M. Á. C / PAREJO /Ariadna/ El Mundo.es .- El no a la extensión del canon digital es una bandera que sostienen tanto la Asociación de Usuarios de Internet (AUI) y la Asociación de Internautas (AI) como la patronal del sector tecnológico, Aetic. La negociación entre los enfrentados ministerios de Industria y Cultura es dura y sólo puede ganar uno de los dos.
«Temas como la administración electrónica están bien, pero antes hay que solucionar otros problemas», dice Miguel Pérez Subías, de la AUI. De poco sirve si antes no se aumenta el número de usuarios de internet y no se mejora la seguridad para que el internauta gane en confianza. «No se puede aceptar que en 2006 aún haya zonas sin acceso a internet», asegura Víctor Domingo. Y va más allá. El objetivo del nuevo ministro debe ser la universalización de la banda ancha.
«El problema es de coherencia política», explica Jesús Banegas, de Aetic. «Coincidimos en el diagnóstico del problema, pero después el Gobierno no es consecuente». Dos ejemplos: el Ministerio de Cultura impone una Ley del canon que va contra la industria tecnológica. Y segundo, aunque el Ejecutivo ha aumentado el gasto en I+D+i, el Ministerio de Economía lanza una reforma del impuesto de sociedades en la que desaparece la deducción por innovación tecnológica. Para Banegas «hay que favorecer la inversión privada, trasladando, por ejemplo, algunos de los incentivos fiscales que tiene el ladrillo a la tecnología». El futuro está en la innovación, no en la construcción.
«Temas como la administración electrónica están bien, pero antes hay que solucionar otros problemas», dice Miguel Pérez Subías, de la AUI. De poco sirve si antes no se aumenta el número de usuarios de internet y no se mejora la seguridad para que el internauta gane en confianza. «No se puede aceptar que en 2006 aún haya zonas sin acceso a internet», asegura Víctor Domingo. Y va más allá. El objetivo del nuevo ministro debe ser la universalización de la banda ancha.
«El problema es de coherencia política», explica Jesús Banegas, de Aetic. «Coincidimos en el diagnóstico del problema, pero después el Gobierno no es consecuente». Dos ejemplos: el Ministerio de Cultura impone una Ley del canon que va contra la industria tecnológica. Y segundo, aunque el Ejecutivo ha aumentado el gasto en I+D+i, el Ministerio de Economía lanza una reforma del impuesto de sociedades en la que desaparece la deducción por innovación tecnológica. Para Banegas «hay que favorecer la inversión privada, trasladando, por ejemplo, algunos de los incentivos fiscales que tiene el ladrillo a la tecnología». El futuro está en la innovación, no en la construcción.