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España sigue siendo un país de segunda en tecnología

España sigue siendo un país de segunda en tecnología


Ahora que está en boca de todos la presencia o no de España en el G8, no viene mal recordar otra liga en la que no jugamos precisamente con los campeones, y es que la brecha digital que nos separa del resto de países de la Unión Europea con los que deberíamos compararnos está tomando dimensiones abisales. Este boquete (abandonaremos por el momento el eufemismo de brecha), en vez de ir menguando como corresponde a la posición socioeconómica del país, parece vivir un proceso paralelo en el que nos vamos distanciando cada vez más de las economías que nos rodean.

Encorsetados por el ancho de banda. J. Mendiola - El Confidencial. La OCDE nos sitúa en una vergonzosa vigésima posición en el listado de 30 países desarrollados en lo tocante a la penetración de Internet en los hogares. El acceso en España a la red sigue siendo caro y penoso e incluso en algunas zonas de capitales de provincia todavía tienen un máximo de ancho de banda de 2 y 3 megas, pagados, eso sí, a precio de oro. Para mayor escarnio, países que sobre el papel ocupan posiciones inferiores en desarrollo económico, nos han tomado la delantera en el acceso a Internet. Tal es el caso de Portugal, donde el operador Clix ya ofrece 100MB de ancho de banda, mientras en España, instituciones y operadores siguen deshojando la margarita con el despliegue de la fibra óptica, y en cualquier caso, para ofrecer anchos de banda inferiores a precios sensiblemente superiores.

Tenemos en definitiva, un acceso pobre, caro y con pocas perspectivas de mejorar a corto plazo. Para hacernos una idea del sobreprecio que pagamos por vivir por debajo de los Pirineos, Telefónica ostenta el título de ser el ex-monopolio en telecomunicaciones más caro de toda la Unión Europea, posición en el ranking que nos cuesta un 36,9% de gasto adicional en la conexión media de la UE (paquete de voz y datos con un ancho de banda entre 2 y 10MB).

Y sangrados por el canon

Por si a estas alturas ha conseguido permanecer ajeno a la vorágine de noticias en torno al canon, le recordaremos que se trata de un impuesto que tiene que pagar al comprar ciertos productos y que cubre la eventualidad de que un día decida piratear un disco o bajarse una canción de forma clandestina de Internet. Poco importa a la SGAE, artífice y defensora de este lastre al desarrollo tecnológico, que usted nunca haga una cosa o la otra: el canon hay que pagarlo en cualquier caso.

Se trata, en fin, de una tasa que en cierta manera incentiva de forma paradójica al pirateo, ya que sitúa a todos los compradores como presuntos delincuentes y una vez efectuada la compra, habiendo pagado la tasa y siendo tratado como un ladrón ¿por qué no serlo? Por otra parte, no crea que estamos hablando del chocolate del loro y de cantidades superfluas, y en este sentido incluso existen webs que calculan lo que pagará a la Sociedad General de Autores por este concepto a lo largo del año, y las cantidades asustan.

Con este panorama desolador, nos congratula y sorprende saber que algunos fabricantes siguen apostando por nuestro país, como es el caso de Nokia que el próximo 1 de diciembre comercializará en España antes que en el resto del mundo el 5800, la interpretación del iPhone del fabricante finlandés. Una excepción que no nos debe hacer olvidar la alarmante situación en la que nos encontramos.