Asociaci贸n de Internautas

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TEL脡FONOS, UN MODELO EQUIVOCADO


Para que un mercado libre sea mejor que un monopolio p煤blico regulado debe darse una competencia real entre varias empresas y que el usuario tenga la opci贸n de cambiar de proveedor


La factura telef贸nica mensual de los espa帽oles est谩 aumentando continuamente desde hace unos a帽os. En parte se debe a que utilizamos m谩s el tel茅fono, pero tambi茅n a que, en contra de lo que se dice, las tarifas siguen siendo muy altas. Algunas han bajado, pero otras no lo han hecho e incluso han subido. Pensemos, por ejemplo, en la tarifa de conexi贸n de l铆nea, o en la de las llamadas de fijo a m贸vil. Ahora el vicepresidente y ministro de Econom铆a, Rodrigo Rato, anuncia una congelaci贸n nominal, pero tambi茅n nuevas subidas en la cuota fija. Y adelanta la intenci贸n de una liberalizaci贸n total de tarifas para dentro de un a帽o.

Cuando el Gobierno del PP anunci贸 la liberalizaci贸n del sector de la telefon铆a, asegur贸 que lo hac铆a pensando en los usuarios, es decir, para tener mejor servicio y menores precios. En el caso de la telefon铆a fija es evidente que el servicio no ha mejorado; y se puede discutir si en conjunto los precios han bajado o subido, pues depende de la composici贸n de la factura de cada usuario. En conjunto, no estamos mejor de lo que est谩bamos.

La raz贸n de este fracaso parcial se debe a que se ha seguido un modelo equivocado de liberalizaci贸n. Los servicios p煤blicos pueden funcionar en r茅gimen de mercado regulado o de mercado libre. En el primer caso, es el Estado el que impone unas reglas en bien del conjunto de los usuarios y tambi茅n de las empresas operadoras. En el segundo, es la competencia la que produce los efectos positivos. Para que un mercado libre sea mejor que un monopolio p煤blico regulado es imprescindible que exista competencia real entre varias empresas y que el usuario tenga la opci贸n de cambiar de proveedor. Si se liberaliza, se privatiza y se desregula pero no se consigue introducir la competencia, nos encontramos en el peor escenario, el del monopolio privado, con el consiguiente perjuicio para el usuario.

脡sta es una situaci贸n que ocurre a menudo cuando se intenta liberalizar un sector en el que el servicio necesita la existencia de una red que llegue al domicilio del usuario. Existe una dificultad objetiva de introducir la competencia cuando una empresa controla la red y sus competidores necesitan utilizar esta red para poder dar el servicio ya que por su gran coste les es imposible construir una red paralela. En estos casos el antiguo monopolio de Telef贸nica tiene una posici贸n de salida de un dominio absoluto.

En buena medida esto es lo que ha ocurrido con la red telef贸nica espa帽ola. Al elegir el modelo no se tuvieron en cuenta o no se quisieron ver estas dificultades. Yo pienso que, aunque se vieran, se prefiri贸 ignorarlas porque as铆 se favorec铆a a una empresa muy cercana a los que estaban y est谩n en el Gobierno. La imagen de Telef贸nica en los a帽os en que la presidi贸 Juan Villalonga (el compa帽ero de pupitre de Jos茅 Mar铆a Aznar) es un ejemplo paradigm谩tico de esta situaci贸n. Esa relaci贸n permiti贸 que la compa帽铆a hiciera sus inversiones en aventuras absurdas (Terra, Endemol, Antena 3) con los beneficios de las tarifas, mientras las otras operadoras no consegu铆an romper el monopolio.

El modelo no se ha cambiado y por ello es preocupante escuchar que a partir del a帽o pr贸ximo el Gobierno piensa proceder a la liberalizaci贸n total de las tarifas, es decir, a eliminar cualquier intervenci贸n p煤blica sobre tarifas y calidad. Hay raz贸n para que los usuarios se preocupen, pues ser谩n ellos los que sufrir谩n las consecuencias.

El Gobierno deber铆a entender que, por mucho que un mercado funcione libremente, siempre es necesaria una regulaci贸n; que si no hay competencia real todav铆a es m谩s necesario; y aceptar que si adem谩s se trata de un servicio p煤blico b谩sico su obligaci贸n es garantizar los derechos de los usuarios. No parece que estas cosas se entiendan suficientemente.

JOAN Maj贸 Ingeniero industrial. Asesor de la UE

El Per铆贸dico de Catalunya