El mal momento financiero por el que atraviesan las compañías de telecomunicaciones, agobiadas por el peso de la deuda, les obliga a un importante recorte de costes. Uni2 y Jazztel abrieron el fuego ayer al anunciar el primer acuerdo para compartir las infraestructuras que se lleva a cabo por dos compañías telefónicas con implantación en todo el territorio nacional.
El acuerdo prevé la utilización por parte de Jazztel de la red troncal de Uni2 en los próximos tres años, a partir del próximo mes de diciembre, con el consiguiente ahorro de costes. La filial de France Télécom se ocupará de la gestión de la red, en la que ha invertido alrededor de 600 millones de euros.
Este acuerdo va a forzar a Jazztel a la rescisión del contrato que mantiene con Renfe para la utilización de su red de fibra óptica. Aunque la compañía ferroviaria declinó cualquier aclaración, los acuerdos de alquiler con Renfe, con tarifas públicas fijas, son habitualmente por cinco años para los tramos interurbanos y de 10 para urbanos, y la rescisión anticipada de un contrato supone una penalización equivalente al 30% del importe de la parte de contrato no consumida, informó Efe.
Uni2 y Jazztel iniciaron a finales del pasado año conversaciones con vistas a la integración de todos sus negocios. Las negociaciones se encuentran interrumpidas desde la primavera a la espera de que Jazztel cierre el acuerdo el próximo mes de septiembre con los bonistas para canjear sus títulos de alto rendimiento por acciones de la compañía, lo que los convertirá en los primeros socios de la misma con más del 80% del capital.
Al margen de la fusión
Sin embargo, tanto Uni2 como Jazztel desvincularon ayer el acuerdo de las negociaciones para una posible fusión. Una versión que no acabó de convencer al mercado, que premió el acercamiento de ambas compañías con una subida en Bolsa de los títulos de Jazztel del 20,15%.
En ese aumento también ha influido la intención del Gobierno, confirmada por el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, de propiciar fusiones entre operadores alternativos a Telefónica con el fin de aumentar la competencia en el sector.
En este sentido, el director general de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, aseguró a Europa Press que esa posible concentración no implicará por sí sola una mejora de la actual situación, y que es necesario implementar otras medidas.
En la misma línea, la Comisión Europea anunciará en los próximos días su apoyo al acuerdo para compartir la futura red de telefonía móvil de tercera generación en el Reino Unido de T-Mobile, la filial de Deutsche Telekom, y de MMO2, la operadora de móvil que vendió el pasado año British Telecom, según informó ayer Financial Times. El ahorro puede alcanzar el 30% del coste de la construcción de la infraestructura.
Ambas compañías planean llegar a un acuerdo similar para compartir la red en Alemania.
En España, y debido a las bases del concurso por el que se adjudicaron las cuatro licencias en marzo de 2000, no está permitido que los operadores (Telefónica Móviles, Vodafone, Amena y Xfera) compartan su red, sino que están obligados a desplegar una infraestructura propia para el UMTS.
