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Varapalo de la Audiencia a la CMT en su conflicto con Industria

Varapalo de la Audiencia a la CMT en su conflicto con Industria


La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ha rechazado un recurso de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) que acusaba al Gobierno de haber invadido sus competencias en la regulación de Imagenio, el servicio de televisión por ADSL de Telefónica .

I. del Castillo Expansión M La CMT mantiene desde hace tiempo un conflicto con el Gobierno, especialmente con el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, acerca de las competencias regulatorias en el sector de las telecomunicaciones.

La CMT, que depende del departamento de Joan Clos, ambiciona ser el único regulador nacional de las telecomunicaciones y acusa al departamento de Industria, y especialmente a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (Setsi), que dirige Francisco Ros, de invadir constantemente sus competencias.

Este conflicto se ha reflejado en una creciente judicialización de las relaciones entre ambos organismos, ya que la CMT ha empezado a oponerse, ante los tribunales, a la normativa que promulga el Ministerio. Uno de los recursos presentados por la Comisión ante la Audiencia Nacional acaba de ser rechazado por ésta. El recurso denunciaba que el Ministerio había invadido las competencias de la CMT cuando estableció la normativa para que Telefónica lanzara Imagenio, su servicio de televisión por ADSL.

El recurso se planteó por parte de la CMT en 2004 y el fallo de la sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional se produjo a finales del año pasado. En el fallo, la sala rechaza los argumentos de la CMT y establece que “la CMT articula un recurso totalmente alejado de los pronunciamientos dispositivos de la resolución recurrida de cara a obtener unos pronunciamientos judiciales en relación a temas en los que mantiene una posición dispar con la Setsi y en atención a querer dejar solventados judicialmente problemas que prevé pro futuro”. Pero éste no es el único motivo de discrepancia entre ambos.

El pasado octubre, la CMT también decidió recurrir ante el Tribunal Supremo el reglamento de televisión por cable promulgado por Industria, al entender que usurpaba las competencias de la Comisión.
Ambas partes han pretendido mantener públicamente el enfrentamiento en términos técnicos para que no alcanzara una resonancia política y generase situaciones incómodas en el seno del Gobierno y el partido gobernante.

Intento de sordina
La CMT depende directamente del Ministerio de Industria, y los miembros de su consejo son propuestos por el ministro, como ocurrió con el actual presidente de la Comisión, Reinaldo Rodríguez Illera, promovido a la presidencia a propuesta de José Montilla. Rodríguez Illera ha sido, durante años, un alto cargo de la Administración socialista en el área de telecomunicaciones, donde llegó a ser director general de Telecomunicaciones en la época de José Borrell.

Sin embargo, en ocasiones, esta discrepancia ha trascendido a la opinión pública. El director general de la CMT, Joaquín Osa –nombrado por Reinaldo Rodríguez y, como él, procedente del área de telecomunicaciones del Ministerio– acusó al departamento de Clos de querer invadir continuamente las competencias de la Comisión. Posteriormente, durante su intervención en el congreso de la patronal Asimelec, reivindicó para la CMT las competencias en materia de espectro radioeléctrico que tiene Industria, y que constituyen la principal atribución de la Administración Central en telecomunicaciones.

Estas competencias son las que permiten al Gobierno adjudicar licencias para operadores de telefonía móvil o para cadenas de televisión estatal, así como repartir y planificar la utilización de las frecuencias en todo el territorio nacional. En el fondo de este conflicto, además de la pugna por parcelas de poder, se están dilucidando otros aspectos como la orientación de la regulación sectorial.

Es decir, si ésta debe ser más intervencionista con el objetivo de que los operadores dominantes –Telefónica en banda ancha y Movistar, Vodafone y Orange en móviles– reduzcan sus cuotas de mercado, como propugna la CMT o si, por el contrario, como se defiende desde Industria se debe primar, sobre todo, la inversión y la innovación en las redes, una tarea que recae principalmente en Telefónica de España, los operadores de cable en las redes de banda ancha y los tres grandes operadores de telefonía móvil.