Como gran paradoja: ni Caja España ni la Junta de Castilla y León han contratado sus servicios. Si lo hubieran hecho, tal vez no sería necesaria esta operación. Retercal ha tenido sus máximas crucifixiones en el gobierno regional. Lograron lo que perseguían: que la operadora de comunicación de Castilla y León pasase a manos externas. En la página web de ONO se certifica que el banco Santander/Central/Hispano (SCH) tiene el 19,15% del capital. Ferrovial el 10,41%. Otros accionistas menores, bajo el paraguas de SpainCom, con Banco América, General Electric y CDP de Quebec, suman el 49,46%. Les falta, tan sólo, el 0,5% para mandar y gobernar. ONO está presidido por Eugenio Galdón, ex alto cargo de la Cope, cadena del episcopado y de la derecha; su consejero delegado es Richard Alde y en el consejo de administración figura el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.
No denuncio que algo huele a chamusquina, pero Caja España y la Junta deberán explicar esta operación, en la que se metieron hasta la ingle;y no han colaborado para salvar su propia cartera. Es lógica la desconfianza cuando se trata de entregar una completa red de comunicación. Si cambia el control de la misma y el signo, cuando menos necesitamos que nos lo expliquen.
Opinión de J.F. PÉREZ CHENCHO en el Diario de León
No denuncio que algo huele a chamusquina, pero Caja España y la Junta deberán explicar esta operación, en la que se metieron hasta la ingle;y no han colaborado para salvar su propia cartera. Es lógica la desconfianza cuando se trata de entregar una completa red de comunicación. Si cambia el control de la misma y el signo, cuando menos necesitamos que nos lo expliquen.
Opinión de J.F. PÉREZ CHENCHO en el Diario de León