Las causas
El hecho de que la velocidad real sea a menudo mucho menor que la contratada se debe a causas técnicas. Es decir, las infraestructuras existentes impiden que las compañías proporcionen una calidad de conexión mayor de la que ofrecen. Las líneas ADSL corren sobre redes telefónicas ya existentes de cables de cobre expuestas a deterioros e incidencias de todo tipo (condiciones meteorológicas, obras públicas, roedores...) que reducen la calidad de la línea. Cuanto más lejos se está de la central telefónica, mayor es el recorrido de la red y más imprefecciones hay por el camino, por lo que la velocidad que recibe alguien que vive a mucha distancia de la central siempre es mucho menor que la de alguien cuya casa esté cerca de la misma.
Las obligaciones de las operadoras
Las empresas de telecomunicaciones ofrecen ADSL hasta cierta cantidad de MB, pero eso no les compromete a tener que ofrecer ese máximo, por lo que se limitan como mucho a garantizar un mínimo. Tal y como se especifica en la Carta de Derechos del Usuario de Telecomunicaciones, las proveedoras de Internet sólo están obligadas a comunicar al usuario que la velocidad que obtendrán puede ser menor que la contratada y por qué: "Los operadores estarán obligados a informar a los usuarios, antes de contratar, sobre los factores que influyen en la velocidad efectiva de su línea".
Se prohíbe publicitar velocidades que excedan de la permitida por una determinada tecnología Sobre este punto, cada compañía realiza una serie de especificaciones en sus respectivos contratos: Vodafone garantiza un 25% de la velocidad máxima que técnicamente permite la línea, Orange se limita a informar de los factores que reducen la velociad del ADSL, Jazztel asegura que "no puede garantizar que el cliente disponga de la velocidad contratada" y Movistar, aunque no se compromete a ningún mínimo en sus ofertas a particulares, como responsable del servicio universal (el derecho de todos los ciudadanos a acceder a unos servicios mínimos de Internet) está obligada por ley a proporcionar una velocidad mínima de 1 MB.
La Carta de Derechos del Usuario de Telecomunicaciones también indica que "se prohíbe publicitar velocidades que excedan de la permitida por una determinada tecnología", pero ninguna empresa suele incurrir en esta falta (en parte por el modo en que está redactada), ya que las velocidades que prometen sí son posibles con la tecnología utilizada, aunque en la práctica las infraestructuras la hagan inalcanzable.
>Impotencia
Según señala Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, a 20minutos.es "es cierto que cuando las operadoras no proporcionan más velocidad es por causas técnicas, pero eso no justifica que ofrezcan servicios que no pueden dar". "El déficit entre lo que se publicita y lo que se ofrece es enorme, y lo peor de todo es que no se puede hacer nada, ya que el Ministerio de Industria y la CMT lo dejan estar y no hacen nada por cambiar la situación", asegura Domingo.
En velocidad vamos ganando, pero no todos por igual "Si compras un frigorífico y, cuando te lo traen a casa, descubres que le falta el congelador, el 30%, tienes cobertura para reclamar. Si contratas una conexión de 20 MB y sólo te dan el 70%, estás totalmente desamparado. Ese es el problema de fondo, la impotencia total, y de eso es de lo que se aprovechan las operadoras, de que no existe ningún tipo de amparo desde el punto de vista de la administración. Un juez no te puede ayudar", explica.
"En el último estudio que hicimos en la Asociación de Internautas comprobamos que la calidad de la banda ancha en España está mejorando, pero no es suficiente. Las operadoras suelen jugar con el factor psicológico: siempre ofrecen más y, aunque no te pueden dar todo lo que ofrecen, la velocidad del ADSL sí se va incrementando, por lo que tendemos a quejarnos menos. Pero lo cierto es que el problema sigue ahí, sobre todo en zonas rurales o con poca cobertura. En velocidad vamos ganando, pero no todos por igual", sentencia Domingo.
La solución
Cualquier internauta puede comprobar si la velocidad de su línea ADSL es la que contrató utilizando medidores como el Test de Velocidad de la AI o Speedtest (lo ideal es hacer varias pruebas a varias horas y en distintas condiciones). En la mayoría de los casos, el resultado revelará que la velocidad real es inferior o muy inferior a la prometida.
¿Qué puede hacer entonces el usuario?, ¿puede exigir la velocidad contratada?, ¿puede demandar a la compañía por publicidad engañosa? No, en realidad lo único que puede hacer es probar suerte con otra operadora. Descubrirá entonces que con todas las compañías sucede algo parecido, por lo que la única alternativa fiable es la contratación de un servicio de fibra óptica como el que ofrece ONO. Al usar cable de fibra en vez de una red telefónica convencional, se eliminan las limitaciones técnicas y se garantiza una velocidad muy próxima a la ofertada.