Asociación de Internautas

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Pero no la guerra


LAMENTO de veras mostrarme tan belicista con el titular del artículo, pero es lo primero que me vino a la cabeza tras recibir (con júbilo y satisfacción) que el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Segovia ha eximido a Radio Libre de pagar esa especie de impuesto revolucionario que aplica la Sgae sin ningún criterio.


Que los derechos de las producciones literarias, musicales o de cualquier género cultural deben estar protegidas es algo lógico y normal, pero tratar de forma permanente a todos los colectivos que trabajan con esta materia prima como morosos e insolidarios bordea el ridículo y la grosería moral.

Sobre todo en casos como el que nos atañe. Porque si la sociedad de autores prioriza el gravar que unos jóvenes se reúnan alrededor de un micrófono para poder presentar sus discos favoritos o las creaciones que realizan las jóvenes bandas de Segovia, es que algo no funciona.

En anteriores artículos he expresado por dónde pueden abrirse frentes en el que esta Sociedad debería orientar sus reivindicaciones, que nada tienen que ver con exigir que unos talleres de música y una actividad sin ánimo de lucro se vea obligada a pagar más de 1.800 euros por derechos de autor.

La sentencia -que carga a la Sgae el pago de las costas- es recurrible e incluso podría darse la vuelta a las consecuencias; pero de momento, me quedo con la sensación de haber ganado una batalla en una guerra que nunca debería haberse iniciado.

LA ELIPSE ÁLVARO GÓMEZ/El Norte de Castilla

NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-

Nosotros vemos $$$$ donde pone SGAE, porque utilizamos IGNORER

FONDO DE RESITENCIA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs

PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs



...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.