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   Noticias - 29/Abril/99

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La CE revela que está investigando el acuerdo entre Telefónica y el gobierno español

"La iniciativa no prosperará", dice Fomento a LaBrujula.Net

El Vía crucis de los internautas españoles hacia la tarifa en plana sumó ayer una nueva estación. Un representante de la Comisión Europea (CE) reveló ayer, durante una reunión de empresas de telecomunicaciones en Madrid, que Bruselas está investigando la actuación del Gobierno español y Telefónica respecto a la implantación del ADSL. La compañía ex monopolística fue autorizada, el 26 de marzo, por el Gobierno Aznar a implantar esta tecnología que permite una conexión a Internet a alta velocidad y que compite abiertamente con el cable, un ámbito en el que durante 1999 Telefónica no puede por ley prestar servicio.

En el caso de que Comisión Europea determine que el Gobierno español ha favorecido a Telefónica evitando el libre sentido de la competencia, la posibilidad de disponer de una tarifa plana (aunque a
precios muy elevados) se alejaría aún más en el tiempo. El Gobierno español, a través del Ministerio de Fomento, manifestó anoche a LaBrujula.Net a través de una fuente cualificada que "la iniciativa de la CE no tiene visos de prosperar". "La normativa que hemos aprobado está abierta a la participación de otras empresas. Y en cualquier caso, no podemos cerrarnos a la tecnología de futuro", señaló. "A nosotros ningún organismo de Bruselas nos ha dicho nada. Las declaraciones que se han hecho son artificiosas", añadió.

 

BRUSELAS ESTUDIA ABRIR UN PROCEDIMIENTO DE INFRACCIÓN

Jean-Eric de Cockborne, jefe de unidad de la Dirección General de Telecomunicaciones de la Comisión Europea, participó en el congreso anual de Autel (Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones). "El objetivo de la tarifa plana es bueno, pero hay que ver si es neutral desde el punto de vista de la competencia", manifestó, al tiempo que anticipó, según crónica de la agencia Efe,
que se está investigando la intención del Gobierno español de instaurar la tarifa plana para Internet a través de la red ADSL.

Según dijo Cockborne a Efe, "las cuestiones que investiga Bruselas se refiere a la obligación del pago de una cuota fija de abono a Telefónica, el método utilizado para determinar el coste, y las posibilidades que tienen los proveedores de servicios de Internet para escoger el punto de interconexión a la red de Telefónica". El alto funcionario aseguró que después de reunirse con Telefónica y representantes nacionales, se determinará si se procede o no la apertura de un procedimiento de infracción contra España.

Tal procedimiento equivaldría a investigar la actuación de un Estado miembro de la Unión Europea, lo cual podría llevar a este país, en última instancia, ante el tribunal de justicia de la UE en Luxemburgo. En las últimas semanas, las operadoras que compiten con Telefónica, agrupadas en Astel, han expresado sus quejas sobre la cuestión, al considerar que los planes del ADSL refuerzan la posición dominante de
la compañía ex monopolística y restringe el acceso de los clientes a la hora de elegir.

 

UNA COMPAÑíA EMPEZÓ AYER A OFRECER ADSL EN CHICAGO

En paralelo, al intento de introducción en España del ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line, una tecnología que permite conectarse a través del hilo de cobre del teléfono normal, con un módem específico, a una velocidad de hasta 640 Kbps. de envío de información y más de 6 Mbps. de recepción), una compañía californiana, Covad Communications, anunció, precisamente ayer, que empezaba a ofrecer conexión por ADSL a usuarios residenciales y pequeñas y medianas empresas del área de Chicago .
Sus precios arrancan a partir de 39 dólares al mes, unas cantidades similares a las que ofrecen en Estados Unidos otros operadores como Pacific Bell y Bell Atlantic.

Covad, que comunicó que prestaría servicio en 50 ciudades antes de final de año, entra así en competencia directa con las ofertas que ofrecen las empresas de cable. En Estados Unidos, la pugna está establecida entre el ADSL y el cable. Según informa nuestro corresponsal en aquel país, el ADSL se contrata, por regla general, en el centro de las ciudades y lugares de gran infraestructura, ya que para que exista un buen funcionamiento el domicilio del usuario ha de estar cerca de la centralita de teléfonos. El cable llega, en cambio, a zonas alejadas de grandes núcleos de población y zonas rurales; su principal problema estriba en el hecho de que en la medida que empiezan a concurrir usuarios, la conexión sufre una notable pérdida de velocidad.

En España, la intención de Telefónica es cobrar al mes al usuario por una línea ADSL a partir de las 5.000 pesetas (unos 32 dólares), si bien es necesaria la instalación del equipo, con un coste de 15.000
pesetas (que se abona a la operadora), la compra de un módem especial (que cuesta más de 40.000 pesetas) y el pago de una cuota al ISP por utilizar sus recursos, un concepto que se situará por encima de las 2.500 pesetas al mes. La operadora dominante se ha comprometido con el Ministerio de Fomento a llegar con su oferta, antes de final de año, al 30 % de los usuarios, y al 100 % en el 2001.. En el momento actual, técnicos y expertos trabajan intensamente de cara a comercializar, cuanto antes, el servicio a los usuarios. Vencido el mes de abril, Telefónica no ha comentado nada al respecto.

 

LA CMT TAMBIÉN SE INTERESA POR EL CASO

Las críticas por parte de los operadores han sido testimoniales, casi inexistentes. Sólo BT (Britisht Telecom) se pronunció, el lunes 26, tímidamente sobre la cuestión, y en uno de sus párrafos se atrevió a
apuntar que la implantación de la tecnología "podría implicar posición dominante de Telefónica". Ésta ha sido la postura más enérgica entre las "telecos" españolas, que, a pesar de asistir a la irrupción de un
competidor como Telefónica en el negocio del cable dirigido al usuario doméstico, han guardado silencio. La compañía que preside Juan Villalonga evitó ayer manifestarse al respecto, mientras los grupos y
colectivos de internautas acogían con cautela el anuncio de Bruselas.

El objetivo de la operadora dominante es implantar, igualmente, el ADSL para hacer llegar a los domicilios particulares otros servicios de información, como la cadena televisiva por satélite Vía Digital. De este modo, al monopolio de facto que goza sobre la línea telefónica convencional en llamadas locales, sumaría el monopolio de la comunicación de datos, dado que ninguna otra compañía en España puede ofrecer tal servicio.

Las dudas de Bruselas respecto al acuerdo entre el Gobierno español y Telefónica sobre el ADSL también están presentes en España. La CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones), árbitro del sector, también ha manifestado, en días anteriores, a este periódico sus dudas respecto al ADSL, aunque no ha determinado ningún tipo de actuación al estar pendientes de conocer cómo se llevaría a cabo la aplicación del contenido de las ordenes ministeriales del 10 de abril, que fijaban la tecnología ADSL en España.

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