Maite Gutiérrez | La Vanguardia .- Sólo querían que, al recibir una llamada, su móvil les cantara: My hips don´t lie o Te lo agradezco, pero no.Pero, además de conseguir el tono de moda con estribillos de Shakira o Alejandro Sanz, quedaron atados a un servicio de suscripción de alertas que les llegaba a cobrar a 0,50 euros cada una. Es la queja que se encuentran cada vez con más frecuencia tanto la Agència Catalana del Consum (ACC) como las propias operadoras de telefonía móvil. Montse Sagalés, subdirectora general de atención al consumidor de la ACC, afirma que están atendiendo "numerosos casos de personas que se han dado de alta en un servicio de alerta sin saberlo". "Les pasa cuando se bajan un politono, un juego o algo similar al móvil; les dicen que para completar la descarga deben enviar la palabra alta a un número - en general de cuatro dígitos- y los usuarios lo hacen". A partir de entonces, les llegan con frecuencia mensajes que avisan sobre los nuevos servicios para el móvil que ofrece la compañía en cuestión. Y les cobran por ello.
La ACC está investigando a varias de estas compañías, aunque de momento no ha abierto ningún expediente. "Por lo que estamos averiguando, se podrían dar casos de publicidad engañosa. Hay compañías que actúan correctamente y otras que no", advierte Sagalés. En ocasiones, la compañía informa que se trata de una suscripción y de lo que va a cobrar por ello, "pero lo hace de una forma tan confusa o tan rápida [ en los anuncios de televisión estos datos tan sólo aparecen unos pocos segundos en la pantalla) que el usuario ni se da cuenta que se está suscribiendo", matizan desde la ACC.
En Vodafone también reconocen el aumento de consultas de clientes "atados a las alertas", mientras que los operadores Movistar y Orange no han querido pronunciarse sobre ello. Según Sagalés, parte del problema está en que "la normativa sobre servicios de valor añadido para móviles no es lo suficientemente concreta", y esto sirve para que algunos aprovechen el vacío legal.
"Además, es algo fácil de contratar y eso tiene su riesgo: a menudo enviamos mensajes alegremente y nos lo tendríamos que pensar dos veces antes de hacerlo". En teoría, para deshacerse de lo que algunos ya han bautizado como la maldición del politono,tan sólo es necesario enviar un mensaje con la palabra baja al mismo número que envía los mensajes, "pero también hemos detectado problemas para llevar a cabo esta operación", dice Sagalés.
El 80% de las empresas de servicios para móviles están agrupadas en la organización Aesam, que ha puesto en marcha un código de conducta para sus miembros. "El objetivo es actuar de manera transparente y dar toda la información al usuario", explica su presidenta, María Ruiz, que además es directora de comunicación de Zed. "Es cierto que algunas empresas no lo hacen bien, pero nosotros estamos sujetos al código de conducta, que es muy estricto y que da normas sobre cómo ha de ser la publicidad, la atención al cliente y los procesos de alta y baja". "Lo que pasa es que siempre hay gente que no se entera", afirma convencida Ruiz.
Tanto las compañías de telefonía móvil consultadas como la Agència Catalana del Consum coinciden en que "algo no funciona", viendo la confusión que este servicio está generando entre los usuarios. "El sector es muy nuevo, aún hay que acostumbrarse a él y mejorarlo", añaden.
Hasta que esto ocurra, recomiendan a los usuarios andar con cuidado cuando se envía un mensaje. Un politono puede no ser tan inocente como parece.
La ACC está investigando a varias de estas compañías, aunque de momento no ha abierto ningún expediente. "Por lo que estamos averiguando, se podrían dar casos de publicidad engañosa. Hay compañías que actúan correctamente y otras que no", advierte Sagalés. En ocasiones, la compañía informa que se trata de una suscripción y de lo que va a cobrar por ello, "pero lo hace de una forma tan confusa o tan rápida [ en los anuncios de televisión estos datos tan sólo aparecen unos pocos segundos en la pantalla) que el usuario ni se da cuenta que se está suscribiendo", matizan desde la ACC.
En Vodafone también reconocen el aumento de consultas de clientes "atados a las alertas", mientras que los operadores Movistar y Orange no han querido pronunciarse sobre ello. Según Sagalés, parte del problema está en que "la normativa sobre servicios de valor añadido para móviles no es lo suficientemente concreta", y esto sirve para que algunos aprovechen el vacío legal.
"Además, es algo fácil de contratar y eso tiene su riesgo: a menudo enviamos mensajes alegremente y nos lo tendríamos que pensar dos veces antes de hacerlo". En teoría, para deshacerse de lo que algunos ya han bautizado como la maldición del politono,tan sólo es necesario enviar un mensaje con la palabra baja al mismo número que envía los mensajes, "pero también hemos detectado problemas para llevar a cabo esta operación", dice Sagalés.
El 80% de las empresas de servicios para móviles están agrupadas en la organización Aesam, que ha puesto en marcha un código de conducta para sus miembros. "El objetivo es actuar de manera transparente y dar toda la información al usuario", explica su presidenta, María Ruiz, que además es directora de comunicación de Zed. "Es cierto que algunas empresas no lo hacen bien, pero nosotros estamos sujetos al código de conducta, que es muy estricto y que da normas sobre cómo ha de ser la publicidad, la atención al cliente y los procesos de alta y baja". "Lo que pasa es que siempre hay gente que no se entera", afirma convencida Ruiz.
Tanto las compañías de telefonía móvil consultadas como la Agència Catalana del Consum coinciden en que "algo no funciona", viendo la confusión que este servicio está generando entre los usuarios. "El sector es muy nuevo, aún hay que acostumbrarse a él y mejorarlo", añaden.
Hasta que esto ocurra, recomiendan a los usuarios andar con cuidado cuando se envía un mensaje. Un politono puede no ser tan inocente como parece.