Por ANA R.CAÑIL (soitu.es) .- Una parte del Gobierno está de los nervios con la movida internetera desatada por el canon digital. Desde que la semana pasada , el Congreso rechazó la propuesta del Senado para eliminar la tasa en el plazo de un año, la bronca en la red tarda en amainar más de lo previsto. Algunos altos cargos del Ejecutivo Zapatero se atreven a reconocer que el asunto preocupa, y mucho. Ese es el caso del secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, quién admite que el canon es un sistema imperfecto y transitorio. Un mal menor".
Lo que ocurre, en opinión de Ros, es que "la enmienda introducida en el Senado, y que se quería aprobar en el Congreso, eliminar el canon digital en un año, era ponernos una pistola en la sien. Un plazo irreal para un problema muy complejo" añade el secretario de Estado. Con todo, internet es "una ola imparable. Y hay que subirse al pico en vez de esquivarla. Surfear lo mejor que podamos. Pero mientras eso ocurre, no podemos dejar desprotegidos a nuestros músicos, nuestros autores, y guionistas...."
El céntimo cultural
Aunque el secretario de Estado de Telecomunicaciones mantiene que no hay soluciones inmediatas, otras fuentes económicas del Gobierno aseguran que ya se ha manejado el concepto del céntimo cultural, un impuesto del Gobierno que sea redistribuido de forma equitativa y transparente entre los autores, y similar a la idea manejada con el céntimo sanitario. El céntimo cultural también ha sido argumentado por Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet al considerarlo más transparente.
Ros reconoce que la idea del céntimo también ha rondado en algún momento por su cabeza. Pero considera que de momento la solución al problema tiene que ir por el cambio de modelo del negocio "de la explotación de los contenidos". Métodos ya practicados, como el de colgar la música gratis en la red y ganar dinero a través de los conciertos y del 'merchandising', con la venta de todo tipo de objetos: camisetas, gorras, pañuelos, es la salida a medio plazo. Pero en dos o tres años, "mientras esa transición se produce, no podemos dejar desasistida a la cultura".
Lo que Francisco Ros se niega a confirmar son las diferencias que ha habido dentro del Gobierno Zapatero, entre los ministerios de Industria y de Cultura, a la hora de abordar la propuesta de derogar la tasa digital en el plazo de un año. La medida fue defendida por el PP e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV).
El miedo a los actores
Otras fuentes del Gobierno confirman las tensiones entre el Ministerio de Cultura, más beligerante y con mayor influencia en La Moncloa que el de Industria. La obligada relación de Cultura con la SGAE (Sociedad General de Autores) e incluso el perfil del ministro de Cultura, César Antonio Molina -poeta y escritor- y el miedo a un enfrentamiento con los actores, directores y cineastas próximos al PSOE, ha marcado las decisiones dentro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Frente a los argumentos de los expertos de Industria, advirtiendo de lo peligroso que podía ser el asunto del canon dentro de la red, con 20 millones de internaturas españoles en contra, el equipo del ministro Molina argumentó que "más temibles son los famosos en una campaña por televisión". Y todo ello a las puertas de unas elecciones generales, a celebrar el próximo 9-M.
La cuestión abierta en estos momentos, y que volverá a la palestra de la actualidad tras las vacaciones navideñas, es si pueden más "los artistas televisivos o los internautas, que está por ver qué votan" reconoce otra fuente del PSOE en la sede de Ferraz. Pero no es baladí el hecho de que el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, se haya puesto al frente de la manifestación contra el canon en la red. Dado el talante del presidente Zapatero, no se descarta que "si la bronca arrecia antes del 9 de marzo, el mismo Zapatero anuncie por sorpresa alguna medida para solucionar el problema".
Mientras las aguas regresan a su cauce y se espera al día después del 9-M, Ros insiste en subrayar que el canon en ningún caso se ha establecido para "compensar por descargas ilegales". Apuesta por seguir buscando soluciones a un problema tan complejo, pero dentro de la Union Europea. "Tenemos reuniones continuas con todos los países para abordar el asunto". Pero sabe que el canon tiene una vida corta y "tenderá a desaparecer".
Lo que ocurre, en opinión de Ros, es que "la enmienda introducida en el Senado, y que se quería aprobar en el Congreso, eliminar el canon digital en un año, era ponernos una pistola en la sien. Un plazo irreal para un problema muy complejo" añade el secretario de Estado. Con todo, internet es "una ola imparable. Y hay que subirse al pico en vez de esquivarla. Surfear lo mejor que podamos. Pero mientras eso ocurre, no podemos dejar desprotegidos a nuestros músicos, nuestros autores, y guionistas...."
El céntimo cultural
Aunque el secretario de Estado de Telecomunicaciones mantiene que no hay soluciones inmediatas, otras fuentes económicas del Gobierno aseguran que ya se ha manejado el concepto del céntimo cultural, un impuesto del Gobierno que sea redistribuido de forma equitativa y transparente entre los autores, y similar a la idea manejada con el céntimo sanitario. El céntimo cultural también ha sido argumentado por Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet al considerarlo más transparente.
Ros reconoce que la idea del céntimo también ha rondado en algún momento por su cabeza. Pero considera que de momento la solución al problema tiene que ir por el cambio de modelo del negocio "de la explotación de los contenidos". Métodos ya practicados, como el de colgar la música gratis en la red y ganar dinero a través de los conciertos y del 'merchandising', con la venta de todo tipo de objetos: camisetas, gorras, pañuelos, es la salida a medio plazo. Pero en dos o tres años, "mientras esa transición se produce, no podemos dejar desasistida a la cultura".
Lo que Francisco Ros se niega a confirmar son las diferencias que ha habido dentro del Gobierno Zapatero, entre los ministerios de Industria y de Cultura, a la hora de abordar la propuesta de derogar la tasa digital en el plazo de un año. La medida fue defendida por el PP e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV).
El miedo a los actores
Otras fuentes del Gobierno confirman las tensiones entre el Ministerio de Cultura, más beligerante y con mayor influencia en La Moncloa que el de Industria. La obligada relación de Cultura con la SGAE (Sociedad General de Autores) e incluso el perfil del ministro de Cultura, César Antonio Molina -poeta y escritor- y el miedo a un enfrentamiento con los actores, directores y cineastas próximos al PSOE, ha marcado las decisiones dentro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Frente a los argumentos de los expertos de Industria, advirtiendo de lo peligroso que podía ser el asunto del canon dentro de la red, con 20 millones de internaturas españoles en contra, el equipo del ministro Molina argumentó que "más temibles son los famosos en una campaña por televisión". Y todo ello a las puertas de unas elecciones generales, a celebrar el próximo 9-M.
La cuestión abierta en estos momentos, y que volverá a la palestra de la actualidad tras las vacaciones navideñas, es si pueden más "los artistas televisivos o los internautas, que está por ver qué votan" reconoce otra fuente del PSOE en la sede de Ferraz. Pero no es baladí el hecho de que el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, se haya puesto al frente de la manifestación contra el canon en la red. Dado el talante del presidente Zapatero, no se descarta que "si la bronca arrecia antes del 9 de marzo, el mismo Zapatero anuncie por sorpresa alguna medida para solucionar el problema".
Mientras las aguas regresan a su cauce y se espera al día después del 9-M, Ros insiste en subrayar que el canon en ningún caso se ha establecido para "compensar por descargas ilegales". Apuesta por seguir buscando soluciones a un problema tan complejo, pero dentro de la Union Europea. "Tenemos reuniones continuas con todos los países para abordar el asunto". Pero sabe que el canon tiene una vida corta y "tenderá a desaparecer".
