Asociación de Internautas

   Noticias - 14/Septiembre/00

La industria sigue confiando en la tecnología WAP como prometedora fuente de negocio, pero las operadoras no están obteniendo los resultados esperados.

La Vanguardia - 03:30 horas - 14/09/2000

ÀLEX BARNET

Barcelona.- El uso del teléfono móvil para conectarse a Internet está encontrando más dificultades de las previstas. Operadoras, fabricantes de teléfonos y empresas de servicios siguen defendiendo la implantación comercial del WAP (Wireless Application Protocol), que permite la conexión a Internet desde los actuales teléfonos digitales GSM -siempre que estén preparados para ello-, pero la lentitud con la que este tipo de servicios está llegando a los usuarios finales, las dudas tecnológicas sobre el futuro de un dispositivo que se verá desbancado por la próxima generación de telefonía móvil (UMTS) y los elevados precios de los aparatos y las tarifas telefónicas frenan su crecimiento.

Presentada al gran público hace escasamente un año, la tecnología WAP ha esgrimido siempre unas importantes expectativas de crecimiento y negocio. La llamada "Internet de bolsillo", según datos mostrados en su día por Motorola y Nokia, aspira a contar en el año 2005 con 500 millones de usuarios en todo el mundo. De momento, la realidad es distinta.

Diversos factores, entre ellos la escasez de aparatos, la falta de una gran oferta de servicios y algunos problemas técnicos en la implantación del WAP han reducido el impacto previsto para esta oferta. También ha influido el coste de los aparatos, entre un 20 y un 30% más caros que los portátiles normales; el precio de los servicios, donde el usuario generalmente debe pagar el contenido y el tiempo de conexión que utiliza para obtenerlo, y la confusión creada entre el público por una presentación exagerada de su capacidad.

Un reciente estudio realizado por Jupiter Communications entre los usuarios norteamericanos señala que los principales factores que impiden una mayor penetración del WAP son el desconocimiento de los servicios que ofrece (17%), el coste de los aparatos (17%) y el precio de los servicios (39%). Por otro lado, los servicios WAP se basan en informaciones escuetas que pueden ser visualizadas en las pequeñas pantallas de los móviles, y precisan de webs específicas. Según Pin-point.com, una firma que propone nuevos sistemas de búsqueda de información en Internet, existen sólo 24.000 webs preparadas para WAP, una cifra minúscula en comparación con la inmensa oferta de la red.

Apenas se conocen datos sobre el número de usuarios reales de WAP y sobre la utilización que estos hacen de los servicios, pero las cifras que existen no son muy brillantes. Este verano, T-Mobil, de Deutsche Telekom, comunicó que entre sus 13 millones de usuarios en Alemania, únicamente 250.000 tenían teléfono WAP y que sólo 175.000 lo empleaban para conectarse a Internet, con una media de uso de una vez por semana, una cifra muy por debajo de las expectativas. En España, donde las cifras parecen mejores -según Telefónica este año habrá dos millones de aparatos WAP de 25 millones de móviles-, tampoco se conocen datos de uso de estos servicios.

Un estudio de la consultora británica Ovum reconoce que el fenómeno WAP ha sufrido los efectos de una presentación comercial en la que se han exagerado sus bondades. Pero el informe dice que el sistema puede superar esta situación y alcanzar una importante tasa de utilización. Ovum señala que de 6 millones de usuarios activos a finales del 2000 se pasará a 484 millones el 2005.

Según la consultora, una gama de servicios más amplia y mejor y las mejoras técnicas que permitirán más velocidad ayudarán a consolidar la tecnología. En cambio, el sistema UMTS, que en el 2005 debería estar plenamente operativo, utilizará una red diferente con prestaciones que eclipsarán el WAP.

REPRODUCIDO DE LA VANGUARDIA