Yo, confeso cromagnon y fetichista en esto de la música, nunca me he bajado ni un compás de Internet; como anquilosado ser del siglo XX, de una escasa capacidad para la abstracción, necesito tener objetos físicos, poseerlos, para disfrutarlos. Sin embargo, comprendo a la perfección cómo la Red puede ser una ventana inmejorable, de fácil acceso y muy estimulante, al inagotable mundo de la música. Con algunos peros, claro. En un weblog (www.bandaancha.st) leo el testimonio de un melómano: "A mí Internet me abrió mundos que jamás conocería: música japonesa, autores noveles aún sin consagrar, éxitos que jamás pensé en recuperar del vinilo que nunca tuve... Pero seguro que todos seríamos menos permisivos si el bolsillo fuera el nuestro o el de nuestro gremio; y es que queremos disfrutar gratis de todo, y eso tampoco puede ser".
La cuestión es compleja, pero el análisis de la $$$$ siempre ha resultado deficiente, demagogo y enemigo de la verdad. Las ventas de discos no han bajado porque un buen puñado de inmigrantes desplieguen una manta en una calle o porque los ávidos internautas se pasen las horas muertas descargando música de sus computadoras como antes lo hacían frente a su doble pletina, no; el mercado se acerca a la bancarrota, como evidencia el reciente despido de EMI del 20% de sus artistas y 1.500 empleados, porque las discográficas han fomentado un consumo casual de la música, basado en ídolos efímeros, con pies de barro, productos de temporada... La ausencia casi absoluta de un compromiso emocional en el actual proceso de audición musical es la auténtica culpable de que haya más usuarios de música que melómanos. Maldita concepción utilitarista...
Víctor A. Gómez La Opinión de Málaga
NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-
Nosotros vemos $$$$ donde pone $$$$, porque utilizamos IGNORER
PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs
...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.
La cuestión es compleja, pero el análisis de la $$$$ siempre ha resultado deficiente, demagogo y enemigo de la verdad. Las ventas de discos no han bajado porque un buen puñado de inmigrantes desplieguen una manta en una calle o porque los ávidos internautas se pasen las horas muertas descargando música de sus computadoras como antes lo hacían frente a su doble pletina, no; el mercado se acerca a la bancarrota, como evidencia el reciente despido de EMI del 20% de sus artistas y 1.500 empleados, porque las discográficas han fomentado un consumo casual de la música, basado en ídolos efímeros, con pies de barro, productos de temporada... La ausencia casi absoluta de un compromiso emocional en el actual proceso de audición musical es la auténtica culpable de que haya más usuarios de música que melómanos. Maldita concepción utilitarista...
Víctor A. Gómez La Opinión de Málaga
NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-
Nosotros vemos $$$$ donde pone $$$$, porque utilizamos IGNORER
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...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.