Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas



   Noticias - 08/Septiembre/00

LOGO

  
La Internet Society está en crisis

Entrevista a  Manuel Sanromà, fundador de TINET y miembro del Consejo de Administración de la ISOC

¿Qué pensó cuando conoció Internet? ¿Qué sensaciones le transmitió?

Recuerdo muy bien el día en el que vi por primera vez el navegador Mosaic. Corría otoño del 93 y, lógicamente, ni existía Explorer ni existía Netscape. Me lo enseñó un compañero de departamento en la universidad y fue una de las sensaciones más fuertes que he tenido en la vida. Me di cuenta de que aquello era un cambio brutal.

¿Cambió su vida?

Sí, cambió mi vida. Desde el primer momento, no solo pasé a usar la Red de forma constante, sino que, además, vi que con aquello podíamos hacer muchas cosas. A partir de ahí llegó la exitación de enseñar el hallazgo a mis compañeros, a los amigos y a mi familia. Un año más tarde, en 1994, surgió la idea de crear algún proyecto que acercara la nueva tecnología a la sociedad en general.

Entonces nació TINET, la primera red ciudadana de España. El 16 de octubre de 1995 ya estaba on-line. Exacto. Creo que hemos construido algo pequeño pero bien hecho. Considero que, con la misma forma o con formas diferentes, representa un tipo de experiencia que irá surgiendo en otras muchas ciudades y poblaciones. En nuestros inicios pusimos mucho interés en facilitar el acceso a la población y, aunque seguimos haciéndolo, es evidente que las futuras funciones de TINET pasan por crear y fomentar la idea de que Internet es importante desde el punto de vista social. Las redes ciudadanas deben consolidarse como puntos de referencia para los ciudadanos en los que encontrar unas mínimas herramientas que les permitan avanzar en su conocimiento de las nuevas tecnologías y les ofrezcan ideas para saber utilizarlas. Seguiremos dando acceso, pero creo que lo importante es transmitir la idea de que la tecnología debe entenderse en clave humana.

Cuando fundaron TINET no existía ni Infovia. El acceso a la Red ha pasado de ser prohibitivo a ser gratuito. ¿Qué le parece la evolución?

Cuando fundamos TINET no había demasiadas posibilidades de conexión para la sociedad civil. Conectar con Internet era muy caro y Telefónica todavía no había desarrollado Infovia. Navegar a precio de llamada local solamente era posible desde grandes ciudades. Empezaban a surgir servidores privados como Servicom o Goya Servicios Telemáticos, pero las posibilidades de conectar con la Red eran muy reducidas. Prácticamente no había internautas. La evolución en las tarifas y en las facilidades para conectar con Internet, aunque a saltos y con dudas, ha sido positiva. En un primer momento, cuando experiencias como TINET ofrecían acceso gratis para cierto tipo de colectivos, además de precios especiales, había gente que se escandalizaba. Luego vino la guerra de precios entre los servidores - en España llegó a haber más de 300 - y, finalmente, cuando entraron las grandes compañías, llegó la gratuidad total.

¿Estaba convencido de que esa gratuidad en el acceso llegaría?

Los que iniciamos TINET estábamos convencidos de que el acceso a la Red, tarde o temprano, sería gratuito. Considerando a la Red no como un fin en sí mismo, sino como un medio, no tenía sentido que ese medio impulsor de muchas posibilidades se hiciera pagar. Era de esperar que la gratuidad en el acceso llegara. Y ha llegado.

¿Qué papel han jugado las asociaciones de internautas en la consecución de ese acceso gratuito y de las tarifas más asequibles?

De la Asociación de Usuarios de Internet (AUI) no tengo demasiado que decir, ya que simplemente se trata de una empresa más. En cambio, colectivos como la Asociación de Internautas (AI) u otras iniciativas similares que han luchado por una tarifa plana y un acceso universal merecen todos los respetos. Considero a estos colectivos como movimientos de reivindicación típicos de la sociedad civil. Han tenido y seguirán teniendo un papel importante, aunque me parece que nos movemos en un mundo en el que las cosas suceden al margen de las presiones sociales o políticas.

¿Por qué los pioneros como usted, cercanos a asociaciones como la Internet Society, no han participado demasiado en movimientos reivindicativos de carácter ciudadano?

Cuando me conecte a Internet me apunté rápidamente a la Internet Society (ISOC), una organización que tuvo un origen profesional, ya que los fundadores de la ISOC son, en realidad, los padres de Internet. Era la única asociación que había y muchos de los que empezábamos a navegar nos sentíamos identificados. De hecho, los primeros internautas eran, a su vez, gente vinculada a la investigación, la universidad y la ingeniería. Esos orígenes han creado un tipo de asociación alejada de la sociedad civil. La excesiva actitud tecnológica de ISOC ha provocado que no nos hayamos vinculado con movimientos sociales o con las demandas relacionadas con la tarifa plana y el acceso universal. La mayoría de los miembros de ISOC siempre han considerado que mezclarse en este tipo de acciones no era demasiado 'profesional'. Hemos sido muy conservadores y soy muy crítico con nuestra actitud. Hemos vivido en una especie de Torre de Marfil que nos ha ido alejando de los ciudadanos que, en consecuencia, han preferido crear sus propias asociaciones.

¿La ISOC está perdiendo protagonismo en la Red?

ISOC nació en 1991 y, desde el primer momento, adoptó un papel de referencia en el desarrollo de Internet. De hecho, hoy continua teniendo ese papel ya que, por ejemplo, es el promotor de una organización virtual muy importante. Me refiero a la IETF (Internet Engeniering Task Force), una organización que, tres veces al año, reúne a ingenieros de decenas de empresas que participan en el desarrollo de software y hardware para discutir sobre los futuros desarrollos tecnológicos de la Red. Las conclusiones pasan a unos folios blancos llamados 'request for comments' que sirven para acordar unas líneas de acción que son adoptadas por todas las empresas. Y hablo de compañías como Microsoft, Oracle, Adobe, Cisco, etc. El proceso es sencillo y simple, pero es lo que permite que Internet funcione y pueda avanzar. La organización de la IETF, donde pueden llegar a reunirse más de 2000 personas, corre a cargo de la ISOC. Otra de las cosas que ha hecho ISOC, y que la continua haciendo muy bien, es la formación de elites tecnológicas del tercer mundo. Ambas tareas son importantísimas.

¿Dónde la han fastidiado, pues?

Donde creo que la hemos fastidiado es en que ISOC, probablemente por tradición americana de los que la crearon, no se ha querido implicar en temas sociales y, en consecuencia, se ha perdido protagonismo. De hecho, ICANN, que es la organización reguladora de los dominios en la Red, nació de ISOC aunque no quiso asumir su gestión. El tema de los dominios tiene implicaciones políticas que los promotores iniciales de ICANN, entre ellos John Postel, consideraron que ISOC no debería tocar. Eso ha provocado que, en cierta manera, ISOC haya perdido poder de actuación y, en cambio, organizaciones que han nacido bajo su tutela como la ICANN tengan mucho más peso y protagonismo. La verdad es que no se trata de ostentar poder, pero el ejemplo sirve para entender la actual división existente en el consejo de administración de ISOC. Hay dos corrientes: la ingeniera y la social.

¿ISOC está en crisis?

Sí, lo está. Y lo está por la profunda división entre esa visión más relacionada con la ingeniería de algunos miembros y la social de los otros. El problema está en que, además, los de la primera visión son más que los de la segunda. De hecho, recientemente hemos tenido elecciones a la presidencia de la ISOC y nuestra candidata, la de los 'sociales', ha perdido por 8 votos a 6. Si hubiese ganado Christine Maxwell, mi candidata, las cosas hubiesen cambiado mucho. Pero no ha podido ser, ha vuelto a ganar el candidato del 'aparato' que, en definitiva, considera a Maxwell una política peligrosa. De hecho, el sector ingeniero creía que la candidatura de Maxwell era el final de ISOC. En mi opinión, el final de ISOC puede llegar si las cosas se siguen haciendo como hasta ahora. A la división interna hay que sumarle la grave crisis económica que vivimos, ya que el número de socios no crece y las empresas, que son quienes mantienen la organización, podrían retirarse. Estamos inmersos en una grave crisis.

¿Qué hay del capítulo catalán de la ISOC? ¿También está en crisis?

El capítulo catalán de la ISOC, que se creó en 1995, fue uno de los primeros que hubo y, desde entonces, se ha mantenido gracias a la acción voluntaria de muy pocas personas, entre ellas Artur Serra, creador del capítulo. Digamos que la fuerza del capítulo estaba en el voluntarismo y, sin sede social y sin un administrativo a tiempo parcial, este tipo de cosas acaban no funcionando. Vamos haciendo actividades, pero muy pocas.

Junto a Artur Serra participa en la organización de la Global CN 2000, la primera conferencia mundial sobre redes ciudadanas que se celebrará en noviembre en Barcelona. ¿Qué espera de esa conferencia? En la conferencia mundial espero que estén presentes todas las personas que, en cualquier lugar del mundo, han puesto en marcha experiencias parecidas a TINET. Es muy interesante que todos aquellos que creemos que las nuevas tecnologías tienen una componente social importante nos conozcamos. Internet debe ser importante para las personas. Si dentro de 20 años la Red solamente es una 'web de colores', me sentiría decepcionado. Si por el contrario las telecomunicaciones y la electrónica cambian para bien la forma de relacionarse, la forma de comunicarse, la manera de hacer negocio de miles de pequeñas empresas, en definitiva, si Internet es de las personas, yo me sentiré satisfecho. El encuentro de Barcelona es un paso para globalizar y conocer una suma muy larga de pequeñas localidades que piensan como nosotros.

¿Crees que hasta ahora hemos sabido aprovechar ese carácter social de las nuevas tecnologías?

Sí. A pesar de la fiebre del oro sin sentido que estamos viviendo, creo que esta locura bursátil e inversora ha permitido que la población en general conociera la Red. Terra, sin ir más lejos, de la que en general tengo muy mala opinión, considero que ha despertado a mucha gente. La filial de Telefónica ha hecho más en dos días con dos anuncios de televisión que los predicadores como yo durante varios años. Cuando iba a reuniones con empresarios y les explicaba qué era Internet y qué aplicaciones les podían ser útiles, la sensación que me transmitían era algo así como: sí, sí, está muy bien, pero no hay prisa. En cuanto surgió Terra, todo pasó a ser más importante. El ruido mediático causado por los grandes portales ha sido útil y va en la buena dirección, más que nada porque el usuario en general, aunque usa algunos servicios de los grandes portales, sabe que Internet es mucho más que Terra. Si el modelo de megaportal hubiera triunfado estaría asustado, pero como los internautas siguen haciendo lo que les da la gana, bienvenidos sean los grandes anuncios publicitarios que han servido para acercar a más personas a Internet. Sigo creyendo en las personas y sigo pensando que somos inteligentes y que no nos dejamos engañar. Y eso lo demuestra el éxito de experiencias como Napster o Gnutella.

¿Qué piensa de los colectivos que hay más allá de las redes ciudadanas como TINET? ¿Qué piensa del mundo hacker?

Los colectivos hackers son los heterodoxos del sistema. La mayoría son gente muy creativa e imaginativa que permiten que la Red avance. Son muy necesarios y es muy importante que sigan realizando acciones como las que hacen. En octubre hay previsto un 'hackmeeting' en Barcelona. Me han invitado para hablar sobre las redes ciudadanas en la Red y pienso asistir.

¿Lo más ortodoxo de la Red son los portales?¿Están viviendo de las nuevas e inexpertas hornadas de internautas? ¿Cuándo conoces la Red prescindes de ese tipo de servicios?

Hoy por hoy, Internet es, por definición, un medio de novatos. Ahora bien, la inexperiencia de los recién llegados disminuye a medida que van conociendo el medio y van incrementando su cultura telemática y, en consecuencia, cambian de hábitos. Pasada la fiebre de navegar sin rumbo y de chatear, el internauta integra la tecnología en su vida y hay quien la utiliza para sus negocios, hay quien la encuentra útil para informarse, otros buscan diversión, etc. Yo confío en que todo seguirá así. No me gustaría encontrar una Internet en la que la persona ya no tuviera protagonismo real, ya sea desde una acción particular, ya sea como colectivo.

¿Qué opinión tiene de Anna Birulés, la ministra de Ciencia y Tecnología?

Pues la opinión que tengo de ella es muy positiva. No la conozco personalmente, pero todas las referencias que tengo me hacen pensar que es una profesional excelente. Todos conocemos su paso por Retevisión y es evidente que su tarea fue muy positiva. Además, creo que es una persona de mentalidad muy abierta. Las acciones que ha realizado hasta ahora concuerdan con esa mentalidad abierta que la han llevado a acercarse a la sociedad. Me parece que con ella no volverán a cometerse errores tan manifiestos como el que ha supuesto la concesión tan económica de las licencias UMTS.

¿Lo considera un error?

El tema de las licencias UMTS es un caso clarísimo de analfabetismo digital y de incompetencia. No creo que hubiera mala fe por parte del Gobierno. Simplemente creo que hubo un desconocimiento brutal de lo que significaba la tecnología UMTS. Este desconocimiento ha provocado que en España las grandes operadoras pagaran un precio cien veces menor que el precio de mercado. No sé si deberían 'rodar cabezas', pero en cualquier caso se trata de un error histórico. Las prisas han provocado una pérdida de dinero imperdonable.

¿Hay quien considera que el supuesto error permitirá que en España los servicios móviles sean más económicos para el consumidor?

Ese argumento no lo entiendo. ¿Nos tratan de idiotas? Mira, hay que tener en cuenta dos cosas. La primera: el mercado es global. La segunda: las compañías adjudicatarias en los distintos países son las mismas. Conclusión: vamos hacia unas tarifas unificadas en toda Europa y, a la larga, en todo el mundo. Es más, aún terminaremos pagando los usuarios españoles los grandes desembolsos que las operadoras han hecho en otros países.

REPRODUCIDO DE LA VANGUARDIA