Alfonso Basallo | .- De los 40 minutos que duró la entrevista de un conocido (y excelente) programa matinal, el pasado sábado, el ministro César Antonio Molina, dedicó más de la mitad a hablar de poesía, de su libro de versos Eume (en alusión al río de Galicia) y a promocionar sus obras completas (aprovechó para anunciar otro libro que saldrá en breve).
Que Molina compagine la cosa pública con la lira no sólo no es malo sino que es fantástico (¡por fin un ministro de Cultura culto, después de Carmen marditos roedores Calvo!), sobre todo si lo hace tan bien (la lira, no la cosa pública) El problema es que aproveche una radio estatal para hacer marketing de sí mismo.
Todo empezó con el hermano de Alfonso Guerra, cuando ciertos daltónicos del socialismo confundieron lo público con lo privado y usaron bienes del Estado para hacer negocios. ¿Recuerdan? Lo de Molina es peccata minuta, algo anecdótico comparado con aquellos chanchullos, pero revela una concepción muy concreta de la política.
Irónicamente los versos retratan al ministro. El hombre nunca es más dueño de sí mismo que en el silencio. Efectivamente, su Ministerio todavía no ha dicho una palabra de las Memorias de Alcalá Zamora que retiene en lugar de entregárselas al juez. tal como denunció lanacion.es; y tampoco ha aclarado la inquietante amenaza antipopular que anunció en diciembre para recortar la libertad de expresión en Internet, so pretexto de luchar contra la piratería.
En lugar de eso, versos.
POR LAS LIBERTADES CIVILES; CONTRA LA VIGILANCIA Y CONTRA EL CANON DIGITAL.
Arde Troya
Que Molina compagine la cosa pública con la lira no sólo no es malo sino que es fantástico (¡por fin un ministro de Cultura culto, después de Carmen marditos roedores Calvo!), sobre todo si lo hace tan bien (la lira, no la cosa pública) El problema es que aproveche una radio estatal para hacer marketing de sí mismo.
Todo empezó con el hermano de Alfonso Guerra, cuando ciertos daltónicos del socialismo confundieron lo público con lo privado y usaron bienes del Estado para hacer negocios. ¿Recuerdan? Lo de Molina es peccata minuta, algo anecdótico comparado con aquellos chanchullos, pero revela una concepción muy concreta de la política.
Irónicamente los versos retratan al ministro. El hombre nunca es más dueño de sí mismo que en el silencio. Efectivamente, su Ministerio todavía no ha dicho una palabra de las Memorias de Alcalá Zamora que retiene en lugar de entregárselas al juez. tal como denunció lanacion.es; y tampoco ha aclarado la inquietante amenaza antipopular que anunció en diciembre para recortar la libertad de expresión en Internet, so pretexto de luchar contra la piratería.
En lugar de eso, versos.
POR LAS LIBERTADES CIVILES; CONTRA LA VIGILANCIA Y CONTRA EL CANON DIGITAL.
Arde Troya