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Los operadores se disputan el negocio de telefonía rural


Retevisión, Uni2, Jazztel, Aló, NeoSky, Iberbanda y Broadnet ultiman ofertas para quedarse con la gestión de la red rural de Telefónica, que da cobertura a más de 206.000 abonados de telefonía fija.





M.A Patiño / Expansión

El contrato, a diez años, podría superar los mil millones de euros si el adjudicatario se queda con todo el negocio que sale a subasta. La adjudicación se decidirá a partir de octubre.

La fecha límite para presentar ofertas a Telefónica acabará el próximo día 15 de octubre a las 14,00 horas. Hasta ese momento, cualquier operador interesado puede presentar ofertas a Telefónica para sustituir el viejo sistema de telefonía rural, conocido con el nombre técnico de trac.

Con este sistema radioeléctrico, Telefónica llega hasta los pueblos más recónditos sin necesidad de tender cables. Para ello ha venido utilizando mayoritariamente el viejo sistema de la telefonía móvil analógica (Moviline). El problema es que el trac es tan rudimentario que no permite la conexión a Internet, tal como exige ahora Bruselas. De ahí que Telefónica haya sacado a subasta la sustitución de esa infraestructura por otra más moderna, como el LMDS, que sí soporta Internet.

En España, cuentan con licencia de LMDS Retevisión, Uni2, Banda Ancha (Aló), Jazztel, Iberbanda, NeoSky (resultado de la fusión de Neo y Skypoint) y Broadnet. Es muy probable que todos se presenten. Algunas fuentes explican que Vodafone, aunque no tenga licencia LMDS, también pujará ofreciendo sus servicios GSM. En juego está una cifra multimillonaria. Aunque Telefónica seguirá cobrando al usuario final por el servicio telefónico, serán los nuevos operadores los que lo gestionen, cobrando por ello a Telefónica.

El operador alternativo que mejor precio ofrezca a Telefónica será el que se lleve el contrato. Aunque la cifra puede oscilar dependiendo de los condicionamientos técnicos, según los operadores consultados se baraja una cifra mínima de quinientos euros al año por usuario.

Teniendo en cuenta que será un contrato de diez años y que han salido a subasta 206.625 líneas, si un nuevo operador se adjudica todo el contrato, Telefónica le debería pagar al menos 1.033 millones de euros. Algunos operadores (en especial los que cuentan con licencias de LMDS para frecuencias más altas), calculan que la inversión se podría duplicar. El contrato superaría así los dos mil millones.

Hay que tener en cuenta también las subvenciones de los fondos Feder con las que contarán los nuevos operadores adjudicatarios. (120 millones de euros). La concesión dependerá de Telefónica.

La operadora puede adjudicar todo el negocio a un único candidato, repartirlo entre varios o dejar desierto el concurso, cuyas condiciones están siendo muy criticadas por las compañías. Primero, por los altos avales exigidos (un año de contrato), y segundo, por salir a subasta menos líneas rurales de las que teóricamente existen en España (260.000).

Reproducido de Expansión


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