Asociaci贸n de Internautas

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Pol铆tica 2.0

Pol铆tica 2.0


El d铆a uno de su mandato Barack Obama firm贸 una orden ejecutiva y dos memorandos presidenciales anunciando lo que 茅l calific贸 como una "nueva era de apertura". La orden ejecutiva revocaba los cambios hechos por el presidente Bush en la Ley de Documentos Presidenciales y los dos memorandos propugnaban la apertura de la administraci贸n y la libertad de informaci贸n. En una palabra, el fin del secretismo sobre los actos de Gobierno y la Administraci贸n, tal como hab铆a prometido en su campa帽a caracterizada por el uso de Internet y las redes sociales. Tambi茅n abogaba por la neutralidad de la red, el uso de licencias abiertas tipo Creative Comons y la eliminaci贸n de las barreras tecnol贸gicas para compartir la informaci贸n.

No se trata de un gesto de ruptura con la pol铆tica informativa de la anterior Administraci贸n. Es un cambio radical en la forma de entender la informaci贸n p煤blica y el Gobierno. Es una nueva forma de hacer pol铆tica en la era digital en la que con el arsenal tecnol贸gico disponible no tiene sentido que el ciudadano sea un simple espectador de lo p煤blico limitado a elegir a sus representantes cada cuatro a帽os. Al contrario, se necesita una democracia que funcione todos los d铆as. En definitiva se trata de un primer paso hacia las otras promesas, como una democracia conectada y transparente, que garantice el acceso online de los ciudadanos a los datos de la Administraci贸n, a los contratos p煤blicos y el fomento de la participaci贸n ciudadana a trav茅s de consultas y comentarios sobre los proyectos legislativos.

Espa帽a es el pa铆s de la Uni贸n Europea en que mayor impacto ha tenido la era Bush al incorporar normas y t茅cnicas inspirada en la Patriot Act, que han supuesto un retroceso en el Estado de Derecho, como lo demuestra la irregular puesta en marcha del sistema de interceptaci贸n de las comunicaciones SITEL, sin cobertura legal alguna, o permitiendo la conservaci贸n de los datos de las comunicaciones electr贸nicas de toda la poblaci贸n (Ley 25/2007, de 18 de octubre), lo que nos convierte a todos en sospechosos y hace posible el rastreo de todas nuestras comunicaciones a trav茅s de Internet y de los tel茅fonos incluida nuestra localizaci贸n. Algo que algunos Estados como Reino Unido no han querido incorporar a sus legislaciones y, en otros que si lo hicieron como es el caso de Alemania, recientemente el Tribunal Federal lo declar贸 inconstitucional. En el resto de pa铆ses de la Uni贸n Europea estas normas se encuentran en revisi贸n.

Lo peor es que todo esto se produce sigilosamente y sin discusi贸n p煤blica; el Gobierno no inform贸 y los medios no fomentaron el debate y no advirtieron del recorte de libertades que se estaba efectuando renunciando a su funci贸n de contrapoder. Pero olvidaron que con Internet ya no es posible silenciar aquello que no interesa, y no ha pasado desapercibida la lucha que algunos grupos de defensa de los derechos civiles liderados por la Asociaci贸n de Internautas est谩n manteniendo contra el uso perverso de la tecnolog铆a como sistema de control social. Por fin, un partido, el PP y en gran medida debido a la gesti贸n de su vicesecretario de Comunicaci贸n, Esteban Gonz谩lez Pons, ha presentado una proposici贸n de Ley Org谩nica sobre interceptaci贸n de las comunicaciones que supone un primer paso para garantizar la libertad de las comunicaciones, la intimidad y la privacidad de los datos en el nuevo escenario tecnol贸gico. Ahora el proyecto legislativo est谩 en el Parlamento y los diversos grupos deber谩n posicionarse sobre las libertades y esto suceder谩 antes de las elecciones generales. Un elemento m谩s para saber a qui茅n votar.

Nos encontramos en un momento de crisis, que no solo es econ贸mica sino tambi茅n moral, como en d铆as pasados recordaban algunos medios extranjeros. Los ciudadanos no est谩n interesados en la pol铆tica, se alejan de los partidos y las instituciones y les da lo mismo a qui茅n se vote. Pero una nueva forma de entender la pol铆tica ha surgido y, se extiende a trav茅s de los medios digitales participativos impulsados por una nueva clase de activistas: Blogs, redes sociales como Facebook, portales como men茅ame.net, picotea, banda ancha, ojo buscador...o el propio de la Asociaci贸n de internautas constituyen la nueva esfera p煤blica, que a diferencia de su predecesora, conformada por los medios de comunicaci贸n tradicionales, que ten铆a car谩cter unidireccional, ahora es pluridireccional y participativa. En torno a ella, la nueva visi贸n de la cosa p煤blica se articula en tres principios: comunicaci贸n, trasparencia y participaci贸n a fin de descentralizar el debate pol铆tico y ampliar la participaci贸n de los ciudadanos en la gobernaci贸n.

El presupuesto ineludible de este nuevo modelo deliberativo exige dos cosas: que se garantice el derecho a saber del p煤blico en todo momento y la neutralidad de la red para asegurar que efectivamente la informaci贸n no ser谩 discriminada. Lo primero es una promesa electoral incumplida por el Gobierno desde 2004, y consiste en facilitar el acceso a la informaci贸n que se encuentra en manos del poder p煤blico, o entidades privadas que realizan funciones p煤blicas, mediante un procedimiento sencillo y r谩pido, en el que baste con identificarse y facilitar la descripci贸n de la informaci贸n buscada, sin que sea necesario explicar ni por qu茅, ni para qu茅 se quiere la informaci贸n. En cuanto a lo segundo basta con recordar que el Gobierno se ha puesto del lado de las operadoras lo que implica de entrada la tasa Google y una red de varias velocidades en la que ser谩 posible discriminar la informaci贸n. Por otra parte, el Gobierno acaba de suprimir la Direcci贸n General de la Sociedad de la Informaci贸n, dando la espalda al futuro.

En definitiva, nos encontramos ante un sistema opaco, corro铆do y gastado que por su falta de trasparencia favorece la corrupci贸n y carece de fortaleza moral para seguir adelante.

Pedro Mart铆nez Garc铆a Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el Semanal Digital

Saber m谩s sobre la Interceptaci贸n de las Comunicaciones en Espa帽a