetas al mes. El acceso incluye el servicio de proveedor,
dirección de correo, espacio web , news , acceso a 56 kilobits por segundo por módem o
64 por RDSI, más todo el tiempo correspondiente a la llamada.
La Asociación de Internautas seguirá reclamando la tarifa plana por la red de telefonía
básica (RTB) y no sólo a través de ADSL, porque considera que es un derecho de los
ciudadanos que inevitablemente conducirá al desarrollo económico y tecnológico de
España. El Gobierno debe decidir en estos cruciales momentos si coge el tren del siglo
XXI o lo deja pasar. Los internautas españoles esperamos que en esta ocasión no nos
dejen haciendo cola en la estación.
Víctor Domingo (Presidente de la
Asociación de Internautas) para CIBERP@ÍS |