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Tiemblan los cimientos del imperio Microsoft


Huele a miedo en la sede de Microsoft. Según se ha sabido gracias a un malicioso directivo de Microsoft que ha filtrado la información, Bill Gates reconoce una gran presión por parte de sus rivales directos.




En contra de lo que muchos vienen deseando durante años, el temor no se debe a un recorte de la cuota de mercado por productos de libre distribución (léase Linux), sino más bien a la imparable trayectoria de Google y su gran presencia en Internet y, en menor medida, a la futura aceptación que Apple una vez decidida su futura migración a la plataforma Intel.
En el correo filtrado desde dentro de la compañía, además de confesar sus temores,

Gates hace alusión a un informe de Ray Ozzie (director de servicios para Internet recientemente fichado por Microsoft para hacer frente al rey de los buscadores, al que asume como principal rival) en el que el directivo se lamenta de las batallas perdidas (búsquedas ante Google, servicio de telefonía por Internet ante Skype, o archivos protegidos por Adobe).

El documento también avanza una nueva estrategia de la empresa ante el cambio de rumbo de la de la informática, sectorizando el enfoque en tres divisiones diferentes y confiesa que, de fallar (aprovechando la publicidad online), su negocio, tal y como lo conocen corre riesgo.

Desde un punto de vista personal, tengo la impresión de que el principal problema de Microsoft es que, en un momento en el que la informática evoluciona minuto a minuto, ellos tardan 3 ó 4 años en sacar un nuevo sistema operativo (piedra angular de su negocio, no tanto por el importe económico como por la dependencia que crean en los usuarios), lo que limita demasiado su margen de maniobra. Por el contrario, los productos online son capaces de readaptarse sin necesidad de obligar al usuario a cambiar de software local ni realizar tediosas actualizaciones.

Por primera vez, y despreciando opiniones informáticas subjetivas, parece que el imperio empieza a tambalearse. Que se quede en un susto o que caigan con todo el equipo dependerá, en gran medida, de su capacidad de reacción.

Opinión de Curro en la B!tacora


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