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MÓVILES

Bruselas propone una reducción drástica de los precios de los móviles


La comisaria Reding quiere provocar un recorte de las tarifas mayoristas de terminación de la telefonía móvil que se cobran entre sí las operadoras y que suponen entre el 15% y el 30% de sus ingresos.




I. del Castillo Expansión .- La comisaria de telecomunicaciones de la Unión Europea, Viviane Reding, está decidida a pasar a la historia como el azote de las operadoras de telefonía móvil. Tras rebajar unilateralmente el precio de las llamadas en roaming –las que se hacen o reciben en el móvil cuando se está en el extranjero– y cuando encara lo que previsiblemente será su último año en el Ejecutivo comunitario, Reding se ha embarcado en un proyecto que, de alcanzar éxito, supondría un torpedo bajo la línea de flotación de las operadoras de telecomunicaciones móviles que trabajan en Europa.

La propuesta que defiende la comisaria Reding contempla una bajada radical de los precios de terminación que cobran las operadoras de telecomunicaciones móviles. Éste es el precio que grupos como Movistar, Vodafone u Orange cobran a otro operador cuando un usuario realiza una llamada a un cliente de la red del primero.

Rebajas del 90%
Las propuestas iniciales de Reding se sitúan en un precio de entre 1 y 2 céntimos por minuto o la eliminación por completo de la figura del precio de terminación frente, por ejemplo, a los 9 céntimos que se cobra, de media, en España. Eliminar la terminación supondría que los operadores que reciben una llamada en su red no pudieran cobrar nada a los operadores de los clientes que realizan la llamada.

Esta figura se denomina en inglés Bill and keep, algo así como “cobro y me lo quedo”, una fórmula muy común en el sector de Internet. Si se aplicase esta norma, cuando el cliente de un operador A llama a otro del operador B, el operador A no tendría que pagar nada al B y el importe de la llamada que cobrase a su cliente sería para él.

Actualmente, el precio en España de las tarifas de terminación de los móviles se sitúa alrededor de los 9 céntimos de euro por minuto como media, aunque con un reparto desequilibrado en función del criterio histórico de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) de favorecer a los operadores que han llegado más tarde al mercado. Movistar es la que tiene permitido cobrar menos, seguida de cerca de Vodafone. Orange todavía goza de un cierto privilegio con una tarifa más alta, y Yoigo, la última en llegar, si dispone de un amplio margen a su favor.

Bajadas continuas

Los precios mayoristas que se cobran las operadoras entre sí vienen bajando consistentemente en los últimos años por decisión de la CMT y se encuentran sometidos a un régimen de intervención que los recortará aún más en 2008 y 2009. Para finales del próximo año, el precio para los tres grandes operadores se igualará a la baja en 7 céntimos por minuto.

Uno de los argumentos que esgrime Reding para aplicar su proyecto es una intención armonizadora, puesto que es verdad que existe una gran dispersión en este tipo de precios en Europa en función de los criterios que aplique cada regulador nacional y que oscilan entre 2 y 16 céntimos por minuto. Pero la realidad es que las grandes diferencias se dan en los países pequeños y periféricos. Los cinco grandes mercados están mucho más cercanos entre sí, con precios que oscilan entre los 6 y los 8 céntimos por minuto.

Como la Comisión Europea no tiene, por ahora, potestad directa para imponer estos precios a los operadores, su estrategia para alcanzar sus objetivos pasa por lanzar una consulta que acabe transformándose, a finales de este año, en una recomendación pública para presionar al conjunto de los reguladores nacionales.

Presión a los reguladores

Una recomendación de este tipo puede influir mucho en el conjunto de los reguladores europeos si alguno de los árbitros líderes, como la británica Ofcom, se muestran partidarios de adoptarla.

El recorte tendría consecuencias en la inversión y el empleo

El impacto económico para los operadores de medidas como recortar un 90% o eliminar los precios de terminación sería muy alto, aunque es menor cuanto más grande es el operador, puesto que al tener más clientes propios, el porcentaje de llamadas dentro de la propia red es mayor.

Fuentes del sector estiman que, en operadores grandes del tamaño de Movistar en España –23 millones de clientes–, los ingresos por terminación pueden situarse alrededor del 16% del total, cifra que se incrementaría para los otros operadores y que, en compañías pequeñas, como Yoigo, puede superar el 30%. Con estas estimaciones, de los más de 20.000 millones de euros que ha facturado el sector de los móviles en España durante 2007, más de 3.500 millones, o sea, un 18% de media, procederían de este concepto.

Si un recorte así se aplicase en un periodo muy corto de tiempo, la situación económica de los operadores no podría soportarlo y deberían reducir drásticamente los costes –y, por tanto, el empleo–, así como las inversiones en nuevas redes a las que los operadores españoles destinan más de 2.000 millones de euros anuales. Otra opción sería un aumento de los precios de las llamadas salientes para compensar la caída de ingresos.

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