Para Cid hay tres factores básicos para el impulso de un idioma en la Sociedad de la Información: la comunidad hablante, que en el caso del español son más de 400 millones de personas, la tradición cultural y su fuerza en el desarrollo de las nuevas tecnologías, y en este último aspecto, el español "cojea, bueno, digamos que renquea un poco".
La situación no es nueva. Es una realidad que ya reconocía el II Congreso Internacional de la Lengua Española organizado en 2001 por el Instituto Cervantes y la Real Academia Española. Bajo el título El español en la sociedad de la información, se suscitó un debate en torno al desfase de nuestro idioma en un mundo cada día más interconectado.
Desidia lingüística
Hace unos meses se anunciaba que las academias de la lengua española habían decidido aceptar los términos acuñados por la rutina de Internet. El Diccionario panhispánico de dudas, que está aún en preparación, incluirá vocablos como chatear o cibercharla pero dejará fuera otros adoptados literalmente del inglés como attach (adjunto) que a veces se convierte en el horrible verbo attachear (adjuntar).
Y es que, como comentaba un cibernauta en uno de los foros del Cervantes, "corren tiempos de desidia lingüística". El inglés es, y probablemente seguirá siendo, la lengua de las nuevas tecnologías. Abundan los términos anglófonos y resulta más "cómodo" aprenderlos en inglés. Pero lo "cómodo" no siempre está relacionado con lo saludable.
La Corriente Alterna
La situación no es nueva. Es una realidad que ya reconocía el II Congreso Internacional de la Lengua Española organizado en 2001 por el Instituto Cervantes y la Real Academia Española. Bajo el título El español en la sociedad de la información, se suscitó un debate en torno al desfase de nuestro idioma en un mundo cada día más interconectado.
Desidia lingüística
Hace unos meses se anunciaba que las academias de la lengua española habían decidido aceptar los términos acuñados por la rutina de Internet. El Diccionario panhispánico de dudas, que está aún en preparación, incluirá vocablos como chatear o cibercharla pero dejará fuera otros adoptados literalmente del inglés como attach (adjunto) que a veces se convierte en el horrible verbo attachear (adjuntar).
Y es que, como comentaba un cibernauta en uno de los foros del Cervantes, "corren tiempos de desidia lingüística". El inglés es, y probablemente seguirá siendo, la lengua de las nuevas tecnologías. Abundan los términos anglófonos y resulta más "cómodo" aprenderlos en inglés. Pero lo "cómodo" no siempre está relacionado con lo saludable.
La Corriente Alterna