Técnico. Cómo medir correctamente la velocidad de internet, si quieres reclamar
Técnico. Cómo medir correctamente la velocidad de internet, si quieres reclamar
En este mensaje se tratará un asunto espinoso y que puede generar una gran polémica, tal y como es la realización defectuosa de medidas de la velocidad, por parte del usuario, de la conexión de internet, que suele generar reclamaciones del usuario a la compañÃa sin base técnica para ello.
Una mala medición de la velocidad de la conexión de internet, con una posterior reclamación del usuario a la compañÃa, podrÃa traerle al mismo unas graves consecuencias como, por ejemplo, que la compañÃa facturara al usuario la visita del técnico (en el caso de que se realizara una visita domiciliaria por parte de un técnico, para resolver la ?averÃa?) o que en un arranque de ira el usuario no pague por el deficiente servicio (que no serÃa tal, en realidad) y le corten el mismo (además de ser incluido en una lista de morosos).
Para evitar dichas consecuencias, y otras aún peores, el usuario que note anomalÃas en la velocidad de su conexión a internet, deberÃa realizar las mediciones de la velocidad mediante un cable de buena calidad conectando directamente el PTR al ordenador.
Es importante destacar que el artÃculo 32 del real decreto 899/20009 establece como obligación y responsabilidad del usuario, entre otras, el mantenimiento de los aparatos que estén tras el punto de terminación de red (PTR), siendo la única obligación de la compañÃa la entrega de la velocidad contratada en el PTR que, a efectos legales y técnicos, es el Router o el cable-modem que está en el domicilio del cliente.
Para conocer todas las obligaciones y responsabilidades del usuario de telecomunicaciones, conviene leerse el mensaje Conceptos. Las obligaciones de los usuarios de telecomunicaciones, esas grandes desconocidas.
Por tanto, para realizar una medición fiable, y evitarse complicaciones en el caso de reclamar ante la compañÃa por anomalÃas en la velocidad de conexión, deberán cumplirse cuatro condiciones a la vez:
1.- Medición mediante cable, nunca por wifi, pues la encriptación de seguridad de la conexión, las caÃdas de potencia de la señal y otros factores harán que la medición de velocidad sea bastante inferior a la recibida en el PTR
2.- Cable de red de calidad, no de los que se venden en los bazares, pues con una mala calidad del cable la velocidad se resentirá por la aparición de efectos capacitivos, que ralentizan la velocidad, aumentando dicho efecto cuanto más alta es la velocidad de transmisión.
3.- Tarjeta adecuada a la velocidad a medir (si la velocidad es igual o mayor de 100 Mb, deberá ser una tarjeta Gigabit, es decir para velocidades de hasta 1000 Mb).
4.- No tener ningún programa que deba hacer uso de una conexión a internet (para que no consuma ancho de banda de la conexión), pues si algún programa hace uso de la conexión, el ancho de banda que use el programa en su funcionamiento, le quitará ancho de banda a la conexión del test de velocidad, falseando los resultados conseguidos.
Cumpliendo los cuatro requisitos citados anteriormente, la medición será ajustada a la realidad y podrá servir de base técnica para una reclamación, mientras que si no se hace de esa manera, las consecuencias pueden ser muy nefastas para el usuario
Las consecuencias podrÃan ser, por ejemplo, que la compañÃa pueda facturarle la visita del técnico que acuda al domicilio a atender la averÃa, incluso si la averÃa no se soluciona.
Otra consecuencia podrÃa ser, en el peor de los casos, que el usuario, descontento con el trato recibido, dejarÃa de pagar el servicio y le cortarÃan el servicio de telecomunicaciones, pasando posteriormente a ser incluido en una lista de morosos y, tras la suspensión perdiera el número telefónico asignado, pues el artÃculo 19 del real decreto 899/2009 dispone que el impago por tiempo superior a un mes acarrea la suspensión temporal de los servicios contratados (aunque se puede llamar al 112 y se pueden recibir llamadas, en el caso del servicio telefónico) y si el tiempo de impago es superior a 3 meses o si se suspende temporalmente al usuario en 2 ocasiones (por impago), la suspensión puede es definitiva y ello conllevarÃa la pérdida del número telefónico, según dispone el artÃculo 20 del real decreto 899/2009
Por todo lo dicho en los párrafos anteriores, es de vital importancia realizar las medidas de velocidad en las conexiones de internet del usuario de una forma correcta, pues en caso contrario el usuario puede verse afectado por graves consecuencias.
Por último decir, para terminar esta explicación, que las diferencias de resultados pueden ser espectaculares, y para ello daré aquà un ejemplo de la diferencia entre hacerlo mal y hacerlo bien con un ejemplo ocurrido a un amigo y compañero de trabajo.
Este amigo se portó de una compañÃa con circuito de cobre a otra de cable coaxial, en su contrato tenÃa una conexión de 50 Mb / 5 Mb y todo le iba fantásticamente.
Un dÃa a la compañÃa no se le ocurrió otra cosa que subirle la velocidad a otra de 100/10, que mi amigo pensó que era fantástico (por poco dinero más y sin permanencia) y aceptó.
Pero al poco tiempo vio que la velocidad de subida se habÃa incrementado, pero que la velocidad de bajada era inestable y, a veces, incluso menor que la original (50 Mb), llegando en ocasiones a fluctuar hasta sólo 24 Mb.
Muy irritado contactó conmigo, como otras veces que habÃa tenido que reclamar los derechos, jurando en arameo contra la compañÃa por el abuso que estaba sufriendo, maldiciendo la hora en la que aceptó el cambio, y prometiendo venganza sangrienta por la vulneración de sus derechos (es un tipo majÃsimo, pero con un pronto terrible).
Al llegar a la casa de mi amigo, armado con un cable de red de excelente calidad, y con un portátil con tarjeta gigabit de muy buena calidad, le pregunté cómo habÃa realizado la medición, y él me respondió diciéndome la marca del ordenador que tenÃa (excelente), de la tarjeta de red (gigabit de una buena marca), que no estaba conectado a ningún programa o página que pudiera rebajar el ancho de banda disponible para la lectura, y que estaba conectado al ordenador con un buen cable de red, comprado en un buen bazar de la esquina.
Al nombrarme que el cable era un ?buen cable de red del bazar de la esquina?, mis risas debieron oÃrse en un radio de 20 kilómetros, sabiendo sin más dilación que le ?presunto implicado? más probable para que los resultados no fueran correctos, era dicho cable.
Hice varias pruebas con el ordenador, tarjeta y ?buen cable de bazar? de mi amigo, dando unos resultados bastante pobres e inestables y, posteriormente, sin cambiar el resto de la configuración, desconecté el ?cable de bazar? de mi amigo y conecté el mÃo, mejorando los resultados de manera espectacular, dando unos valores de entre 101,50 y 103,55 Mb.
La solución a los problemas de velocidad era tan simple como que hubiera comprado un cable de red de buena calidad, acorde a la calidad del ordenador y de la tarjeta.
Si mi amigo hubiera seguido su ?instinto asesino? contra la compañÃa, las consecuencias habrÃan sido el cobro de la visita del técnico (unos 80 ?), en lugar de los 2 refrescos y una ración de bravas que le costé yo, y si no fuera porque sabe que en estos casos es recomendable pedirme ayuda, posiblemente le habrÃa costado más caro, pues su carácter temperamental le habrÃa hecho devolver los recibos, con la posible consecuencia de un corte del servicio y la posible pérdida del número telefónico.
Gracias a que ya conoce que es mucho más sencillo y útil llamarme que obrar como a él le pide el cuerpo, aunque le hervÃa la sangre al llamarme, mantuvo la calma y ahora disfruta de su excelente conexión tras comprarse un cable igual que el que yo le llevé (comprado en una reconocida tienda de informática).
Para evitar dichas consecuencias, y otras aún peores, el usuario que note anomalÃas en la velocidad de su conexión a internet, deberÃa realizar las mediciones de la velocidad mediante un cable de buena calidad conectando directamente el PTR al ordenador.
Es importante destacar que el artÃculo 32 del real decreto 899/20009 establece como obligación y responsabilidad del usuario, entre otras, el mantenimiento de los aparatos que estén tras el punto de terminación de red (PTR), siendo la única obligación de la compañÃa la entrega de la velocidad contratada en el PTR que, a efectos legales y técnicos, es el Router o el cable-modem que está en el domicilio del cliente.
Para conocer todas las obligaciones y responsabilidades del usuario de telecomunicaciones, conviene leerse el mensaje Conceptos. Las obligaciones de los usuarios de telecomunicaciones, esas grandes desconocidas.
Por tanto, para realizar una medición fiable, y evitarse complicaciones en el caso de reclamar ante la compañÃa por anomalÃas en la velocidad de conexión, deberán cumplirse cuatro condiciones a la vez:
1.- Medición mediante cable, nunca por wifi, pues la encriptación de seguridad de la conexión, las caÃdas de potencia de la señal y otros factores harán que la medición de velocidad sea bastante inferior a la recibida en el PTR
2.- Cable de red de calidad, no de los que se venden en los bazares, pues con una mala calidad del cable la velocidad se resentirá por la aparición de efectos capacitivos, que ralentizan la velocidad, aumentando dicho efecto cuanto más alta es la velocidad de transmisión.
3.- Tarjeta adecuada a la velocidad a medir (si la velocidad es igual o mayor de 100 Mb, deberá ser una tarjeta Gigabit, es decir para velocidades de hasta 1000 Mb).
4.- No tener ningún programa que deba hacer uso de una conexión a internet (para que no consuma ancho de banda de la conexión), pues si algún programa hace uso de la conexión, el ancho de banda que use el programa en su funcionamiento, le quitará ancho de banda a la conexión del test de velocidad, falseando los resultados conseguidos.
Cumpliendo los cuatro requisitos citados anteriormente, la medición será ajustada a la realidad y podrá servir de base técnica para una reclamación, mientras que si no se hace de esa manera, las consecuencias pueden ser muy nefastas para el usuario
Las consecuencias podrÃan ser, por ejemplo, que la compañÃa pueda facturarle la visita del técnico que acuda al domicilio a atender la averÃa, incluso si la averÃa no se soluciona.
Otra consecuencia podrÃa ser, en el peor de los casos, que el usuario, descontento con el trato recibido, dejarÃa de pagar el servicio y le cortarÃan el servicio de telecomunicaciones, pasando posteriormente a ser incluido en una lista de morosos y, tras la suspensión perdiera el número telefónico asignado, pues el artÃculo 19 del real decreto 899/2009 dispone que el impago por tiempo superior a un mes acarrea la suspensión temporal de los servicios contratados (aunque se puede llamar al 112 y se pueden recibir llamadas, en el caso del servicio telefónico) y si el tiempo de impago es superior a 3 meses o si se suspende temporalmente al usuario en 2 ocasiones (por impago), la suspensión puede es definitiva y ello conllevarÃa la pérdida del número telefónico, según dispone el artÃculo 20 del real decreto 899/2009
Por todo lo dicho en los párrafos anteriores, es de vital importancia realizar las medidas de velocidad en las conexiones de internet del usuario de una forma correcta, pues en caso contrario el usuario puede verse afectado por graves consecuencias.
Por último decir, para terminar esta explicación, que las diferencias de resultados pueden ser espectaculares, y para ello daré aquà un ejemplo de la diferencia entre hacerlo mal y hacerlo bien con un ejemplo ocurrido a un amigo y compañero de trabajo.
Este amigo se portó de una compañÃa con circuito de cobre a otra de cable coaxial, en su contrato tenÃa una conexión de 50 Mb / 5 Mb y todo le iba fantásticamente.
Un dÃa a la compañÃa no se le ocurrió otra cosa que subirle la velocidad a otra de 100/10, que mi amigo pensó que era fantástico (por poco dinero más y sin permanencia) y aceptó.
Pero al poco tiempo vio que la velocidad de subida se habÃa incrementado, pero que la velocidad de bajada era inestable y, a veces, incluso menor que la original (50 Mb), llegando en ocasiones a fluctuar hasta sólo 24 Mb.
Muy irritado contactó conmigo, como otras veces que habÃa tenido que reclamar los derechos, jurando en arameo contra la compañÃa por el abuso que estaba sufriendo, maldiciendo la hora en la que aceptó el cambio, y prometiendo venganza sangrienta por la vulneración de sus derechos (es un tipo majÃsimo, pero con un pronto terrible).
Al llegar a la casa de mi amigo, armado con un cable de red de excelente calidad, y con un portátil con tarjeta gigabit de muy buena calidad, le pregunté cómo habÃa realizado la medición, y él me respondió diciéndome la marca del ordenador que tenÃa (excelente), de la tarjeta de red (gigabit de una buena marca), que no estaba conectado a ningún programa o página que pudiera rebajar el ancho de banda disponible para la lectura, y que estaba conectado al ordenador con un buen cable de red, comprado en un buen bazar de la esquina.
Al nombrarme que el cable era un ?buen cable de red del bazar de la esquina?, mis risas debieron oÃrse en un radio de 20 kilómetros, sabiendo sin más dilación que le ?presunto implicado? más probable para que los resultados no fueran correctos, era dicho cable.
Hice varias pruebas con el ordenador, tarjeta y ?buen cable de bazar? de mi amigo, dando unos resultados bastante pobres e inestables y, posteriormente, sin cambiar el resto de la configuración, desconecté el ?cable de bazar? de mi amigo y conecté el mÃo, mejorando los resultados de manera espectacular, dando unos valores de entre 101,50 y 103,55 Mb.
La solución a los problemas de velocidad era tan simple como que hubiera comprado un cable de red de buena calidad, acorde a la calidad del ordenador y de la tarjeta.
Si mi amigo hubiera seguido su ?instinto asesino? contra la compañÃa, las consecuencias habrÃan sido el cobro de la visita del técnico (unos 80 ?), en lugar de los 2 refrescos y una ración de bravas que le costé yo, y si no fuera porque sabe que en estos casos es recomendable pedirme ayuda, posiblemente le habrÃa costado más caro, pues su carácter temperamental le habrÃa hecho devolver los recibos, con la posible consecuencia de un corte del servicio y la posible pérdida del número telefónico.
Gracias a que ya conoce que es mucho más sencillo y útil llamarme que obrar como a él le pide el cuerpo, aunque le hervÃa la sangre al llamarme, mantuvo la calma y ahora disfruta de su excelente conexión tras comprarse un cable igual que el que yo le llevé (comprado en una reconocida tienda de informática).
Reproducido de Reclamaciones de telecomunicaciones......sin morir en el intento