El secretario de Justicia, John Ashcroft, delineó ayer los aspectos generales de las 'nuevas herramientas' de investigación para lo que califica como segunda fase de la ofensiva antiterrorista: 'El juicio de la historia nos condenaría si no utilizáramos todas las armas a nuestro alcance para proteger Estados Unidos del terrorismo. Vamos a usar todas las tácticas de inteligencia, de procedimiento criminal o de inmigración. Vamos a perseguir el terrorismo en Internet, vamos a abrir sus correos electrónicos antes de que ellos lo hagan, a escuchar sus mensajes telefónicos, a inteceptar sus conversaciones'.
Ashcroft también lanzó una advertencia: 'Queden los terroristas avisados de que si se exceden un día, un solo día, en su visado, les arrestaremos'. El objetivo, subrayó, es sacarlos de las calles para prevenir nuevos ataques. Desde el 11 de septiembre han sido detenidos cerca de 1.000 sospechosos, algunos de los cuales ya han sido puestos en libertad, aunque el secretario de Justicia no precisó cuántos.
Mientras Ashcroft daba su discurso ante la convención de alcaldes de EE UU y el Senado aprobaba el paquete de poderes especiales que ya había votado la Cámara Baja, en la cadena de televisión Fox, el ex asesor jurídico de la supersecreta Agencia Nacional de Seguridad y actual consultor de inteligencia, Stewart Baker, confirmaba los planes del FBI de reconstruir Internet.
El proyecto, según él, va mucho más alla del sistema Carnivore ideado también por el FBI para pinchar el correo electrónico y extraer mensajes concretos, que el año pasado generó gran controversia entre los defensores de las libertades civiles. 'Como parte de mi trabajo he visto lo que está haciendo el FBI y puedo decir que los planes los anunciarán probablemente en los próximos meses', afirmó Baker.
Preguntado por tales planes, el portavoz del FBI, Paul Bresson, dijo que eran 'posibles' en un futuro indefinido, pero señaló al mismo tiempo que él no estaba al tanto de que 'en estos momentos' se estuviera cambiando la arquitectura de la red. 'Cualquier cambio de todas formas estaría de acuerdo con los estatutos legales sobre vigilancia, intercepción electrónica y telefónica', puntualizó.
La nueva legislación antiterrorista otorga a las agencias policiales toda una gama de poderes de allanamiento domiciliario secreto, interceptación de las comunicaciones, seguimiento de los pasos en Internet y la detención preventiva de inmigrantes sospechosos. Las medidas han generado críticas entre los defensores de derechos civiles que creen que pueden violar la privacidad a expensas de la seguridad.
Pero no son voces que resuenen como lo hubieran hecho antes del 11 de septiembre. La mayoría de la población, preocupada por nuevos atentados, apoya la ofensiva del Gobierno. Ashcroft volvió a asegurar ayer a los ciudadanos que no tienen por qué temer: 'Defenderemos nuestra civilización, preservando las leyes y la Constitución en las que está cimentada'.
Reproducido de El Pais
Ashcroft también lanzó una advertencia: 'Queden los terroristas avisados de que si se exceden un día, un solo día, en su visado, les arrestaremos'. El objetivo, subrayó, es sacarlos de las calles para prevenir nuevos ataques. Desde el 11 de septiembre han sido detenidos cerca de 1.000 sospechosos, algunos de los cuales ya han sido puestos en libertad, aunque el secretario de Justicia no precisó cuántos.
Mientras Ashcroft daba su discurso ante la convención de alcaldes de EE UU y el Senado aprobaba el paquete de poderes especiales que ya había votado la Cámara Baja, en la cadena de televisión Fox, el ex asesor jurídico de la supersecreta Agencia Nacional de Seguridad y actual consultor de inteligencia, Stewart Baker, confirmaba los planes del FBI de reconstruir Internet.
El proyecto, según él, va mucho más alla del sistema Carnivore ideado también por el FBI para pinchar el correo electrónico y extraer mensajes concretos, que el año pasado generó gran controversia entre los defensores de las libertades civiles. 'Como parte de mi trabajo he visto lo que está haciendo el FBI y puedo decir que los planes los anunciarán probablemente en los próximos meses', afirmó Baker.
Preguntado por tales planes, el portavoz del FBI, Paul Bresson, dijo que eran 'posibles' en un futuro indefinido, pero señaló al mismo tiempo que él no estaba al tanto de que 'en estos momentos' se estuviera cambiando la arquitectura de la red. 'Cualquier cambio de todas formas estaría de acuerdo con los estatutos legales sobre vigilancia, intercepción electrónica y telefónica', puntualizó.
La nueva legislación antiterrorista otorga a las agencias policiales toda una gama de poderes de allanamiento domiciliario secreto, interceptación de las comunicaciones, seguimiento de los pasos en Internet y la detención preventiva de inmigrantes sospechosos. Las medidas han generado críticas entre los defensores de derechos civiles que creen que pueden violar la privacidad a expensas de la seguridad.
Pero no son voces que resuenen como lo hubieran hecho antes del 11 de septiembre. La mayoría de la población, preocupada por nuevos atentados, apoya la ofensiva del Gobierno. Ashcroft volvió a asegurar ayer a los ciudadanos que no tienen por qué temer: 'Defenderemos nuestra civilización, preservando las leyes y la Constitución en las que está cimentada'.
Reproducido de El Pais