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Qué hacer cuando tu hijo se gasta 4.000 euros en emojis


Los micropagos online o la adquisición de pequeñas piezas de contenido para un juego o servicio llevan varios años a la orden del día. Ese fenómeno es lo que ha conseguido que un juego gratuito como Fortnite genere más de 3 billones de dólares solo durante 2018. Una particularidad de ese fenómeno es que el jugador adquiere de forma muy sencilla, y por importes muy pequeños, ítems útiles para el juego o servicio (un sombrero o un tipo especial de emoji, por ejemplo). Por tanto, dado el poco esfuerzo que implica el pago, se hace con regularidad.





Verónica Pedrón en Términos y Condiciones Derecho tecnológico y Legaltech..- Ahora bien, muchos de los servicios que incluyen micropagos son usados por niños, y ellos no siempre tienen claro el concepto de micropagos. Eso ha llevado a numerosos casos en los que un menor de edad gastaba miles de euros en un juego al comprar decenas de miles de ítems (desde puntos en FIFA a gemas en Clash of Clans). El problema está en que el menor no siempre entiende que está adquiriendo algo que cuesta dinero (como podrían ser unos zapatos), sino un elemento del juego que necesita para seguir jugando.

 

Ello ha llevado a cuestionar mucho cómo se muestran los micropagos a menores de edad, pensados normalmente con la voluntad de generar cierta adicción y consumo compulsivo. De hecho, Apple, Amazon y Google han sido condenados a la devolución de millones de dólares en relación a muchos de estos micropagos fraudulentos (por haber implicado grandes gastos y sin consentimiento paterno).

Curiosamente, hace muy poco hemos tenido otro caso similar a los comentados, pero implicando de lleno a uno de los influencers más conocidos, en España y más allá. Nos referimos al youtuber ElRubius.

 

¿Cuál ha sido el motivo? Pues bien, hace unos días ElRubius realizó un streaming en directo a través de su canal “Tito Jiren Clips”, vinculándolo a su vez con la plataforma Twitch. En ese streaming, un menor de edad comenzó a realizar donativos, de cuantías elevadas, en favor del youtuber.

Para comprender la situación, y para quienes no la conozcan todavía, debemos aclarar qué es Twitch.

Twitch se trata de una plataforma que ofrece a sus usuarios un servicio de streaming de vídeo en vivo. Esta plataforma fue lanzada al mercado en 2011 y ha ido creciendo y consolidándose desde entonces hasta ser comprada a finales de 2014 por la compañía Amazon. Como norma general, estos streamings son utilizados por gamers a los que la plataforma les permite retransmitir cómo juegan a sus videojuegos favoritos en directo, mientras una gran cantidad de público ve cómo lo hacen.

A su vez, la plataforma permite a sus usuarios comprar los denominados Bits, una especie de emoticonos animados que sirven para celebrar momentos y que pueden ser donados al resto de los usuarios de la plataforma. Esos Bits cuestan dinero (la menor cantidad consiste en 100 Bits y valen 2 euros) y al finalizar el mes, Twitch realiza los ingresos de esos Bits (en dinero) a los distintos streamers que los han recibido.

Dicho esto, ¿cuál fue el problema aquí? Como comentábamos, ElRubius comenzó su streaming para poder retransmitir en directo su partida de Fornite, cuando un usuario denominado “Alexpk1414” comenzó a realizar donaciones de 10.000 Bits (unos 136 euros). El youtuber lo entendía como algo normal al principio, puesto que no era la primera vez que un seguidor anónimo llevaba a cabo donaciones en su favor.

Sin embargo, esta vez era diferente. Tras varias grandes donaciones que alcanzaron un total de 356.000 bits (unos 4 mil euros, aunque en realidad llegó a los 16 mil), el youtuber decidió contactar con su seguidor para saber quién era, qué edad tenía y por qué le donaba tanto dinero. Para su sorpresa y la del resto de conectados al streaming, el usuario resultó ser un menor de 13 años que estaba usando la plataforma supuestamente sin el consentimiento de sus padres (cosa que no le estaría permitido).

Entramos así en la cuestión legal. ¿Qué haces cuando descubres que tu hijo menor de edad se ha gastado 4.000 euros en simples emojis?

Comencemos por los términos y condiciones de Twitch. Según los mismos, los servicios que la plataforma ofrece a los usuarios (por ejemplo los Bits), no pueden ser utilizados por personas menores de 13 años. Asimismo, si el usuario tiene entre 13 y 18 años sí podrá utilizar la plataforma siempre y cuando disponga de la autorización de sus padres y utilice el servicio bajo la supervisión de éstos.

En este caso, el menor tenía menos de 13 años, por lo que no podría haberse creado una cuenta propia dentro de la plataforma. Mucho menos utilizar el servicio y realizar compras y donaciones de Bits dentro de ella (sin autorización paterna).

Dicho esto, ¿quién puede tener responsabilidad legal en esta situación? A simple vista podríamos entender que habría tres tipos de posibles responsables en esta cuestión: los padres del menor, la plataforma y el youtuber.

Sin embargo, no todas estas personas serán responsables por lo ocurrido. En primer lugar, el youtuber desconocía la edad del usuario al realizar éste las donaciones (cuando ElRubius vio la desproporcionada cantidad donada habló con el chico e intentó averiguar si lo estaba haciendo con la autorización de sus padres). Además, podría dar por supuesto que en la plataforma no interactúan menores de 13 años o lo hacen con consentimiento paterno.

Por otro lado, ¿qué ocurre con los Bits que el menor ha donado? En principio el youtuber no ha recibido físicamente ningún tipo de dinero por esas donaciones, puesto que no es hasta final de mes cuando la plataforma realiza el trámite de pago, por lo que debería ser la plataforma quien contemplase esta opción. Además, ElRubius comentó que hablaría con Twitch sobre el caso.

En segundo lugar, y en relación a la plataforma, entre sus condiciones legales encontramos una cláusula de limitación de la responsabilidad. Con esta cláusula se exime de cualquier responsabilidad que se pueda derivar, entre otras, de los pagos realizados a la misma así como de las donaciones de Bits.

Asimismo, se incluye que en ningún caso la responsabilidad de la plataforma con el usuario podrá exceder de 1000 dólares. Sin embargo, y en función de la jurisdicción y legislación aplicable, muy probablemente esta cláusula podría ser considerada como nula por abusiva.

Además, y según lo establecido en los términos de la plataforma, cuando creas un perfil y utilizas la plataforma aceptas los términos y condiciones de la misma. En ellos se establece claramente que no se realizarán reembolsos del dinero que se haya invertido en servicios o productos de la plataforma (como son los bits).

Por último, y en relación a los padres (y en parte también la plataforma), es donde tenemos que hablar de contratación online por parte de menores de edad.

Según nuestro Código Civil, para que un contrato (como el de la compra de los Bits) tenga validez y eficacia es necesario que exista el consentimiento de las partes. En el caso de los menores no emancipados (por ejemplo alguien con menos de 13 años), el consentimiento no podrá prestarse ya que se entiende que el menor no tiene la suficiente madurez como para tomar decisiones en relación a los bienes como el dinero.

Por su parte, los tribunales han entendido que se podrá contratar con un menor no emancipado siempre y cuando la actividad sea habitual y se encuentre dentro de los usos sociales. ¿Esto qué quiere decir? Que el menor podrá comprar aquellos productos o servicios que pueda comprender y que sean normales dentro de su día a día, como el pan, unos caramelos o una entrada de cine. Sin embargo, si la contratación estuviera fuera de este ámbito, será necesario que los padres del menor hayan dado su consentimiento o hayan colaborado o ayudado al mismo a realizar la compra.

Así las cosas, y respecto a Twitch y los padres del menor, podrían contemplarse dos tipos de acciones posibles ante esta situación (aunque por el momento no sabemos si el asunto llegará a tanto).

La primera de ellas, por parte de los padres contra Twitch, consistiría en pedir la anulabilidad del contrato celebrado por el menor. Los padres dispondrán de un plazo de 4 años para poder solicitar esta anulabilidad (si se aplica legislación española). Normalmente las plataformas disponen de formularios de contacto para solicitar este tipo de cuestiones, el de Twitch sería éste.

Ahora bien, para que la compra y donación de bits por parte del menor sea anulable, será necesario que se pruebe que el servicio no informó debidamente sobre las condiciones de contratación y que no disponía de las herramientas necesarias para detectar el uso del servicio por menores. Además, se deberá probar que el contrato no cumple con los requisitos de habitualidad y usos sociales que mencionamos anteriormente (sea como sea, es más común comprar el pan que Bits).

La segunda posible acción, en este caso por parte de Twitch contra los padres, sería reclamarles daños y perjuicios por la anulación del contrato con el menor y la pérdida del dinero que el mismo invirtió en la plataforma. En este caso, la plataforma debería probar que el menor ha ocultado su edad verdadera al realizar la contratación del servicio. Del mismo modo, debería probar que ha actuado con la diligencia debida por su parte y que dispone de las herramientas necesarias para determinar si un usuario es menor de edad y que, a pesar de ello, el menor mintió en su edad y engañó al servicio.

Y todo ello sin olvidar la posible responsabilidad de los padres del menor conforme a la normativa española, puesto que los padres deben ejercer la denominada patria potestad. Es decir, controlar qué actividades pueden llevar a cabo sus hijos y cuáles no, así como responder de todas aquellas actuaciones que los menores lleven a cabo y que puedan perjudicar a terceros.

En este caso, Twitch ha optado por bloquear la cuenta del menor, al contravenir esta actuación sus términos y condiciones. Pero no sabemos si el asunto llegará a más.

Como curiosidad, ya en 2016 hubo una problemática similar cuando un menor de 12 años de Torrevieja (Alicante) gastó 100.000 euros cuando, queriendo convertirse en youtuber, abrió por error una cuenta en Google AdWords, el servicio de publicidad pagada en Google, en lugar de Youtube. Google finalmente decidió cancelar la deuda

En conclusión, estamos ante una problemática cada vez más común que inquieta mucho a los padres de menores de edad que usan apps con micropagos, pero también a las plataformas que los acogen. Y por si fueran pocos, ahora los influencers también se ven afectados por ello.

Sin duda no será el último caso de este estilo que tengamos.

 


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