Una larga batalla contra Telef贸nica que vale 59.000 euros
Una larga batalla contra Telef贸nica que vale 59.000 euros
Nadie le dijo a 脕lvaro G贸nzalez (nombre ficticio), de 25 a帽os, que al iniciar un proceso legal contra Telef贸nica M贸viles podr铆a llevarse 59.000 euros. De hecho, su relato es la historia de todos aquellos que alguna vez se han sentido estafados por la publicidad de las grandes corporaciones. Con una salvedad, la gran mayor铆a nunca llega a denunciar p煤blicamente lo que en privado lamenta como un atropello.
BLANCA SALVATIERRA - P煤blico.es.- 脕lvaro ha intentado durante casi dos a帽os que Telef贸nica cumpla el contrato que ambas partes suscribieron en 2004 聳la compa帽铆a se comprometi贸 a renovar, a mitad de precio, cuantos tel茅fonos adscritos al Plan pioneros se hubiesen solicitado, mediante la asignaci贸n de puntos canjeables聳. Y al final lo ha conseguido. Este diario se ha puesto en contacto con Telef贸nica M贸viles, que no ha querido realizar declaraciones a este respecto, ampar谩ndose en su pol铆tica corporativa.
La historia que, seg煤n el demandante, le otorga una victoria moral que es m谩s importante que la legal, se inicia con la oferta de Telef贸nica M贸viles. 脕lvaro embarc贸 a 145 personas para pedir unos terminales valorados en 800 euros, pero por los que se abonaba menos de la cuarta parte. 脡l centralizaba las peticiones y se anotaba unos puntos que le servir铆an para futuros descuentos, abonando los tel茅fonos cuando los recib铆a.
De esa forma, y tal y como se especificaba en las condiciones de contrataci贸n, lleg贸 el momento de renovar los terminales con los puntos obtenidos. 聯Llam茅 varias veces al departamento de incidencias de Movistar; ten铆a todos los resguardos del registro que realic茅 a trav茅s de Internet, el carn茅 que me acreditaba como pionero... y a煤n as铆 me ignoraron聰, afirma el usuario.
聯Creo que ellos pensaban que me iba a aburrir y que lo dejar铆a pasar聰, matiza. Pero no fue as铆. 脕lvaro solicit贸 un arbitraje en la Oficina Municipal de Informaci贸n al Consumidor. 聯En principio no buscaba dinero, s贸lo que cumplieran de alguna forma con lo establecido聰, cuenta.
El resultado que obtuvo fue un n煤mero de puntos canjeables que no cubr铆an las numerosas peticiones que el cliente realiz贸 en el momento de la promoci贸n. En un segundo paso, acudi贸 a un juzgado de primera instancia y demand贸 que Telef贸nica pusiese a su disposici贸n inmediata la renovaci贸n de los 145 terminales que solicit贸 en su momento. El juez acept贸 los argumentos del demandante, pero la compa帽铆a nunca lleg贸 a entregar los tel茅fonos. El tercer paso es 聯el m谩s llamativo聰, como destaca su abogada, Ofelia Tejerina. 脕lvaro procedi贸 a pedir la conversi贸n de esos terminales a su equivalente en dinero.
Amparo de la ley
Cada uno de esos aparatos se valor贸 en 800 euros, por lo que al usuario le correspondi贸 una retribuci贸n de 58.000 euros por los terminales, 500 euros de indemnizaci贸n por unos servicios contratados que nunca lleg贸 a recibir y otros 500 euros por da帽os y perjuicios. 聯Pedir el equivalente dinerario es llamativo, por la cantidad que supone en este caso concreto, pero se trata de algo normal cuando pasa mucho tiempo y no se cumple la petici贸n inicial del demandante.
El usuario ya no tiene por qu茅 estar interesado en el producto f铆sico y la ley le ampara聰, detalla la abogada. Pese a su sentencia favorable (y firme), 脕lvaro entiende que la mayor铆a de los usuarios no denuncien determinadas pr谩cticas. Seg煤n su propia experiencia, el sistema judicial funciona, pero muy lentamente. 聯Aquellos que reclaman una cantidad muy peque帽a tienen que invertir un esfuerzo y dinero que quiz谩s no se vea recompensado聰, se lamenta.
脕lvaro asegura que lo que m谩s le ha dolido en todo este proceso es la desconfianza que la empresa ha mostrado hacia 茅l, es decir, que Telef贸nica M贸viles pensase que se quer铆a aprovechar de la situaci贸n. 聯Lo hubiera hecho tambi茅n por tres tel茅fonos, era mi derecho聰, concluye.
聯Las empresas juegan con la dejadez de la gente聰
Ofelia Tejerina es la abogada de la Asociaci贸n de Internautas. Recibe una media de 10 consultas al d铆a sobre todo tipo de temas relacionados con Internet y las telecomunicaciones: servicios de ADSL que incumplen las condiciones de contrataci贸n, timos y estafas realizadas a trav茅s de la Red, cambios de operador no autorizados o protecci贸n de la privacidad en Internet, entre otros muchos temas. Ofrece una orientaci贸n legal b谩sica sobre lo que puede hacer el usuario cuando se siente estafado.
Seg煤n el 煤ltimo informe del Instituto Nacional de Tecnolog铆as de la Comunicaci贸n, una cuarta parte de las estafas que se realizan a trav茅s de Internet no superan los 50 euros, una cifra que contribuye a que los usuarios no denuncien el caso.
Esta abogada suele dirigir a la Oficina Municipal de Informaci贸n al Consumidor, si se trata de un caso de consumo, o bien al juzgado, a trav茅s de un procedimiento monitorio.
Estos procedimientos se realizan por cuant铆as inferiores a 900 euros y no necesitan de abogado ni procurador. Seg煤n su experiencia, los usuarios tienen miedo a ir a un juzgado. 聯Si tienes derecho a algo, puedes reclamarlo sin necesidad de un abogado. Es probable que tengas m谩s posibilidades de conseguir un resultado favorable con un abogado, pero en principio no se necesita聰, explica Tejerina.
La abogada anima a los usuarios a que luchen por sus derechos ya que, seg煤n sus palabras, 聯las empresas juegan con la dejadez de la gente聰. Es consciente de que el caso de 脕lvaro Gonz谩lez es excepcional debido a su tenacidad. Como la compa帽铆a no se pronunciaba sobre la resoluci贸n, hubo que llegar a juicio, una situaci贸n a la que no quiere llegar un elevado porcentaje de los denunciantes.
La historia que, seg煤n el demandante, le otorga una victoria moral que es m谩s importante que la legal, se inicia con la oferta de Telef贸nica M贸viles. 脕lvaro embarc贸 a 145 personas para pedir unos terminales valorados en 800 euros, pero por los que se abonaba menos de la cuarta parte. 脡l centralizaba las peticiones y se anotaba unos puntos que le servir铆an para futuros descuentos, abonando los tel茅fonos cuando los recib铆a.
De esa forma, y tal y como se especificaba en las condiciones de contrataci贸n, lleg贸 el momento de renovar los terminales con los puntos obtenidos. 聯Llam茅 varias veces al departamento de incidencias de Movistar; ten铆a todos los resguardos del registro que realic茅 a trav茅s de Internet, el carn茅 que me acreditaba como pionero... y a煤n as铆 me ignoraron聰, afirma el usuario.
聯Creo que ellos pensaban que me iba a aburrir y que lo dejar铆a pasar聰, matiza. Pero no fue as铆. 脕lvaro solicit贸 un arbitraje en la Oficina Municipal de Informaci贸n al Consumidor. 聯En principio no buscaba dinero, s贸lo que cumplieran de alguna forma con lo establecido聰, cuenta.
El resultado que obtuvo fue un n煤mero de puntos canjeables que no cubr铆an las numerosas peticiones que el cliente realiz贸 en el momento de la promoci贸n. En un segundo paso, acudi贸 a un juzgado de primera instancia y demand贸 que Telef贸nica pusiese a su disposici贸n inmediata la renovaci贸n de los 145 terminales que solicit贸 en su momento. El juez acept贸 los argumentos del demandante, pero la compa帽铆a nunca lleg贸 a entregar los tel茅fonos. El tercer paso es 聯el m谩s llamativo聰, como destaca su abogada, Ofelia Tejerina. 脕lvaro procedi贸 a pedir la conversi贸n de esos terminales a su equivalente en dinero.
Amparo de la ley
Cada uno de esos aparatos se valor贸 en 800 euros, por lo que al usuario le correspondi贸 una retribuci贸n de 58.000 euros por los terminales, 500 euros de indemnizaci贸n por unos servicios contratados que nunca lleg贸 a recibir y otros 500 euros por da帽os y perjuicios. 聯Pedir el equivalente dinerario es llamativo, por la cantidad que supone en este caso concreto, pero se trata de algo normal cuando pasa mucho tiempo y no se cumple la petici贸n inicial del demandante.
El usuario ya no tiene por qu茅 estar interesado en el producto f铆sico y la ley le ampara聰, detalla la abogada. Pese a su sentencia favorable (y firme), 脕lvaro entiende que la mayor铆a de los usuarios no denuncien determinadas pr谩cticas. Seg煤n su propia experiencia, el sistema judicial funciona, pero muy lentamente. 聯Aquellos que reclaman una cantidad muy peque帽a tienen que invertir un esfuerzo y dinero que quiz谩s no se vea recompensado聰, se lamenta.
脕lvaro asegura que lo que m谩s le ha dolido en todo este proceso es la desconfianza que la empresa ha mostrado hacia 茅l, es decir, que Telef贸nica M贸viles pensase que se quer铆a aprovechar de la situaci贸n. 聯Lo hubiera hecho tambi茅n por tres tel茅fonos, era mi derecho聰, concluye.
聯Las empresas juegan con la dejadez de la gente聰
Ofelia Tejerina es la abogada de la Asociaci贸n de Internautas. Recibe una media de 10 consultas al d铆a sobre todo tipo de temas relacionados con Internet y las telecomunicaciones: servicios de ADSL que incumplen las condiciones de contrataci贸n, timos y estafas realizadas a trav茅s de la Red, cambios de operador no autorizados o protecci贸n de la privacidad en Internet, entre otros muchos temas. Ofrece una orientaci贸n legal b谩sica sobre lo que puede hacer el usuario cuando se siente estafado.
Seg煤n el 煤ltimo informe del Instituto Nacional de Tecnolog铆as de la Comunicaci贸n, una cuarta parte de las estafas que se realizan a trav茅s de Internet no superan los 50 euros, una cifra que contribuye a que los usuarios no denuncien el caso.
Esta abogada suele dirigir a la Oficina Municipal de Informaci贸n al Consumidor, si se trata de un caso de consumo, o bien al juzgado, a trav茅s de un procedimiento monitorio.
Estos procedimientos se realizan por cuant铆as inferiores a 900 euros y no necesitan de abogado ni procurador. Seg煤n su experiencia, los usuarios tienen miedo a ir a un juzgado. 聯Si tienes derecho a algo, puedes reclamarlo sin necesidad de un abogado. Es probable que tengas m谩s posibilidades de conseguir un resultado favorable con un abogado, pero en principio no se necesita聰, explica Tejerina.
La abogada anima a los usuarios a que luchen por sus derechos ya que, seg煤n sus palabras, 聯las empresas juegan con la dejadez de la gente聰. Es consciente de que el caso de 脕lvaro Gonz谩lez es excepcional debido a su tenacidad. Como la compa帽铆a no se pronunciaba sobre la resoluci贸n, hubo que llegar a juicio, una situaci贸n a la que no quiere llegar un elevado porcentaje de los denunciantes.