Las cuentas de la compañía de telecomunicaciones por cable parecen cuadrar a la perfección y alumbran un optimista futuro económico. Eso es la conclusión que se extrae una vez que se comparan las cifras de los primeros trimestres de 2000 y 2001. Al aumento en un 29% de sus ingresos, hay que añadir el casi proporcional incremento de su clientela, un 26% más que en las mismas fechas de 2000.
Por otro lado, las pérdidas Ebitda han bajado en este primer trimestre, lográndose un Ebitda negativo de 3386 millones de pesetas. Según la propia compañía, esta mejora es producto del incremento de los márgenes brutos, ya que los costes operativos se mantuvieron inalterables. En cuanto a la pérdida neta, ésta ha alcanzado 13612 millones de pesetas, aumentando con respecto a finales del pasado año. Según ONO, esto es reflejo del aumento en intereses y de las pérdidas no realizadas en operaciones de cambio. En lo referente a las inversiones, hay que destacar que durante este primer trimestre del nuevo mileno, ONO ha invertido más de 19000 millones de pesetas, unos 115 millones de euros, en el área de redes. Esta cifra, sumada a la inversión acumulada, hace un total de 161850 millones de pesetas, 975 millones de euros. Actualmente, para financiar las operaciones de 2001, ONO cuenta con 90802 millones de pesetas, un montante económico disponible en tesorería y líneas de crédito.
En definitiva, parece que la compañía de cable se está asentando seriamente en el mercado español de las telecomunicaciones y podría convertirse en un futuro próximo en todo un ejemplo a seguir.
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