Tengamos en cuenta el documento que ha publicado la Fundación Orange, en el que se pueden ver datos muy interesantes. Por ejemplo, de los 367 millones de trámites electrónicos que se han realizado en la Administración General del Estado, sólo 70.000 han sido completados con el documento. Un dato que nos hace darnos cuenta de que la aceptación por parte de los ciudadanos ha sido mínima.
Pero los problemas que impiden que el DNI electrónico no se utilice tanto como se quería no reside sólo en los usuarios, sino también en el propio invento. Para empezar, su configuración es bastante complicada. Tenemos que instalar diferentes drivers, los certificados que necesitemos (los cuales tienen que ser renovados cada cierto número de meses en las comisarias del país) y, por último, contar con un lector de DNI que funcione correctamente.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que muchas personas no lo utilizan bien porque no tienen las herramientas necesarias, o bien porque no saben cómo usar lo que tienen entre manos. En este caso, la información que se ha publicado al respecto ha sido mínima, lo que ha hecho que mucha gente ni siquiera supiera que se podían hacer tantas cosas con un simple DNI.
Cuando sacaron el DNI electrónico, nos vendieron que sería una herramienta que utilizaríamos para todo tipo de trámites. Y se ha convertido en uno de los mayores fiascos españoles de los últimos años. Hace unos meses se anunció que estaba en desarrollo una versión 2.0 la cual, según se comentaba, será mucho más fiable que el proyecto original. ¿Se hará realidad lo que han prometido?
Vía | Informe eEspaña 2014 Más información sobre el DNI electrónico en www.internautas.org
Imágenes | Donperfectodewiki y JJ Merelo
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