Pero el caso es que hablamos de este tema, los estratélites, nada menos que en el año 2005. La empresa que entonces lo proponía ya ni existe. Pero ahora, desde esta semana, Google ya tiene unos treinta globos volando allí arriba, a unos veinte kilómetros de altura, variando su altura entre las corrientes estratosféricas de manera controlada para poder manejar su localización, y comunicados con estaciones terrestres dotadas de antenas especiales que proporcionan conectividad a cincuenta usuarios en fase de pruebas en Nueva Zelanda. No es simplemente un anuncio, ni un plan, es una realidad tan grande como lo que ocupan treinta globos inflados. Experimental, por supuesto, pero una realidad. Puedes ver datos del proyecto, el anuncio original, y al equipo que desarrolla el proyecto desde Google X.
El plan es utilizar esta red de globos interconectados entre sí para proveer de acceso a la red a zonas que hoy carecen de infraestructura, con velocidades aproximadamente iguales a las del 3G. Un plan que tiene todo el sentido del mundo: coincide perfectamente con la misión y los intereses de Google, permite ofrecer conectividad a millones de personas que hoy no pueden tenerla, y ofrece unas posibilidades de generación de valor difícilmente imaginables.
Dos vídeos muy recomendables: uno para la imaginación,
Y otro para la tecnología,
De locura, a proyecto capaz de cambiar el mundo. No está mal encontrarte convertidas en realidad cosas de las que hablaste como factibles en el año 2005 (y que además tienen connotaciones fundamentalmente positivas, no como otras que desgraciadamente también se han convertido en reales). Antes, la ciencia-ficción tardaba más en hacerse tangible