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¿Por qué El País ha roto con Zapatero?

¿Por qué El País ha roto con Zapatero?


La ruptura de El País con Zapatero es un realidad que no ha pasado desapercibida fuera de nuestras fronteras. El New York Times indaga sobre está cuestión en un artículo en el que entre otros, pregunta a la Asociación de Internautas por los motivos. Por su interés reproducimos traducido el citado artículo.

El País, en una extraña ruptura con el presidente socialista

Cuando los leales lectores abrieron el periódico líder en España, El País, el domingo pasado, puede que algunos derramaran el café con leche de la mañana.

El periódico de centro-izquierda de 30 años de vida – por mucho tiempo un apoyo fiable del Partido Socialista en el poder -publicó una fulminante caricatura retratando al primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero al timón de un mapa de España hundiéndose, rodeado por tiburones que representaban el paro y el déficit.

El País dice que la caricatura del Capitán Zapatero -y la crítica mordaz de las políticas económicas del gobierno Zapatero- es simplemente parte de su cobertura de “la crisis”.

Pero otros, dentro y fuera del gobierno, sospechan que la nueva y musculosa cobertura es resultado de un enfrentamiento entre bambalinas entre la compañía matriz del periódico, Grupo Prisa, y un rival, Mediapro, por los derechos sobre la televisión digital concedidos por el gobierno de Zapatero a Mediapro.

“El Grupo Prisa se sentía desdeñado y el otro grupo más beneficiado”, dijo Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, un grupo por los derechos en Internet crítico con los tratos del gobierno al respecto de la televisión digital. “Ahora hay una batalla, y la totalidad del grupo es más agresivo con el gobierno.”

Este concurso de medios “galácticos” enfrenta a los rivales radicados en los dos centros de poder de España – Mediapro en Barcelona, Grupo Prisa en Madrid – el uno contra el otro. Ambos tienen lazos con el Partido Socialista y aspiraciones globales.

El Grupo Prisa es uno de los grupos de medios más grandes en el mundo de habla hispana. Controla El País, que tiene una tirada media diaria de un poco más de 402000 ejemplares, y varias emisoras de radio y televisión.

Maltrecho por el descenso de ingresos por publicidad que ha afectado a casi todos los medios,el Grupo Prisa negoció recientemente una ampliación de un crédito a corto plazo de 2000 millones de euros, unos 2900 millones de dólares, y vendió un paquete accionarial del 4.5% por 56 millones de dólares a Talos Partners, una firma de inversiones del sector privado de Nueva York.

Mediapro produce y distribuye películas y ha financiado tres cintas de Woody Allen, entre ellas el reciente éxito “Vicky Cristina Barcelona.” Es también el accionista de referencia de La Sexta, una canal de televisión, y pagó más de mil millones de euros por los codiciados derechos de retransmisión de los clubes de fútbol Real Madrid y Barcelona. También ostenta los derechos de otros clúbes de fútbol.

A mediados de agosto, Mediapro era el beneficiario principal de un “real decreto” especial aprobado por la vía de urgencia por el gabinete español que abría el camino a la televisión digital terrestre de pago.

Casi de inmediato, Mediapro aprovechó la oportunidad de introducir un canal digital de pago, Gol Televisión, el cual vende abonos para la programación dedicada al fútbol.
Este paso, planificado para el comienzo a finales de agosto de “La Liga”, la liga española de fútbol, fue una incursión directa en territorio del Grupo Prisa, que posee la plataforma de satélite Digital Plus a través de su filial Sogecable. Tiene su propio canal de fútbol como parte de su paquete de pago premium, aunque paga a Mediapro 700 millones de euros por los derechos a retransmitir los partidos.

A Juan Luis Cebrián, jefe del Grupo Prisa y anterior director de El País, se le pusieron los pelos de punta ante la decisión del gobierno, comparándola a voz en grito con los modos de una república bananera y acusando a la administración Zapatero de “intentar someter a los medios” a través de “una guerra contra aquellos que son independientes.”
Aún sigue sin pelos en la lengua sobre su visión de la decisión del gobierno.

“Este decreto es para asuntos de una extrema emergencia”, dijo el Sr. Cebrián durante una entrevista desde la sede del Grupo Prisa en Madrid, añadiendo, “no creo que esta ley deba ser usada para gobernar favoreciendo a los amigos.”

El Sr. Cebrián dijo que apoyaba la llegada de la televisión digital, pero sostuvo que “lo que es realmente grave es el favoritismo empresarial.”

Por su parte, Jaume Roures, el consejero delegado de Mediapro, ha concedido entrevistas a los medios de negocios españoles negando que su compañía haya recibido un regalo de la administración Zapatero. En España, dijo, “tenemos una tendencia a buscar motivos políticos detrás de todo.”

Tras el fragor de la batalla, el regulador de la competencia español, la Comisión Nacional de Competencia, anunció este mes que estaba comenzando una investigación antimonopolio sobre Mediapro y Gol Televisión. Prisa registró una queja acerca de que el grupo catalán no estaba revendiendo los derechos de emisión de la liga española de fútbol de una forma justa.

Con las tensiones empresariales en aumento, los críticos están vigilando de cerca la cobertura del gobierno Zapatero en El País.
Destacan, por ejemplo, que el periódico no sólo ha sido duro con el sr. Zapatero sino que también apuntó en dirección al bastión socialista de Barcelona con historias sobre mujeres inmigrantes desesperadas forzadas a tomar hormonas para trabajar más duramente en burdeles supuestamente relacionados con un concejal de Barcelona.

No es ésta la primera ruptura del periódico con los socialistas. En 1995, El País publicó una editorial a toda página cuestionando la capacidad de Felipe González Márquez, el entonces presidente, para gobernar entre escándalos de corrupción y agitación política tras 12 años en el poder.

Ahora, Javier Moreno Barber, editor de El País, sostiene que el periódico está teniendo una mirada más aspera hacia la administración Zapatero a la cara de la peor crisis económica del país desde la guerra civil de los años 30. El paro se sitúa en el 17.9%, y la nación tiene una déficit presupuestario cercano al 10 por ciento de la producción.

“Estamos siendo más duros en nuestra evaluación personal de cómo el gobierno enfrenta la crisis”, dijo el sr. Moreno. “No hay duda de ello. Pero yo descartaría que sea a causa del problema que tuvimos este verano. Somos más ásperos ahora porque comenzamos a ver que Francia y Alemania se recuperan.”

Además, la cobertura mediática deja a algunos lectores históricos un poco aturdidos. La historia crítica de la portada de negocios que acompañaba a la caricatura del capitán Zapatero provocó un furioso debate, con más de 600 lectores escribiendo comentarios on-line. Uno de los lectores perplejos fue José Antonio Martínez Soler, director ejecutivo de 20 Minutos en Madrid y antiguo periodista de El País.

Cuando su mujer abrió el periódico por la caricatura, se giró hacia él y dijo, “Éste no es mi El País”, recordó Soler. Pero el sr. Martínez Soler dijo que pensaba que el problema crecería aún más y que la batalla entre el Grupo Prisa y Mediapro por la televisión digital de pago no era más que un punto de no retorno.“Es mucho más complicado”, dijo. “El País nunca ha tenido la misma relación con Zapatero que con Felipe.”

Añadió que bajo liderazgo y propiedad de Jesús de Polanco, que murió en 2007, el Grupo Prisa no había tenido grandes problemas con la administración Zapatero pero que eso había cambiado con el sr. Cebrián, que no es el propietario -dijo- y no es un diplomático.
En una rueda de prensa a finales de agosto, el sr. Zapatero terció con su razonamiento del decreto de la televisión por la vía de urgencia. El gobierno, dijo, se ha movido rápido para que España no quede bajo otros países europeos y también para que la industria se diversificara con la posibilidad de ofrecer canales alternativos.

“Los hechos son incontestables” -dijo- que una mayor diversificación beneficiaría a “el país”. Entonces, al descubrir que la gente podría pensar que se refería a El País, el periódico, corrigió rápidamente quién sacaría provecho: “La nación, por supuesto”.

Traducción del artículo El País in Rare Break With Socialist Leader de DOREEN CARVAJAL en el NEW YORK TIMES