María Vidal La Voz de Galicia .- De momento ofrecen alrededor de 18.000 álbumes de música con este tipo de licencia, además de canciones grabadas por otros grupos gallegos en los estudios que ellos mismos poseen.
Los locales comerciales que deseen adherirse a la iniciativa deberán abonar una cuota mensual de 20 euros, el doble que los particulares. En este caso, los «aliados» dispondrán de información personalizada sobre los conciertos y programaciones alrededor de A Casa de Música, recibirán ediciones exclusivas de autoproducción (cada mes obtendrán un cedé de música de las agrupaciones afines), y poseerán una acreditación personalizada. Pero este servicio también es posible utilizarlo de manera gratuita, descargando las canciones con este tipo de licencias, en las páginas web indicadas para ello. «Ademais da promoción do seu disco, os grupos que participan con nós teñen condicións máis económicas para utilizar o noso estudio de gravación.
En ningún caso reciben diñeiro», señala Paco Alvarellos, que añade que lo que quieren estos artistas es que «se lles escoite». Negocian con una docena de locales para extender su proyecto por Santiago, «aínda que non existe unha fronteira física, se nos chaman de A Estrada ou de Madrid, xa nos entenderemos para enviarlles a información a través de Internet». De momento, el próximo fin de semana su primer cliente, el bar santiagués Nosferatu, abrirá sus puertas sin tener que pagar a la SGAE por la música.
Los locales comerciales que deseen adherirse a la iniciativa deberán abonar una cuota mensual de 20 euros, el doble que los particulares. En este caso, los «aliados» dispondrán de información personalizada sobre los conciertos y programaciones alrededor de A Casa de Música, recibirán ediciones exclusivas de autoproducción (cada mes obtendrán un cedé de música de las agrupaciones afines), y poseerán una acreditación personalizada. Pero este servicio también es posible utilizarlo de manera gratuita, descargando las canciones con este tipo de licencias, en las páginas web indicadas para ello. «Ademais da promoción do seu disco, os grupos que participan con nós teñen condicións máis económicas para utilizar o noso estudio de gravación.
En ningún caso reciben diñeiro», señala Paco Alvarellos, que añade que lo que quieren estos artistas es que «se lles escoite». Negocian con una docena de locales para extender su proyecto por Santiago, «aínda que non existe unha fronteira física, se nos chaman de A Estrada ou de Madrid, xa nos entenderemos para enviarlles a información a través de Internet». De momento, el próximo fin de semana su primer cliente, el bar santiagués Nosferatu, abrirá sus puertas sin tener que pagar a la SGAE por la música.
