Por Ana Gamazo Madrid, 15 feb (EFECOM).
Nos habían dicho tantas veces que había que dejar de hablar de tecnología para hablar de servicios que habíamos llegado a creer que la tecnología UMTS era un simple desarrollo de la telefonía móvil, pero realmente es una ruptura con lo anterior, es Internet a alta velocidad, es mucho más.
El consejero delegado de Vodafone España, Francisco Román, decía esta semana que era bueno poner fechas para recordar los distintos hitos del progreso y mañana, 16 de febrero, es una de esas fechas ya que el mayor operador del mundo, Vodafone, comienza a comercializar sus servicios de telefonía móvil UMTS y lo va hacer precisamente en España, mientras que en otros países, como el Reino Unido, lo hará en próximas semanas.
Vodafone hizo su anuncio el pasado día 12 y Telefónica Móviles tuvo la "cintura suficiente" como para adelantar la comercialización de sus servicios, que todavía no tenían fecha, al día 13. Esto sólo tiene un significado: va a haber una seria competencia que, por fuerza, se traducirá en más y mejores servicios y menores precios.
Vodafone y Telefónica Móvil han iniciado su andadura del UMTS con la llamada oficina móvil, que consiste en una tarjeta PCMCIA para ordenador en la que se inserta una tarjeta de telefonía móvil UMTS que permite conectar los ordenadores con Internet a velocidades similares a ADSL.
Estas son compatibles con el actual sistema de datos móviles GPRS, lo que permitirá a los usuarios utilizar tanto la red UMTS como la GPRS, dependiendo de la cobertura.
Esta tecnología no se comercializará para los teléfonos móviles hasta el otoño, cuando la cobertura de la nueva tecnología alcance con un nivel suficiente a un buen número de ciudades.
Las dos operadoras han anunciado importantes inversiones en esta tecnología para alcanzar una buena cobertura en las zonas más pobladas, pero para conseguirlo tienen que instalar nuevas antenas y para ello será necesario que se hagan realidad las medidas emprendidas para que los ayuntamientos flexibilicen sus posturas en cuanto a la instalación de este tipo de infraestructuras.
Telefónica Móviles y Vodafone ya cuentan con un año de experiencia con las tarjetas para navegar por Internet con los ordenadores con la tecnología GPRS, que ofrece una velocidad diez veces inferior a UMTS y que les han reportado unos ingresos medios por cliente de unos 20 euros, según el sector.
Además, ambas operadores han probado durante algunos meses en fase precomercial las tarjetas UMTS con sus mejores clientes que, por sus buenos resultados, esperan captarlos también para estos servicios. Estas operadoras comercializarán los nuevos servicios mediante los canales habituales para las empresas, pero, sin duda, la oficina móvil, podría ser un buen sustituto de las conexiones ADSL para clientes residenciales si los precios bajan significativamente.
Por el momento, la tarjeta de la oficina móvil tiene un coste de 400 euros en el caso de Vodafone, y de 500 en el de Telefónica Móviles, y se factura por cada megabit un euro, pero la demanda irá dictando los servicios y precios para que sea un éxito el UMTS.
Vodafone ha tenido la sensibilidad de lanzar el servicio UMTS en España, un país en el que el uso del PC está por debajo de la media comunitaria pero que en telefonía móvil y conexiones ADSL está a la cabeza y en el que precisamente el UMTS puede ser el revulsivo que haga realidad la Sociedad de la Información para todos.
Mientras tanto, el ministerio de Ciencia y Tecnología sigue negociando con los operadores de telefonía móvil las nuevas reglas de juego para el UMTS, flexibilizando los compromisos de las operadoras, pero estas reglas ya no están dirigidas ni a Vodafone ni a Telefónica Móviles, que quieren liderar esta tecnología. Si serán fundamentales para Amena y también para el mercado, ya que de la posición del tercer operador puede depender el futuro de esta tecnología en España.
Baste recordar que la salida de Amena al mercado de la telefonía móvil, en enero de 1999, supuso el triunfo definitivo de este medio de comunicación, con la masificación de los terminales y una bajada importante de precios.
Auna, el grupo en el que se integra Amena, ya ha anunciado que esta operadora ofrecerá sus primeros servicios UMTS en octubre y será entonces cuando los nuevos servicios lleguen al gran público. Para Xfera, que todavía no ha salido al mercado, esta negociación es vital, lo que no se puede saber todavía es si su supervivencia, a cualquier precio, interesa al sector.
Nos habían dicho tantas veces que había que dejar de hablar de tecnología para hablar de servicios que habíamos llegado a creer que la tecnología UMTS era un simple desarrollo de la telefonía móvil, pero realmente es una ruptura con lo anterior, es Internet a alta velocidad, es mucho más.
El consejero delegado de Vodafone España, Francisco Román, decía esta semana que era bueno poner fechas para recordar los distintos hitos del progreso y mañana, 16 de febrero, es una de esas fechas ya que el mayor operador del mundo, Vodafone, comienza a comercializar sus servicios de telefonía móvil UMTS y lo va hacer precisamente en España, mientras que en otros países, como el Reino Unido, lo hará en próximas semanas.
Vodafone hizo su anuncio el pasado día 12 y Telefónica Móviles tuvo la "cintura suficiente" como para adelantar la comercialización de sus servicios, que todavía no tenían fecha, al día 13. Esto sólo tiene un significado: va a haber una seria competencia que, por fuerza, se traducirá en más y mejores servicios y menores precios.
Vodafone y Telefónica Móvil han iniciado su andadura del UMTS con la llamada oficina móvil, que consiste en una tarjeta PCMCIA para ordenador en la que se inserta una tarjeta de telefonía móvil UMTS que permite conectar los ordenadores con Internet a velocidades similares a ADSL.
Estas son compatibles con el actual sistema de datos móviles GPRS, lo que permitirá a los usuarios utilizar tanto la red UMTS como la GPRS, dependiendo de la cobertura.
Esta tecnología no se comercializará para los teléfonos móviles hasta el otoño, cuando la cobertura de la nueva tecnología alcance con un nivel suficiente a un buen número de ciudades.
Las dos operadoras han anunciado importantes inversiones en esta tecnología para alcanzar una buena cobertura en las zonas más pobladas, pero para conseguirlo tienen que instalar nuevas antenas y para ello será necesario que se hagan realidad las medidas emprendidas para que los ayuntamientos flexibilicen sus posturas en cuanto a la instalación de este tipo de infraestructuras.
Telefónica Móviles y Vodafone ya cuentan con un año de experiencia con las tarjetas para navegar por Internet con los ordenadores con la tecnología GPRS, que ofrece una velocidad diez veces inferior a UMTS y que les han reportado unos ingresos medios por cliente de unos 20 euros, según el sector.
Además, ambas operadores han probado durante algunos meses en fase precomercial las tarjetas UMTS con sus mejores clientes que, por sus buenos resultados, esperan captarlos también para estos servicios. Estas operadoras comercializarán los nuevos servicios mediante los canales habituales para las empresas, pero, sin duda, la oficina móvil, podría ser un buen sustituto de las conexiones ADSL para clientes residenciales si los precios bajan significativamente.
Por el momento, la tarjeta de la oficina móvil tiene un coste de 400 euros en el caso de Vodafone, y de 500 en el de Telefónica Móviles, y se factura por cada megabit un euro, pero la demanda irá dictando los servicios y precios para que sea un éxito el UMTS.
Vodafone ha tenido la sensibilidad de lanzar el servicio UMTS en España, un país en el que el uso del PC está por debajo de la media comunitaria pero que en telefonía móvil y conexiones ADSL está a la cabeza y en el que precisamente el UMTS puede ser el revulsivo que haga realidad la Sociedad de la Información para todos.
Mientras tanto, el ministerio de Ciencia y Tecnología sigue negociando con los operadores de telefonía móvil las nuevas reglas de juego para el UMTS, flexibilizando los compromisos de las operadoras, pero estas reglas ya no están dirigidas ni a Vodafone ni a Telefónica Móviles, que quieren liderar esta tecnología. Si serán fundamentales para Amena y también para el mercado, ya que de la posición del tercer operador puede depender el futuro de esta tecnología en España.
Baste recordar que la salida de Amena al mercado de la telefonía móvil, en enero de 1999, supuso el triunfo definitivo de este medio de comunicación, con la masificación de los terminales y una bajada importante de precios.
Auna, el grupo en el que se integra Amena, ya ha anunciado que esta operadora ofrecerá sus primeros servicios UMTS en octubre y será entonces cuando los nuevos servicios lleguen al gran público. Para Xfera, que todavía no ha salido al mercado, esta negociación es vital, lo que no se puede saber todavía es si su supervivencia, a cualquier precio, interesa al sector.
