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Análisis Ofertas ADSL, la vía más rápida a Internet


Lo mejor de esta tecnología, hoy estrella del sector "telecos", es que ofrece acceso rápido a la Red con tarifa plana. Lo peor, que es caro para el ciudadano de a pie y que, en muchos casos, los proveedores descuidan el servicio posventa




Chema Lapuente.
La última revolución en el acceso a Internet se llama ADSL (línea de abonado digital asimétrica). Una tecnología que propone tarifa plana y conexión permanente de alta velocidad. Pero el ADSL viene con más ventajas. Para empezar, este servicio se monta sobre las líneas telefónicas de toda la vida. Por este motivo no exige grandes inversiones a los operadores de telefonía. De cara al cliente, se instala con facilidad. Además, permite seguir usando el teléfono a la vez que se mantiene el ordenador conectado a Internet.

En los últimos tiempos, el ADSL está convenciendo a operadores e internautas de todo el planeta. Si el número mundial de accesos en 1997 apenas ascendía a 69.000, según la consultora Ovum, esta cifra alcanzará 19 millones en el 2003. Los españoles tuvimos que esperar hasta finales de 1999 para disfrutar de las primeras conexiones. En diciembre de aquel año se alcanzaron 17.000 clientes del servicio ADSL. Los últimos datos de noviembre de 2001 marcan 306.000 conectados, de los que más del 75% corresponden a Telefónica.

Los proveedores de ADSL en España proponen varios tipos de acceso en función de las distintas velocidades de conexión. La más rápida alcanza los dos megabits por segundo (Mbps). en recepción y 300 kilobits por segundo (Kbps) en emisión. Existe una tarifa intermedia de 512 Kbps y 128, aunque el servicio más popular propone acceso a Internet a 256 Kbps y 128. Todo este baile de cifras tiene que ver con la naturaleza propia del servicio. En las siglas ADSL, la letra A (de asimétrica) indica que la velocidad de envío y recepción de datos es distinta. Es decir, un PC conectado por ADSL recoge archivos a un ritmo mayor del que se emplea para enviar.

El objetivo de esta comparativa será estudiar el servicio de acceso más popular, es decir, el de 256 Kbps. Se han desestimado las dos tarifas más veloces (dos Mbps y 512 Kbps) porque sólo las empresas medianas o grandes son capaces de rentabilizar sus cuotas mensuales. El servicio básico, en cambio, propone un acceso suficiente para conectar a Internet desde un ordenador o desde una pequeña red informática. Al final, los profesionales autónomos y las pequeñas empresas descubrirán una relación calidad/precio aceptable en esta opción. Los usuarios particulares con nivel adquisitivo medio-alto también la encontrarán interesante. En cambio, esta cuota mensual (que ronda las 7.500 pesetas) resulta demasiado elevada para las familias con un nivel de ingresos medio o bajo.

A la hora de seleccionar los proveedores de ADSL, se ha acudido a los más destacados de nuestro país: Telefónica, Retevisión, BT Ignite, Ya.com, Wanadoo y Jazztel. Telefónica ofrece el mismo acceso en dos frentes: Terra y Telefónica.net. Retevisión también propone dos opciones: Eresmas e Iddeo. Las dos operadoras tratan de separar sendos productos entre sí. En realidad, el usuario final del servicio básico apenas verá diferencias entre Iddeo y Eresmas o entre Telefónica.net y Terra. Las cuotas mensuales, los servicios de atención al cliente y la velocidad de acceso son muy parecidas. Las diferencias se encuentran en determinados añadidos al servicio.

Al comparar las velocidades, ningún operador ha destacado especialmente. Las pequeñas diferencias en la velocidad media no se perciben al abrir páginas complejas o al bajar archivos desde distintos sitios de la Red. Esto confirma, en parte, el origen de todos los servicios de acceso. Aunque algunos operadores como BT Ignite, Jazztel o Retevisión mantienen una parte de la red propia, todos los proveedores de acceso dependen en gran medida de la propia red de Telefónica para ofrecer sus servicios. Otro factor determinante a la hora de medir la velocidad es el estado de sobrecarga de Internet.

Al final, las diferencias entre proveedores tienen que ver con la instalación y, sobre todo, con las cuotas, penalizaciones y servicios adicionales. Existen dos tipos de instalación. En la clásica interviene un técnico de Telefónica. Un técnico que montará un pequeño dispositivo (splitter) a la entrada de la línea telefónica. Para evitar el tiempo de espera que esto supone, algunos proveedores empiezan a ofrecer una solución de autoinstalación basada en microfiltros. En lugar del citado dispositivo, este sistema funciona gracias a un pequeño artilugio del tamaño de una caja de cerillas que el propio cliente puede intercalar entre el enchufe telefónico y el terminal. Este dispositivo cumple una función similar al splitter filtrando y distribuyendo los canales de voz y datos. Ya.com y Terra ofrecen este sistema en sus paquetes básicos de ADSL. Telefónica.net propone las dos opciones, mientras que los otros proveedores mantienen la instalación clásica.

Incómodos plazos mensuales

Desentrañar cuál es el mejor precio no es tarea fácil. El módem, la instalación, la cuota mensual, las de mantenimiento, penalizaciones... Algunas de esas cifras están en la letra pequeña de los contratos. Antes de firmar, conviene atar todos los cabos para que no se produzcan sorpresas. La cuota mensual ronda las 7.500 pesetas (hay que sumar un 16% a los precios que anuncian a bombo y platillo) y sólo Wanadoo rebasa ligeramente las 8.000. En el caso de Jazztel hay que añadir a este pellizco una cuota obligatoria de mantenimiento ligeramente superior a las 1.000 pesetas. BT Ignite adopta esta misma política en su acceso profesional una vez cumplido el año de servicio. Al final, algunas cuotas se disparan.


Una pieza clave en cualquier aventura ADSL es el servicio técnico. En general, los departamentos son poco profesionales. Además, en algunos casos, las averías repercuten en el bolsillo al conectar a través de líneas 902. Para medir los servicios de atención, se han planteado situaciones y problemas reales. Las respuestas han sido casi siempre confusas. Y como muestra, aquí van algunos botones. Para solucionar un problema de configuración del correo electrónico, una señorita muy amable de Telefónica explica que "nuestro ordenador no puede recibir correo electrónico porque esta función está reservada sólo al ordenador maestro". Una respuesta de inspiración surrealista.

Frente a semejante aberración no queda más remedio que desmontar la fantasía del "ordenador maestro". Para empezar, los maestros están en las escuelas, mientras que las redes informáticas emplean servidores. Por otra parte, explicamos que, hasta hace poco, nuestro PC manejaba mensajes de correo electrónico. Al comprobar la teleoperadora que no puede ayudarnos, indica que es necesario "solicitar un técnico" que se desplace a nuestro domicilio. Técnico que, por supuesto, cobraría el arreglo a precio de cirujano plástico. En estos casos, el mejor consejo es volver a llamar y probar suerte con un nuevo teleoperador. Jazztel pone algo más de voluntad en su servicio, sin embargo los resultados son muy parecidos. Tras varias llamadas (hasta cinco) para solucionar un problema de configuración, los supuestos técnicos sugieren distintas opciones más o menos absurdas. En ningún momento han conseguido corregir el error.

Aunque parezca imposible, Wanadoo no mejora en nada a los anteriores. El servicio gratuito de atención al cliente contesta automáticamente y nos mantiene entretenidos con su repetitiva banda sonora. Los seguidores de Tom Jones pueden llamar al número para escucharlo hasta la saciedad. Tras continuas llamadas a distintas horas del día y de la noche, que nos tienen más de 40 minutos pegados al auricular, abandonamos esta causa perdida. Los clientes de Ya.com tienen que acudir a un 902 y armarse de paciencia. En este caso, al menos avisan cuando "el tiempo medio de espera supera los cinco minutos". Tras siete llamadas infructuosas, en las que los agentes "se encuentran ocupados", alguien aparece al otro lado. La respuesta del agente es profesional. Ha encontrado una solución, aunque la prueba indica que este servicio está absolutamente saturado.

Eresmas cobra las llamadas de socorro, pero al menos no castiga a sus clientes con prolongados tiempos de espera. Frente al problema planteado, han intentado ayudarnos repasando la configuración. No se acercan ni de lejos al meollo de la cuestión y apuntan que "las direcciones de destino pueden estar mal escritas". Un argumento de poco peso. Al final, aseguran que se trata de un problema ajeno a su empresa, aunque manifiestan su intención de estudiar el problema. Al día siguiente y tras un buen número de llamadas, solucionan el conflicto.

El servicio de BT Ignite es el que sale mejor parado en las pruebas. Atienden sin largos tiempos de espera, dan una impresión profesional y resuelven los problemas en un tiempo razonable.

Reproducido de Cinco Dias

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