R. C.
CIBERPAÍS - 11-09-2003
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Ribas insiste en que en su despacho no ha realizado ningún rastreo ilegal de la Red. "Vamos a pedir al juez que lo autorice".
A raíz del anuncio de la demanda, la AI recomendó a los navegantes la instalación de un programa, PeerGuardian, que detecta si alguna dirección IP quiere entrar en el ordenador y bloquea el acceso de las no deseadas. Su objetivo es dar al usuario el control sobre la privacidad y el secreto de sus comunicaciones. Además de un listado de IP que ya incorpora la aplicación, detectadas como intrusivas por otros usuarios (existen foros para darlas a conocer y debatir sobre ellas), permite incorporar otros rangos de IP a los que cada usuario considere oportuno vedarles el acceso. El uso de este programa condujo a que varios internautas detectaran que IP atribuidas a la Brigada de Investigaciçon Tecnológica de la Policía (BIT) y del propio Ribas intentaban entrar en sus ordenadores. La BIT emitió un comunicado para negar que estuviera detrás de las mismas y destacó que no había recibido ninguna denuncia para perseguir a usuarios españoles de P2P.
Ribas presentó una denuncia por usurpración de personalidad ya que, según comentó a este suplemento, alguien había emulado direcciones IP para que PeerGuardian detectara el intento de intrusión como proveniente de su despacho.
La demanda, sobre la que Ribas no adelanta la identidad de las empresas que la suscribirán, no irá dirigida contras las descargas de música, sino contra el tráfico de software español protegido. La organización española de la BSA, organismo internacional dedicado a la persecución del software pirata, se ha desmarcado de esta iniciativa. Ribas no quiso comentar la decisión de la BSA, que atribuyó a una diferencia de filosofía sobre los métodos de persecusión del pirateo.
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ACOSO AL P2P
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Ribas presentó una denuncia por usurpración de personalidad ya que, según comentó a este suplemento, alguien había emulado direcciones IP para que PeerGuardian detectara el intento de intrusión como proveniente de su despacho.
La demanda, sobre la que Ribas no adelanta la identidad de las empresas que la suscribirán, no irá dirigida contras las descargas de música, sino contra el tráfico de software español protegido. La organización española de la BSA, organismo internacional dedicado a la persecución del software pirata, se ha desmarcado de esta iniciativa. Ribas no quiso comentar la decisión de la BSA, que atribuyó a una diferencia de filosofía sobre los métodos de persecusión del pirateo.
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