Ana Pedrero - Tribuna de Salamanca,- Este desfase afecta especialmente a los vecinos que residen en las localidades más pequeñas, que ven cómo las administraciones públicas -léase los Programas de Extensión de Banda Ancha del Ministerio de Industria en colaboración con la Junta de Castilla y León no han cumplido plazos ni objetivos a la hora de conectarlos con el resto del mundo, a pesar de realizar importantes inversiones para potenciar el sector. En este sentido, el Gobierno ha destinado a Castilla y León para 2008 un presupuesto de 48,9 millones de euros, destinados al Plan Avanza.
Esta lenta implantación ocurre tanto con internet como con la Televisión Digital Terrestre (TDT). Se trata de servicios que quedan prácticamente restringidos a la capital y su alfoz, donde se concentra el grueso de la población. Así, sólo el 35 por ciento del territorio de la provincia goza de instalación de banda ancha ADSL, bien a través de Ono o bien a través de Telefónica, que sirve a una media de usuarios en torno al 60/70 por ciento de la población. Pese a las cifras, la situación real está por debajo de estos indicativos, ya que no en todas las zonas la calidad del servicio es igual. De hecho, el PSOE provincial la rebaja al 26,5 por ciento de la provincia, fijando en 96 municipios, de los 362 existentes, los que disponen de tecnología ADSL.
Estos porcentajes son muy similares cuando hablamos de la TDT, que sitúan a la provincia salmantina como la última de las nueve que conforman la Comunidad en cuanto a cobertura poblacional y territorial, con un 66 y 35 por ciento respectivamente, según revela el último informe publicado este mes de noviembre de la Asociación de Empresas y Técnicos Instaladores de Telecomunicaciones de Salamanca (Asatel).
En el caso de internet, los usuarios del medio rural que no dispongan de conexión ADSL a través del sistema de cableado opción de la que disponen la capital y su alfoz, así como los grandes núcleos comarcales, tienen la posibilidad de acceder a la red por otras vías, como las conexiones a través de Iberbanda (WiMAX ó LMDS, un sistema de transmisión terrestre que permite el acceso a banda ancha a través de ondas de radio), o a través de la banda por satélite. En ambos casos, la instalación resulta menos costosa para las operadoras, aunque las prestaciones son también bastante menos efectivas.
La conexión a través de Iberbanda posible en el medio rural gracias al convenio entre la Junta de Castilla y León (que ha invertido en los dos últimos años 13,5 millones de euros) y la empresa, dependiente de Telefónica, cubre en la actualidad el 70 por ciento del territorio de la provincia, aunque su efectividad es aún baja, situándose en un 20/30 por ciento. En cuanto a la banda por satélite, la cobertura sobre la provincia salmantina es del 100 por cien, aunque resulta un servicio excesivamente lento y caro para el usuario, con una efectividad en torno al 40/50 por ciento, según indicaba a TRIBUNA Antonio Mateos, presidente de los instaladores de telecomunicaciones salmantinos y miembro de la directiva de la federación nacional.
Según los datos facilitados por la Junta, la provincia tiene a fecha de hoy garantizada la banda ancha en el cien por cien de los municipios, situación que no responde a los datos reales y contrastados en numerosas localidades (algunas muy cercanas a la capital o a los grandes núcleos), donde acceder a internet aún es un lujo impensable e imposible.
Esta lenta implantación ocurre tanto con internet como con la Televisión Digital Terrestre (TDT). Se trata de servicios que quedan prácticamente restringidos a la capital y su alfoz, donde se concentra el grueso de la población. Así, sólo el 35 por ciento del territorio de la provincia goza de instalación de banda ancha ADSL, bien a través de Ono o bien a través de Telefónica, que sirve a una media de usuarios en torno al 60/70 por ciento de la población. Pese a las cifras, la situación real está por debajo de estos indicativos, ya que no en todas las zonas la calidad del servicio es igual. De hecho, el PSOE provincial la rebaja al 26,5 por ciento de la provincia, fijando en 96 municipios, de los 362 existentes, los que disponen de tecnología ADSL.
Estos porcentajes son muy similares cuando hablamos de la TDT, que sitúan a la provincia salmantina como la última de las nueve que conforman la Comunidad en cuanto a cobertura poblacional y territorial, con un 66 y 35 por ciento respectivamente, según revela el último informe publicado este mes de noviembre de la Asociación de Empresas y Técnicos Instaladores de Telecomunicaciones de Salamanca (Asatel).
En el caso de internet, los usuarios del medio rural que no dispongan de conexión ADSL a través del sistema de cableado opción de la que disponen la capital y su alfoz, así como los grandes núcleos comarcales, tienen la posibilidad de acceder a la red por otras vías, como las conexiones a través de Iberbanda (WiMAX ó LMDS, un sistema de transmisión terrestre que permite el acceso a banda ancha a través de ondas de radio), o a través de la banda por satélite. En ambos casos, la instalación resulta menos costosa para las operadoras, aunque las prestaciones son también bastante menos efectivas.
La conexión a través de Iberbanda posible en el medio rural gracias al convenio entre la Junta de Castilla y León (que ha invertido en los dos últimos años 13,5 millones de euros) y la empresa, dependiente de Telefónica, cubre en la actualidad el 70 por ciento del territorio de la provincia, aunque su efectividad es aún baja, situándose en un 20/30 por ciento. En cuanto a la banda por satélite, la cobertura sobre la provincia salmantina es del 100 por cien, aunque resulta un servicio excesivamente lento y caro para el usuario, con una efectividad en torno al 40/50 por ciento, según indicaba a TRIBUNA Antonio Mateos, presidente de los instaladores de telecomunicaciones salmantinos y miembro de la directiva de la federación nacional.
Según los datos facilitados por la Junta, la provincia tiene a fecha de hoy garantizada la banda ancha en el cien por cien de los municipios, situación que no responde a los datos reales y contrastados en numerosas localidades (algunas muy cercanas a la capital o a los grandes núcleos), donde acceder a internet aún es un lujo impensable e imposible.