Carta de maese Ángel Vázquez, antiguo tuno caballero de la ilustre Tuna Universitaria de Badajoz.......
Carta de maese Ángel Vázquez, antiguo tuno caballero de la ilustre Tuna Universitaria de Badajoz, a maese Eduardo Bautista, gran maestre del Gremio de Autores del Reino de España. Me ha producido honda preocupación, maese Eduardo, el saber que vuecencia pretende recaudar un diezmo de los caudales que los estudiantes recaudan cantando en bodas y demás ágapes, así como de lo que pudieran ganar con su arte en los teatros del reino.
Témome que, en dias venideros, pueda su señoría reclamar también un diezmo de los favores que mozas casaderas les concedan en noches de luna plateada, cual señor feudal reclamando para sí derecho de pernada.
Sepa vuecencia que aquellos a quienes reclama el diezmo no son hijos de nobles ni de hidalgos ricos en tierras y reses, ni de grandes burgueses con repletas arcas, sino que en su mayoría son hijos de campesinos y artesanos que, merced a su duro trabajo y con las ayudas que para ello les concede el reino, envían a sus vástagos a estudiar a las universidad para hacer de ellos hombres de provecho y, en el futuro, servir al pueblo como médicos, maestros, jueces, arquitectos y cuantos oficios sea menester.
Estos mozos, a los que su señoría pretende esquilmar, son dignos de un respeto en razón de su duro trabajo de estudiantes, y no se les puede exigir que renuncien a su esparcimiento solo porque vuecencia crea que puede recaudar algunas monedas de plata. Mas bien creo yo que es digno de alabanza su afán por mantener, en un tiempo en que vivimos colonizados por costumbres venidas de ultramar, la cultura y tradiciones de nuestra tierra.
Y no creo exagerar, maese Eduardo, cuando digo que mas tiempo que el Gremio de Autores del Reino de España lleva la institución de la tuna defendiendo y exportando a otras tierra la cultura de nuestro país. Sepan todos en su gremio que ya en el siglo XIII los sopistas se ganaban de cuando en cuando su humilde sustento cantando por las tabernas, y que su modo de vida fue exportado al resto de Europa dando lugar a los goliardos. A los sucesores de los sopistas se les llamó tunos a partir del siglo XVI, y actualmente pueden encontrarse tunos no solo en España, sino también en otros países de Europa, como Portugal y Holanda, o incluso en Hispanoamérica, como en Méjico o Perú.
Considero que, si a pesar de todo persiste su señoría en un enfrentamiento entre su gremio y la tuna, debo advertirle que es poco probable que sus huestes puedan vencer a una tradición de pícaros con mas de setecientos años de antigüedad, pícaros que han demostrado su valor incluso contra las tropas de Napoleón formando el llamado "Regimiento de la Bigornia", que no dudó en tomar las armas para defender Salamanca.
Y sepa, maese Eduardo, que si es menester incluso estoy dispuesto a volver a vestir mi beca para defender la que considero una valiosa tradición cultural hispana. Y no se sorprende si otros viejos tunos caballeros se levantan en su contra. Tenga en cuenta que ya no somos aquellos estudiantes que fuimos, sino que ahora somos los médicos, maestros, jueces, arquitectos y demás oficiales en los que, con el tiempo, nos hemos convertido.
Reproducido del blog El Caballero de la Triste Figura
Sepa vuecencia que aquellos a quienes reclama el diezmo no son hijos de nobles ni de hidalgos ricos en tierras y reses, ni de grandes burgueses con repletas arcas, sino que en su mayoría son hijos de campesinos y artesanos que, merced a su duro trabajo y con las ayudas que para ello les concede el reino, envían a sus vástagos a estudiar a las universidad para hacer de ellos hombres de provecho y, en el futuro, servir al pueblo como médicos, maestros, jueces, arquitectos y cuantos oficios sea menester.
Estos mozos, a los que su señoría pretende esquilmar, son dignos de un respeto en razón de su duro trabajo de estudiantes, y no se les puede exigir que renuncien a su esparcimiento solo porque vuecencia crea que puede recaudar algunas monedas de plata. Mas bien creo yo que es digno de alabanza su afán por mantener, en un tiempo en que vivimos colonizados por costumbres venidas de ultramar, la cultura y tradiciones de nuestra tierra.
Y no creo exagerar, maese Eduardo, cuando digo que mas tiempo que el Gremio de Autores del Reino de España lleva la institución de la tuna defendiendo y exportando a otras tierra la cultura de nuestro país. Sepan todos en su gremio que ya en el siglo XIII los sopistas se ganaban de cuando en cuando su humilde sustento cantando por las tabernas, y que su modo de vida fue exportado al resto de Europa dando lugar a los goliardos. A los sucesores de los sopistas se les llamó tunos a partir del siglo XVI, y actualmente pueden encontrarse tunos no solo en España, sino también en otros países de Europa, como Portugal y Holanda, o incluso en Hispanoamérica, como en Méjico o Perú.
Considero que, si a pesar de todo persiste su señoría en un enfrentamiento entre su gremio y la tuna, debo advertirle que es poco probable que sus huestes puedan vencer a una tradición de pícaros con mas de setecientos años de antigüedad, pícaros que han demostrado su valor incluso contra las tropas de Napoleón formando el llamado "Regimiento de la Bigornia", que no dudó en tomar las armas para defender Salamanca.
Y sepa, maese Eduardo, que si es menester incluso estoy dispuesto a volver a vestir mi beca para defender la que considero una valiosa tradición cultural hispana. Y no se sorprende si otros viejos tunos caballeros se levantan en su contra. Tenga en cuenta que ya no somos aquellos estudiantes que fuimos, sino que ahora somos los médicos, maestros, jueces, arquitectos y demás oficiales en los que, con el tiempo, nos hemos convertido.
Reproducido del blog El Caballero de la Triste Figura