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LA ORDEN CONTENTA A PRODUCTORES Y GUIONISTAS, MIENTRAS QUE LOS EXHIBIDORES SE SIENTEN EXCLUIDOS

Sinde subvencionará a los guionistas, aunque su trabajo no acabe en película


..”por exigencias del guión, o por el puño y la letra de la guionista mayor del Reino, la Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde".. .." Así, las ayudas a guión «se conciben como el primer escalón de todo el sistema de ayudas destinadas a la creación y producción de largometrajes». No es necesario que el guión llegue a ser una película para obtener la ayuda aunque reconoce que dichos guiones, «si es posible, deberían poder transformarse en obra audiovisual». Se otorgará un máximo de 15 ayudas al año -menos que antes- de 40.000 euros cada una -mucho más”..




JUAN CARLOS DELGADO | MADRID / ABC .- El cine español se mueve. A los tradicionales cámara, acción... se suma desde ayer la Orden Ministerial que desarrollará la nueva Ley de Cine, aprobada por el Parlamento en diciembre de 2007. El Ministerio de Cultura y el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), han finalizado la elaboración del documento, que se publicará en el BOE próximamente, y será remitido a la Comisión Europea para cumplir el «requisito indispensable» de la aprobación por Bruselas del régimen de ayudas.

Pero parece que la Orden ha cambiado el argumento. Tal vez, por exigencias del guión, o por el puño y la letra de la guionista mayor del Reino, la Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde. Porque son las ayudas a los guionistas -que no siguen exactamente el primer story-board del que partió Ignasi Guardans, director del ICAA-las que parecen haberse convertido en el primer plano de este filme legislativo. Así, las ayudas a guión «se conciben como el primer escalón de todo el sistema de ayudas destinadas a la creación y producción de largometrajes». No es necesario que el guión llegue a ser una película para obtener la ayuda aunque reconoce que dichos guiones, «si es posible, deberían poder transformarse en obra audiovisual». Se otorgará un máximo de 15 ayudas al año -menos que antes- de 40.000 euros cada una -mucho más-.

I+D+i: fundido en negro

En cuanto al resto de la Orden, la primera gran novedad en lo referente a los costes es que en el caso de largometrajes se va a «exigir obligatoriamente la presentación de un informe de auditoría». Y metidos ya en harina de las ayudas, uno de los puntos más controvertidos de la Orden es que regula «exclusivamente» las ayudas de carácter centralizado y no las que se llevan a cabo en colaboración con las distintas Comunidades Autónomas, con lo cual no quedan recogidas las futuras ayudas destinadas a la innovación en el sector audiovisual (I+D+i) ni las medidas de apoyo a los exhibidores.

En cuanto a las ayudas a la distribución, como novedad hay que resaltar las de tipo general (sólo pueden recibirlas los distribuidores independientes) y las ayudas dirigidas a cubrir los gastos de accesibilidad por parte de las personas con discapacidad visual o auditiva.

Siguiendo con el apartado de novedades cabe destacar las llamadas «ayudas al desarrollo» consistentes en la entrega a la producción de unos recursos anticipados para costear la búsqueda de localizaciones, la identificación del casting, las gestiones para el logro de recursos económicos, el asesoramiento tecnológico y las tareas de documentación. Muy reseñable resulta el hecho de que si bien pueden concurrir toda clase de películas, sin discriminacion de coste o contenido, se subraya que «los beneficiarios sólo pueden ser productoras independientes», es decir no las controladas por operadores de televisión o por capital de fuera de la Unión Europea. La Orden también destaca que las películas basadas en guiones que fueron objeto de ayuda, tienen «ventaja».

Arte ¿y ensayo?

En cuanto a las ayudas a proyectos de largometraje, la ayuda pública no dependerá tanto del rendimiento en taquilla como del «especial valor cinematográfico, cultural social o experimental, o que se refieran a situaciones de gran impacto social», que serán valorados por un comité. Igualmente, se introduce un criterio de «acción positiva de género» según el cual entre dos proyectos con igual puntuación se dará preferencia al que cuente con una mujer como directora o guionista.

La Orden también desgrana las llamadas «ayudas a la amortización», en las que se «computará como espectadores no sólo a los de las salas, sino también el asistente a los festivales, a las descargas y accesos legales de internet, así como la venta y el alquiler de DVD». La Orden concluye reseñando las características de los comités que han de asesorar en estas ayudas. En cuanto a la composición, deberán ser oídas las distintas asociaciones y se buscará reforzar «la transparencia del proceso y el acceso a la información por parte de quien se sienta perjudicado».

El final feliz, el The End que propone Cultura es que «todas las películas pueden llegar a obtener un apoyo público con independencia de su coste y de su naturaleza más o menos comercial».



CONFLICTO DE INTERESES:

González-Sinde: De vivir de las subvenciones a concederlas ella misma (1ª parte).

González-Sinde: De vivir de las subvenciones a concederlas ella misma (2ª parte)



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