Permitirá a los proveedores priorizar el trafico en función del contenido perjudicando al usuario
Aunque a simple vista no parezca un cambio relevante, se trata de un atentado directo contra la neutralidad de la red que tumba el principio de democratización al limitar la igualdad y capacidad de los usuarios de acceder al contenido en base a su nivel de renta o poder adquisitivo, suponiendo una discriminación directa para aquellos consumidores que quieran acceder a contenido especifico (sobre todo aquel que consume mayor ancho de bando como el vídeo) basado en el simple hecho de limitar, tal como muestra estos planes de la FCC, este acceso a través de las ofertas especificas de los proveedores.
Esto permitiría a los proveedores de contenido como Comcast o Verizon negociar por separado con cada empresa de contenidos, como Netflix, Amazon, o HBO diferentes cargos para dar un servicio prioritario a este contenido dentro de su red, y por tanto, generando una barrera de entrada para compañías más pequeñas o startups que están empezando en este segmento, al aumentar los costes de las compañías de contenido que acabarían transferidos al consumidor y por extensión aumentando las diferencias de acceso al contenido entre ellos por el nivel de renta disponible.
Y como suele suceder, este planteamiento es fácilmente exportable al resto de países del mundo, para preocupación de todos los usuarios de la red.