Conexi贸n, conexi贸n, conexi贸n
Conexi贸n, conexi贸n, conexi贸n
Tony Blair gan贸 sus primeras elecciones, hace muchos, muchos a帽os, diciendo que su programa para el cambio y el progreso se resum铆a en tres palabras: 芦educaci贸n, educaci贸n, educaci贸n禄. Y as铆 sigue durando el tiempo que quiere si no se le tuercen definitivamente las cosas. Rob谩ndole el eslogan, yo dir铆a que la receta para el bienestar es 芦conexi贸n, conexi贸n, conexi贸n禄.
Y esto requiere tomarse en serio la desregulaci贸n y la competencia para bajar al m谩ximo las tarifas y eliminar todas las trabas al desarrollo de las innovadoras propuestas digitales que nos sirven un d铆a y otro tambi茅n una nueva generaci贸n de emprendedores que se han criado con la Red. La conexi贸n es la piedra angular sobre la cual se levanta, seg煤n te贸ricos de la innovaci贸n como Tom Peters y Manuel Castells, toda una arquitectura espacial de redes globales que cambiar谩n dr谩sticamente -que ya est谩n cambiando- la manera de hacer negocios.
El pa铆s que no se suba al tren digital, que no se monte al menos en ese primer vag贸n que es la banda ancha, renuncia a cualquier aspiraci贸n de mejora de su bienestar social. Sus empresas, sencillamente, perder谩n cualquier atisbo de competitividad, porque carecer谩n del conocimiento y del di谩logo compartido que impulsa la innovaci贸n.Por lo pronto perder谩n cualquier posibilidad de retener, y no digamos de atraer, talento. Me temo, sin embargo, que en este pa铆s, donde por lo general se gobierna (y se gana dinero) a golpe del Bolet铆n Oficial del Estado, quienes establecen el marco del sector de telecomunicaciones son aut茅nticos forasteros en la sociedad del conocimiento. Me recuerdan a quienes en el XIX segu铆an pensando en clave de veleros y de diligencias cuando ya estaba inventado el vapor.
Art铆culo de TOM BURNS MARA脩ON en El Mundo
El pa铆s que no se suba al tren digital, que no se monte al menos en ese primer vag贸n que es la banda ancha, renuncia a cualquier aspiraci贸n de mejora de su bienestar social. Sus empresas, sencillamente, perder谩n cualquier atisbo de competitividad, porque carecer谩n del conocimiento y del di谩logo compartido que impulsa la innovaci贸n.Por lo pronto perder谩n cualquier posibilidad de retener, y no digamos de atraer, talento. Me temo, sin embargo, que en este pa铆s, donde por lo general se gobierna (y se gana dinero) a golpe del Bolet铆n Oficial del Estado, quienes establecen el marco del sector de telecomunicaciones son aut茅nticos forasteros en la sociedad del conocimiento. Me recuerdan a quienes en el XIX segu铆an pensando en clave de veleros y de diligencias cuando ya estaba inventado el vapor.
Art铆culo de TOM BURNS MARA脩ON en El Mundo