El
'gobierno técnico' de Internet se encuentra al borde del colapso financiero ÀLEX BARNET
BARCELONA.- La Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN), el organismo
internacional y privado creado a finales del año pasado para desvincular a la red de la
financiación y la tutela política del Gobierno norteamericano, atraviesa por graves
problemas financieros. Este organismo, que ejerce como gobierno técnico de
Internet, ha consumido el capital inicial con el que arrancó -unos 62 millones de pesetas
procedentes de donaciones hechas por empresas-, tiene deudas que superan el millón de
dólares y no ha podido, hasta el momento, establecer un sistema de financiación que
asegure su continuidad.
Joe Sims, abogado de la ICANN, ha concretado que este organismo necesita urgentemente dos
millones de dólares (algo más de 300 millones de pesetas) para evitar su colapso y
asegurar su futuro inmediato. El proceso de puesta en marcha de la ICANN está
siendo muy largo y complejo. Y como la fórmula de financiación prevista no se ha podido
aplicar, se ha creado un problema económico que estamos estudiando y para el que dentro
de unos días tendremos nuevas propuestas. La situación es delicada, pero yo creo que se
solucionará, explica a este diario el ingeniero español Eugenio Triana, miembro
del consejo de administración del citado organismo.
La ICANN tiene competencias en materias como el control del registro de nombres y dominios
de Internet, diversos aspectos legislativos de la red y la aplicación de los nuevos
estándares técnicos diseñados para soportar el crecimiento de ésta. Dispone de una
pequeña infraestructura física y ha creado un equipo directivo internacional, con un
consejo de administración presidido por Esther Dyson y varios consejos consultores.
Ninguno de los integrantes de este equipo directivo cobra, pero hay numerosos gastos de
infraestructura y costes por los viajes de los participantes en las reuniones, que por
motivos geopolíticos se están realizando en lugares como Boston, Berlín, Singapur o
Santiago de Chile.
La ICANN tenía previsto financiarse cobrando una tasa de un dólar por cada nuevo nombre
registrado en la red. El sistema, dado el gran crecimiento de Internet, parecía óptimo,
pero no ha sido viable porque ha generado críticas desde la Administración
norteamericana y porque, en la práctica, aún no se ha conseguido abrir y descentralizar
el mercado de registros, controlado en exclusiva durante años por la firma Network
Solutions.
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