Asociación de Internautas

Logo 1

El traslado a Barcelona paraliza la CMT y provoca la desbandada de sus principales directivos


La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), que estos días finaliza su traslado a Barcelona, llega a su nueva sede mermada de efectivos, especialmente en las áreas de responsabilidad. Dos de los tres directores más importantes del organismo y muchos subdirectores han optado por cambiar de trabajo, dejando al regulador en una situación de "parálisis".

BALTASAR MONTAÑO (EL MUNDO) - La "situación de parálisis operativa" que han denunciado fuentes internas de la CMT y algunos responsables de compañías de telecomunicaciones consultadas por este diario comenzó cuando Carlos Bustelo, anterior presidente de la CMT, se opuso frontalmente al traslado.

Este enfrentamiento, especialmente con José Montilla, ministro de Industria, desestabilizó la operativa interna del regulador y le costó el puesto de presidente a principios de marzo de este año.

Al poco, fue sustituido por uno de los hombres del PSOE en el consejo de la CMT, Reinaldo Rodríguez. Fue a partir de este momento, una vez que el traslado a Barcelona ya no tenía marcha atrás, cuando se agravó la inactividad del regulador.
150 trabajadores

Primero porque el presidente de la CMT y su consejo han tenido que encargarse, casi exclusivamente, de gestionar el traslado. Y segundo porque los casi 150 empleados del organismo han estado más centrados estos meses en negociar su futuro que en agilizar su trabajo.

Las previsiones del presidente de la CMT apuntaban a que un 50% de la plantilla optaría por irse a Barcelona, pero al final sólo uno de cada tres empleados ha aceptado el traslado.

Al final, serán entre 50 y 60 los empleados que viajarán a Barcelona. El resto ha optado por la recolocación en otros organismos administrativos, su marcha al sector privado o por la baja incentivada.

Y la cifra de desertores podría subir, ya que el comité de empresa obtuvo el compromiso de que todos los empleados que se fueran a Barcelona tendrían hasta junio de 2006 para exigir la vuelta a Madrid si no se encontraban a gusto.

Marchas en los puestos directivos

Pero en las cifras del traslado hay un componente cualitativo que asusta al sector: la mayoría de los directores y subdirectores de las áreas importantes, los que tienen mayor conocimiento y experiencia, y de los que dependen las grandes decisiones (tarifas, situación de la competencia, expedientes sancionadores, multas...), no han aceptado el traslado a la Torre Mapfre de la Villa Olímpica de Barcelona, donde estará la nueva sede de la CMT.

De las tres áreas vitales del regulador, dos han perdido a sus máximos responsables. La directora de Regulación de Operadores, Lucía Aguilera, ha abandonado su puesto y Lo mismo ha ocurrido con la Dirección de Análisis Económico y Mercados.

El único director de los tres importantes que ha aceptado el cambio ha sido José Luis Ferrero Gómez, responsable de la Dirección Técnica. Sin embargo, sus dos subdirectores, responsables de las normas (OBA y OIR) por las que Telefónica tiene que ceder sus redes a los competidores (las más incumplidas por el ex monopolio y recurridas por sus competidores), han dejado sus cargos.

Con estos mimbres, precisamente hoy día 12, parte para Barcelona "el primer contingente de la CMT para instalarse en la nueva sede. El día 19 lo hará el segundo contingente y el 31 de diciembre se cerrará la sede de Madrid", señalan fuentes internas que han sido las encargadas de organizar el traslado.

Estas fuentes reconocen que "a Barcelona se va principalmente personal administrativo y técnicos sin experiencia, por lo que necesitaremos varios meses para que esto empiece a funcionar de nuevo". A ellos se unirán los 28 técnicos que la CMT, mediante concurso, ha seleccionado a toda velocidad para intentar paliar en parte la situación.