Asociación de Internautas

   Noticias - 11/Junio/00

iBrujula.com / Mikel Amigot - »

La impresión dominante entre el colectivo internauta más comprometido es que la tarifa plana en España está al caer. Nadie quiere lanzar las campanas al vuelo, pues ha habido tantas promesas incumplidas por parte de políticos gobernantes y de Telefónica que la cautela es la norma de actuación. Más aún, ni siquiera se han suspendido las acciones de protesta, como la del jueves último en la que internautas-alpinistas se descolgaron con su cuerdas por el Viaducto, en Madrid, desplegando una vistosa pancarta a favor de la tarifa plana. La campaña, iniciada en septiembre de 1998, en medio del escepticismo y desconocimiento general, reivindicando un Internet asequible y universal, está a punto de surtir efectos. Una fuente bien informada facilitó a iBrujula.com un dato que, en todo caso, acogemos con suma prudencia: el próximo viernes 16, el Consejo de Ministros puede aprobar una tarifa plana, por RTB o telefonía básica, a 4.000 pesetas (unos 22 dólares).

De ser así, sería una conquista histórica en todo el mundo occidental, que marcaría el camino para que otros países, de Latinoamérica y Europa, se lanzaran de lleno a la reivindicación. El Ministerio de Anna Birulés está empeñado en sacar adelante la tarifa plana. Hay un político clave, Borja Absuara Varela, recién nombrado director general para el desarrollo de la Sociedad de la Información, adscrito al Ministerio de Birulés, que está en permanente contacto con la Asociación de Internautas (AI) y que no vacila en dar por hecho el asunto. El miércoles 7 se había determinado que la Ministra Birulés recibiera a los dirigentes de la AI, pero al final la reunión se pospuso. Al parecer, desde Moncloa se evitó la reunión a fin de evitar que el colectivo de usuarios se anotara el punto de la tarifa plana.

La bisoñez política de la titular de Ciencia y Tecnología le habría llevado a cometer el error de entrevistarse con la AI en vísperas de la aprobación de la tarifa plana. Ésta se aprobará, dijeron algunas fuentes, en Consejo de Ministros, y el gobierno Aznar tratará de capitalizar públicamente el éxito. Sea como fuere, con oportunismos o sin ellos, a la comunidad del Internet hispanohablante poco le importa la utilización política que se haga del caso. La cuestión es alcanzar el sueño, que ya no es utópico, de pagar una sola cuota al mes para estar conectado al mes cuanto tiempo se desee olvidándose de la mentalidad de contador. En ese momento podrán estallar múltiples iniciativas y oportunidades de toda índole que, verdaderamente, sí pueden dar lugar a una revolución. Crucemos los dedos para que así sea.

REPRODUCIDO DE  iBRUJULA