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Por una internet libre

Por una internet libre


"Manifestarse en las calles, parar los autobuses y protestar ante los gobiernos". Así considera el creador de la web, Tim Berners-Lee, que deben reaccionar los ciudadanos ante la amenaza de que internet sea monitorizada por gobiernos y empresas.

CARMEN JANÉ - El periódico - "Es un ataque a la democracia y a los derechos civiles. La neutralidad de la web es muy importante en muchos aspectos de la vida y la gente no se da cuenta de ello. Si una compañía puede controlar lo que veo en internet, sabe qué quiero comprar, qué creencia científica, política o religiosa tengo, y me puede dirigir hacia donde ella quieran. La democracia se basa en la libre elección", proclamó.

Por eso combate tanto los filtros gubernamentales, como los de China, como los programas espía que toman información de por dónde navega un internauta, y a las telefónicas que conducen mejor el tráfico a determinados servicios. "Una operadora debe dar el mismo servicio a todas las webs".

Y es que un hombre que si hubiera patentado su invento (la tecnología que permite crear páginas enlazables en internet, en 1989), quizá sería el más rico del mundo, sigue defendiendo que su criatura, ante todo, "debe ser útil para la humanidad. Es un espacio de colaboración". Por eso, con la fe del científico que nunca ha querido dejar de ser, renunció a hacer negocio con ella. Y en agradecimiento le caen premios y distinciones, como el Príncipe de Asturias del 2003 y el doctorado honoris causa que le dio ayer la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), entre la sesentena de reconocimientos que figuran en su currículum oficial.

Hoy, este ingeniero de programación preside el World Wide Web Consortium (W3), un organismo internacional que vela por que los estándares de internet sean respetados desde cualquier formato, programa y dispositivo, incluidos los móviles --"que tienen más navegadores que el ordenador", asegura.

Berners-Lee ha creado una fundación, la World Wide Web Foundation, que a partir del próximo año deberá velar por que se respete el concepto de "una sola web", única, plural e intercambiable: "Hay que acercar internet a las personas que no usan un alfabeto occidental o incluso a las que no saben leer".

Un porvenir en dificultades si el mundo entra en un periodo de recesión económica. "Una crisis es un catalizador. Enseña a la gente a hacer más con menos. Esto puede afectar al desarrollo de internet porque las empresas de telecomunicaciones sufren la crisis", dice.

Pero la red no es solo infraestructura, sino contenidos. Y su sueño es embutir las páginas con tanta información oculta que se relacionen solas. "No se trata de que veas algo en una web y lo apuntes y lo pases a tu agenda. Se trata de que pase de forma automática y que las bases de datos se relacionen", explica. Es la web semántica, materializada en el proyecto Linked Data (datos enlazados), en el que el científico trabaja desde hace unos años.

Y entre el grano y la paja, Berners-Lee aconseja "no creerse todo lo que se publica en internet". Apela a los periodistas "como elementos críticos del sistema" y al método científico para llegar a la verdad. Él, por si acaso, confiesa que escucha las noticias en la radio pública, consulta en la web lo que le interesa y, "a veces", compra los diarios.